Economía

S&P alerta a los inversores: la capacidad de pago de Cataluña está en riesgo

La agencia, que elevó en marzo la nota que da a España a máximos de 2012, mantiene en perspectiva negativa la calificación de Cataluña, situada en niveles de 'bono basura'.

Manifestantes con banderas independentistas en una reciente concentración en Barcelona. | EFE

Las buenas nuevas de las agencias de rating hacia España no logran atravesar la frontera catalana. Si la deuda del país ha logrado enlazar hasta cuatro mejoras de calificación desde el inicio de 2018, Cataluña queda aislada de ese optimismo general, a causa de la incertidumbre política que la envuelve.

Así se desprende de la última nota elaborada por S&P sobre la región. La agencia, que el pasado marzo elevó el rating que otorga a la deuda española a su nivel más alto desde 2012, ha decidido mantener sin cambios la nota de la deuda catalana, que se sitúa en B+, una calificación reservada a títulos de alto riesgo (los denominados bonos basura), que se ubica hasta siete escalones por debajo de la media nacional. Además, la firma mantiene esta nota en perspectiva negativa, con vistas a una nueva próxima rebaja.

S&P justifica esta decisión en el hecho de que "las disputas políticas y las acciones legales hacen que el momento de la designación de un nuevo gobierno catalán sea incierto. En consecuencia, carecemos de visibilidad sobre si las relaciones entre el nuevo gobierno catalán, una vez formado, y el gobierno central de España pueden volverse cada vez más tensas, o por el contrario, si el conflicto político podría atenuarse".

Para los analistas de la agencia, esta situación supone un riesgo considerable para la capacidad de pago de Cataluña, una región que en los últimos años ha precisado de un significativo soporte por parte de las finanzas del Estado para hacer frente a sus obligaciones.

La nota de Cataluña se encuentra siete escalones por debajo de la calificación del Estado

"Continuamos viendo tal inestabilidad política como un factor de riesgo para la coordinación fluida entre los dos gobiernos, que en nuestra opinión es esencial para el pago puntual o la refinanciación de las obligaciones de deuda de Cataluña, incluida la deuda a corto plazo", advierten.

En los últimos meses han sido frecuentes los avisos de S&P sobre los riesgos que se derivan para Cataluña de la incertidumbre desatada por el desafío independentista. La agencia ya recordaba el pasado octubre que la región tiene una elevada dependencia del dinero del Estado y subrayaba el peligro de que la economía catalana se sumergiera en recesión.

Transcurrido medio año desde entonces, la firma sigue observando un grado de incertidumbre muy elevado que eclipsa las perspectivas de mejora económica. Por eso, mantienen abierta la posibilidad de una rebaja de la calificación de Cataluña, hasta que "tengamos mayor claridad sobre la postura política de Cataluña". Algo que, sin embargo, creen que puede prolongarse: "La resolución puede requerir más de tres meses debido a la situación política cambiante e incierta de Cataluña".

Contraste

Esta visión contrasta con la positiva lectura que hacía S&P el mes pasado de las condiciones económicas en España. La agencia subrayaba entonces "la fortaleza del desempeño económico del país, acompañado de un sólido superávit en la cuenta corriente y una consolidación presupuestaria constante".

No obstante, sí reconocía entonces los riesgos inherentes a la situación en Cataluña. "El riesgo de crédito más importante que vemos es que las tensiones relacionadas podrían llevar a una caída sostenida de la confianza empresarial y del consumidor, especialmente en Cataluña. Sin embargo, si bien la actividad económica en Cataluña cayó en el último trimestre de 2017, un fuerte impulso en el resto de España ha compensado con creces la debilidad económica temporal en Cataluña", apuntaban.

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