Economía

Ana Botín gana 7,87 millones, mientras el ERE afecta a 1.100 empleados de Santander y Popular

El consejo de administración de Santander ganó en total 26,47 millones en el año en que el banco compró Popular por un euro

Ana Botín, presidenta de Santander.
Ana Botín, presidenta de Santander. | EP

La presidenta de Santander, Ana Botín, percibió una remuneración total de 7,87 millones de euros en el ejercicio 2017, lo que supone un 6,8% más que el año anterior. Teniendo en cuenta la aportación al plan de pensiones de Botín correspondiente al pasado ejercicio -2,7 millones de euros-, su sueldo ascendería a 10,58 millones de euros, un 6,9% más.

Esta cantidad incluye 2,5 millones de euros de retribución fija, 2,74 millones de euros de variable con abono inmediato -1,37 millones en efectivo y la misma cantidad en acciones-, 1,64 millones de euros de variable en diferido -50% en efectivo y 50% en títulos del banco-, así como 689.000 euros por otras retribuciones, particularmente los costes derivados de seguros de vida y médicos a cargo del grupo, informa Europa Press. 

Así lo recoge el informe anual 2017 de la entidad que preside Botín, según el cual la retribución total del consejo de administración del banco ascendió a 26,47 millones de euros en 2017, un 2,86% más.

El segundo ejecutivo de Santander, José Antonio Álvarez, ganó en 2017 por su posición como consejero delegado del grupo 6,43 millones de euros, un 5,9% más que en 2016. Sumada la aportación al plan de pensiones -2,45 millones de euros-, aumenta un 6,8%, hasta los 8,89 millones.

El tercer consejero ejecutivo es el vicepresidente de la entidad, Rodrigo Echenique, que desde el pasado año es también presidente de Santander España y de Popular. Echenique, que no tiene dotación para la pensión, ganó 4,28 millones de euros, un 11,9% más que en 2016.

Las cifras se han conocido apenas horas después de que el grupo cerrase un ERE que afecta a 1.100 empleados, de los que el 70% era empleado de Popular. La entidad ha defendido la "total transparencia" del proceso, pese a las presiones que han denunciado los sindicatos.

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