Madrid se ha convertido en los últimos años en una de las plazas de mayor crecimiento del negocio del alquiler de pisos turísticos. Con plataformas online como Airbnb, HomeAway o Wimdu como intermediarios, la demanda de los viajeros de alojamiento en viviendas y la oferta de pisos turísticos no han dejado de crecer.
Hace tres años, a principios de 2015, la oferta de alquiler turístico de la ciudad de Madrid rondaba los 5.000 pisos anunciados (unas 3.000 viviendas completas y 2.000 habitaciones). Aunque la oferta oscila de un mes a otro, dependiendo de la temporada, el tamaño se ha triplicado en estos tres últimos años.
El mes pasado, Airbnb –el gigante del alquiler online y que concentra el 80% del negocio- disponía de anuncios de más de 15.000 pisos de uso turístico. En concreto, eran más de 10.300 viviendas completas, casi 4.800 habitaciones privadas e incluso más de 200 habitaciones compartidas, según los datos detallados que maneja Airdna –una web que analiza la oferta de pisos en Airbnb en ciudades de todo el mundo- y los que ha tenido acceso El Independiente.
Más de 100 euros por noche
En estos tres años no sólo ha crecido el tamaño de la planta de pisos en alquiler, también lo han hecho los precios a los que se comercializan las viviendas. Y es que el precio medio de los pisos turísticos (en este caso se tiene en cuenta sólo el de las viviendas completas) se sitúa actualmente en los 108 euros por noche, superior a la tarifa media de 83 euros de los hoteles madrileños el mes pasado.
La tarifa media alcanzada por las viviendas turísticas refleja la escalada experimentada y que se ha traducido en una subida de en torno al 50% de los precios, desde los niveles de entre 70 y 75 euros por noche que se registraban en los pisos turísticos de Madrid a principios de 2015.
Carmena quiere desinflar el boom
Con este escenario, el Ayuntamiento de Madrid se ha propuesto poner freno al peligro de una turistificación extrema algunas zonas de la capital, singularmente el distrito Centro. El equipo de Manuela Carmena trabaja en una nueva normativa para prohibir por completo en el distrito centro y en otros distritos aledaños el cambio de uso de edificios residenciales para convertirlos en alojamientos vacacionales (ya sea hoteles o pisos turísticos).
Y es que los datos alertan de que los barrios centrales de Madrid están al borde de la saturación. Del total de oferta de Madrid que se anuncia en Airbnb, entre 8.200 y 8.500 pisos turísticos se encuentran en las calles del distrito Centro capitalino. Más de 2.100 en el barrio de Embajadores, casi 1.700 en el de Universidad, más de 1.300 en Palacio, más de 1.200 en Sol…
Con las nuevas restricciones que se preparan, el Ayuntamiento calcula que podrán quedar ilegalizados cerca del 95% del total de los pisos turísticos que hoy se ofrecen en alquiler en el centro, ya que se pretende exigir que las viviendas turísticas tengan un acceso independiente al del resto de vecinos (un requisito ya vigente en la norma actual pero que en la práctica no se aplica).
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