Economía

Barcelona será la sede del Mobile World Congress en 2019 pese a la tensión política

Asistentes al Mobile World Congress de Barcelona. | EFE

Todo el Mobile World Congress de Barcelona ha estado marcado por la posibilidad de que fuera el último que acogía la Ciudad Condal. La organización, que empieza a estar cansada de la inestabilidad política derivada del procés y de la gestión del Ayuntamiento de Ada Colau, está valorando muy seriamente cambiar la sede, pero no será en 2019.

GSMA, la patronal del móvil que organiza el evento, ya ha confirmado que el próximo año Barcelona volverá a ser la capital mundial de la tecnología en la última semana de febrero. A través de un comunicado han asegurado que el Mobile World Congress de 2019 se celebrará entre el 25 y el 28 del segundo mes del año.

En cualquier caso, los años venideros no están ni mucho menos garantizados. La relación contractual que une a GSMA y a Barcelona se prolonga hasta el año 2023, pero las dudas provocadas por las ansias independentistas del Govern han hecho mella en la agrupación que lidera John Hamm.

Los desplantes de Colau y el presidente del Parlament, Roger Torrent, al rey Felipe VI en la cena de inauguración, y los disturbios por la convocatoria de las organizaciones independentistas a las puertas del acto, no gustaron a la agrupación de empresas de móviles, que siempre piden el apoyo a las instituciones locales.

Una opinión similar tienen los empresarios de nuestro país que cada año invierten una buena cantidad de dinero para participar en la feria. "Se están cargando el Mobile y se están cargando Barcelona", decían, confirmado que muchos lo tenían complicado para participar del evento si se va de España.

Poco margen

Los plazos tampoco han dado demasiadas opciones a la organización. Es complicado encontrar un emplazamiento mejor que la ciudad española para un evento así, no digamos en menos de un año. En ese plazo hay que negociar el contrato con la nueva sede, hallar una superficie que de todas las facilidades y luego informar a todas las empresas que viajan a un congreso así. Prácticamente imposible en menos de 12 meses.

No hay duda, en cualquier caso, que GSMA valora con mucha seriedad nuevas posibilidades. Dubai siempre ha estado sobre la mesa, pero también acechan ciudades europeas como Milán, que ya estuvo cerca de imponerse a Barcelona cuando el evento abandonó Francia.

La unión de las principales empresas de comunicaciones que operan en España no ha sido casualidad. Vodafone y, sobre todo, Telefónica han repetido en muchas ocasiones la necesidad de que todos los implicados pongan de su parte para conseguir mantener un evento así de grande en nuestro país.

Todavía no se conocen las cifras oficiales, pero más de 110.000 personas visitaron el recinto ferial de Gran Vía de L'Hospitalet y su impacto económico ha rondado los 470 millones de euros.

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