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Audi reconoce irregularidades en los motores diésel de 60.000 vehículos A6 y A7

La compañía ha frenado la comercialización de los vehículos equipados con el motor afectado y asegura que ofrecerá una solución para los vehículos ya vendidos por todo el mundo.

Audi A6.

El escándalo de los motores diésel no cesa. Este martes ha sido Audi, marca del grupo Volkswagen, el que ha reconocido la existencia de irregularidades en el software que controla las emisiones de una gama de motores instalados en sus vehículos A6 y A7.

Según ha explicado el fabricante alemán de vehículos de alta gama, estas deficiencias han sido detectadas en los motores V6 TDI Gen2 evo EU6 con una potencia de 200 kW y actualmente estarían afectados unos 60.000 vehículos en todo el mundo, con la excepción de los Estados Unidos.

Tras informar a la Oficina Federal de Transporte Automovilístico (KBA) y a las Autoridades de homologación de Luxemburgo de las irregularidades, Audi ha decidido interrumpir la comercialización de vehículos equipados con estos motores. Asimismo, la compañía se ha comprometido a ofrecer una actualización del software que pueda subsanar el problema.

Audi ya tuvo que llamar a revisión 850.000 vehículos con motores diésel en el verano de 2017

La reacción de Audi se produce después de que el diario germano Der Spiegel informara de la existencia de un software ilegal en el motor para manipular las emisiones, ya que apaga el sistema de limpieza conforme se va terminando el AdBlue, que es la disolución de urea utilizada para reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) causadas por los escapes de los motores diesel.

Esta no es la primera vez que Audi se ve implicada en el escándalo de los motores diésel, que ha golpeado a la práctica totalidad de los fabricantes alemanes desde que en septiembre de 2015 Volkswagen protagonizó el primer y más sonado caso de manipulación de emisiones. El pasado febrero, las autoridades alemanas registraron la sede de Audi por investigaciones relacionada con este asunto. Y en el verano de 2017, la compañía anunció una llamada a revisión de 850.000 vehículos de la marca con motores diésel.

La sucesión de escándalos en torno al diésel ha situado esta tecnología en el punto de mira de los reguladores, que han puesto en cuestión el futuro de esta tecnología. No obstante, algunos avances tecnológicos recientes apuntan a una fuerte reducción de sus emisiones nocivas, lo que, si se confirma, podría auspiciar un nuevo impulso de los vehículos diésel, al menos hasta que se generalice la implantación de los motores eléctricos.

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