Economía

DEFIENDE AMPLIAR SU VIDA a 50 0 60 años

La Fundación de Aznar dice que ninguna nuclear gana dinero por los altos impuestos

Un informe de FAES considera que las nucleares están “claramente discriminadas” frente a las otras tecnologías eléctricas por la mayor presión fiscal diseñada por el Gobierno.

El ex presidente del Gobierno y presidente de Fundación FAES, José María Aznar. | David Mudarra | FAES

España se prepara para el reto de afrontar la transición energética en las próximas décadas como parte del esfuerzo global, y singularmente de la UE, contra el cambio climático y la reducción de emisiones. En esa tarea un factor clave será la redefinición del mix de generación eléctrica para el futuro. Esto es, cómo se reparte el peso de cada una de las tecnologías (renovables, nuclear, gas, carbón…) en la producción total de electricidad.

El Gobierno creó un comité de expertos que ultima la presentación de un informe con varios escenarios posibles, pero sin esperar al documento eléctricas y Ministerio de Energía llevan meses chocando, fundamentalmente por el futuro y la rentabilidad de nucleares y centrales térmicas (carbón y gas).

Ahora entra de lleno en el debate la Fundación FAES, presidida por ex presidente del Gobierno José María Aznar, con un informe propio sobre las Claves del éxito de la transición energética [ver aquí documento completo]. Y lo hace para respaldar la posición del Gobierno de la necesidad de mantener en funcionamiento las centrales nucleares a largo plazo y al menos también parte de las de carbón. Pero también para apoyar el órdago de las eléctricas de que es necesario reformar la fiscalidad, singularmente de las nucleares, para volver a ser rentables.

“Un cierre inmediato de las plantas nucleares podría elevar significativamente los precios finales de la electricidad e incrementaría considerablemente las emisiones de CO2, al ser necesario operar centrales basadas en combustibles fósiles para sustituirlas”, explica Fundación FAES en el informe, presentado este miércoles por propio Aznar en un encuentro con la prensa.

“La sustitución del parque nuclear plantearía retos que no parecen fáciles de abordar a corto plazo, como construir casi 30.000 MW de nuevas renovables, con su correspondiente inversión adicional en potencia flexible de respaldo, lo que no parece realista a corto o medio plazo”, se argumenta en el estudio.

Sin embargo, la Fundación comandada por Aznar (ya plenamente desligada del Partido Popular) se alinea con las críticas de las eléctricas sobre el régimen económico al que están sometidas sus centrales nucleares. Igual que denuncia la patronal Foro Nuclear y algunas eléctricas (con Iberdrola como voz sustantiva), FAES denuncia que ninguna de las centrales españolas gana dinero por los impuestos creados por el Gobierno del PP con la reforma energética ejecutada en la primera legislatura con Mariano Rajoy en Moncloa.

“La presión fiscal sobre esta tecnología sitúa en pérdidas a todas las plantas, que se ven claramente discriminadas en relación con las demás tecnologías”, critica la fundación. “No hay argumentos que justifiquen esta situación, por lo que es necesario encontrar una solución”. El Gobierno creó en 2013 dos nuevos impuestos específicos a la producción de energía nuclear y a la gestión de residuos radioactivos.

Las compañías eléctricas amenazan con echar el cierre a sus centrales nucleares por haber dejado de ser rentables. La patronal Foro Nuclear reclama una rebaja de impuestos y una mejora de la retribución a las plantas nucleares para continuar con su producción. "Sobrecargar fiscalmente a una producción hasta el punto de hacer que deje de ser rentable no parece una buena decisión", ha apuntado Pedro Mielgo, ex presidente de Red Eléctrica y coordinador del informe de Fundación FAES. "Las compañías piden revisar la fiscalidad. Y es una petición sensata".

El Gobierno defiende la ampliación de las nucleares, argumentando que el cierre de las centrales subiría el precio de la electricidad. El ministro de Energía, Álvaro Nadal, directamente pone en duda que las centrales tengan las pérdidas de las que se quejan las compañías y prepara una batería de reformas legales para poner más difícil a las eléctricas que echen el cierre a las plantas. Desde el Ministerio de Energía se ha insistido en los últimos meses que no está previsto revisar a la baja la fiscalidad de las nucleares españolas.

En este sentido, Fundación FAES reclama que se aclaren ya los “criterios para ampliar la vida operativa de estas centrales hasta plazos de 50 o 60 años, en línea con lo que ya se ha aprobado en otras economías avanzadas”. La oposición política se divide entre los que reclaman echar el cierre de las centrales cuando cumplan 40 años (lo que dejaría a España sin nucleares en 2028) o los que directamente quieren que no se renueven las actuales licencias de explotación (lo que adelantaría el apagón nuclear total a 2024).

“Es necesario evitar el cierre prematuro de centrales no emisoras (nucleares)”, dice la fundación en su documento. “En cuanto a las plantas con elevadas emisiones (carbón), si a pesar de estar las emisiones totales limitadas se deseara imponer medidas específicas, estas debieran estar orientadas a limitar sus horas totales de operación, garantizando su respaldo en las pocas horas en que fueran necesarias para asegurar el suministro”.

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