El fondo americano Cerberus, en conversaciones con Weston Hill para adquirir iDental, ha fichado a Deloitte para realizar la due diligence de la compañía y valorar el precio, así como posibles contingencias a las que tendría que hacer frente, dada la crítica situación de la cadena dental, próxima a la suspensión de pagos.
Senén Touza, conocido por haber reflotado Pescanova y ser nombrado administrador judicial de Vitaldent, forma parte del equipo que está llevando a cabo el análisis de la empresa, confirman a El Independiente fuentes próximas al proceso. Deloitte ha declinado hacer comentarios.
Touza, desde 2008 socio de due diligence en el departamento de financial advisory de Deloitte, tomó en marzo de 2016 las riendas de Vitaldent, días después de que su presidente, Ernesto Colman, y el resto de la cúpula fuesen detenidos por delitos contra la Hacienda Pública, blanqueo de capitales, falsedad documental, estafa, apropiación indebida y organización criminal. Unos meses más tarde, en octubre de ese año, Javier Botín se hizo con Vitaldent a través de su fima de JB Capital por 18,5 millones de euros.
Hasta que se hizo efectiva la operación, Touza fue quien administró un entramado compuesto por más de 50 sociedades que, sólo en España, contaba con 350 clínicas y 5.500 trabajadores.
Un par de años antes, el ejecutivo ejerció como administrador concursal de Pescanova, un complejo proceso en el que se enfrentó a falta de liquidez, deuda oculta y un proceso penal.
En ambas operaciones, Senén ha operado junto a Santiago Hurtado, socio de Legal de Deloitte, en el equipo de reestructuraciones e insolvencias. En esta ocasión, Senén está colaborando con varios socios del área de Due Diligence de la consultora.
Tal como adelantó este medio, Cerberus, que a finales del año pasado adquirió el negocio inmobiliario de BBVA por 4.000 millones de euros, negocia comprar iDental, que atraviesa una situación financiera insostenible.
Dos rescates en seis meses
El pasado mes de octubre, el fondo de inversión Weston Hill, controlado por Luis Sans, compró la cadena de clínicas dentales low cost iDental por 25 millones de euros. La operación supuso la entrada en la compañía de 10 millones de euros en efectivo en el balance y 15 millones se destinaron a la amortización de la deuda acumulada.
Cinco meses después del cambio de titularidad, la compañía dental no remonta. Mientras la deuda del empresario aumenta, se multiplican las demandas de pacientes afectados y cientos de trabajadores sufren retrasos en las nóminas, Cerberus ha visto la oportunidad de hacer un buen negocio, adquiriendo la compañía por un precio muy inferior al pagado por Weston Hill a finales del año pasado.
Si finalmente se cierra la operación, Cerberus, que controla Haya Real Estate -plataforma inmobiliaria que gestiona activos inmobiliairos de Sareb, Bankia y BBVA- competirá en el negocio dental con Javier Botín, que en octubre de 2016 compró Vitaldent a través de su firma JB Capital, y con el fondo Portobello Capital, que en el último año ha comprado Unidental, Láser 2000, Grupo Clínico Dental Dr. Senís, Plénido y Avandent, creando un grupo con cerca de 300 clínicas.
Te puede interesar
-
Repsol gana 1.792 millones, un 36% menos por el precio de los hidrocarburos
-
Amazon tira el precio de la pistola de masaje muscular perfecta para recuperarse de cualquier lesión
-
Sergio Palavecino, nuevo director financiero de Banco Sabadell
-
Norrsken House Barcelona celebra su primer año como catalizador del ecosistema de impacto en Europa
Lo más visto
- 1 Lecciones de un drama humano que todos deberíamos aprender
- 2 ¿Por qué la DANA que arrasó Valencia no tenía nombre?
- 3 La carta de la presidenta del CSIC sin respuesta del Gobierno
- 4 ¿Cuál es el Mejor Magnesio para los músculos? Estas son las 10 mejores marcas en 2024
- 5 Jugarse la vida por el coche: noche trágica en un puente de Paiporta
- 6 Un debate intoxicado que ningunea a las víctimas de la DANA
- 7 La peor DANA del siglo: ¿quién tiene la culpa?
- 8 La visita de Delcy Rodríguez acorrala a la cúpula de Interior
- 9 España cerrará sus centrales nucleares en once años... mientras el mundo aspira a duplicarlas