Economía

El petróleo acelera a nuevos máximos de cuatro años tras la ruptura entre EEUU e Irán

El barril de Brent alcanza los 77 dólares por barril por primera vez desde 2014, tras escalar más de un 70% en los últimos once meses, mientras el mercado sopesa el impacto de las nuevas restricciones a las exportaciones iraníes.

Plataforma petrolera en Irán.

Nueva vuelca de tuerca a la escalada del petróleo. Los precios del barril de Brent establecen este miércoles nuevos máximos de cuatro años por encima de la barrera de los 77 dólares, mientras que el barril de West Texas rebasa el nivel de los 71 dólares. Ambos firman avances próximos al 3% como reacción a la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de romper el acuerdo internacional que mantenía el país con Irán desde 2015. Esta decisión irá seguida en los próximos meses de nuevas sanciones para bloquear las importaciones de petróleo iraní.

De este modo, la cotización del petróleo recibe un nuevo impulso que estira una escalada que ya ha llevado a encarecerse el barril más de un 15% en 2018 y por encima del 70% en los últimos once meses. La incertidumbre geopolítica en Oriente Medio ha sumado un nuevo factor a los que ya venían propiciando el continuo encarecimiento del petróleo, como son la crisis de Venezuela -y su consiguiente pérdida de capacidad productiva-, las restricciones a la oferta por parte de los países de la OPEP y Rusia y la fuerte demanda internacional, en un contexto de sólida recuperación económica.

Pese a esta reacción, los expertos se muestran escépticos sobre los resultados que puedan llegar a cosechar las nuevas sanciones estadounidenses. Actualmente se estima que Irán exporta 2,5 millones de barriles de petróleo al día y las estimaciones preliminares auguran que esta cifra podría reducirse entre 400.000 y 500.000 millones.

"Para que las sanciones tengan algún efecto en reducir aún más el suministro mundial de petróleo, deben aplicarse de manera extraterritorial, es decir, las normas diseñadas por los Estados Unidos deben ser capaces de comprometer de forma creíble a entidades extranjeras con negocios con Irán", explica Nitesh Shah, analista de ETF Securities.

Las estimaciones preliminares cifran en unos 500.000 los barriles diarios que podrían verse afectados por las sanciones

En este sentido, no existen evidencias de que países como China, India o Turquía tengan previsto respaldar el nuevo bloqueo a las exportaciones iraníes, una vez que tampoco se conocen pruebas fehacientes de que Irán haya violado los términos del acuerdo establecido en 2015, cuando la Casa Blanca estaba ocupada por el predecesor de Trump, Barack Obama. Sin embargo, Estados Unidos podría recurrir a medidas como las que aplicaba antes de aquel acuerdo a las entidades extranjeras que comercializaran con Irán, prohibiendo transacciones en dólares y vetando la posibilidad de hacer negocio en el mercado estadounidense a las compañías implicadas.

A falta de evidencias de un respaldo generalizado a las sanciones -incluso a falta de conocer cómo se estructuran esas restricciones y cuándo entran en vigor- los expertos no creen que este factor vaya a suponer un factor que eleve los precios actuales de forma significativa y duradera. "Lo que sí está claro es que la decisión estadounidense servirá como soporte de esta variable, que pensamos será complicado que en el corto plazo sufra nuevas caídas", apuntan en Link Securities.

Sin embargo, la situación podría llegar a resultar más grave para el mercado del petróleo si la ruptura entre Estados Unidos e Irán es interpretada como un factor de desestabilización de la región Oriente Medio. Así lo sostienen los analistas de Nomura: "Una de las razones por las que los mercados financieros y el sentimiento empresarial podrían responder desproporcionadamente se relaciona con las preocupaciones del mercado de que un retiro de los EEUU del acuerdo indicaría un aumento general del riesgo en Oriente Medio".

En opinión de los analistas del banco japonés, "aunque Irán generó solo el 5% de la producción anual de petróleo en 2017, un conflicto en Oriente Medio podría perturbar el suministro de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Irak y Qatar, que en conjunto representaron el 26% del suministro mundial".

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