Al preguntarle a Daniel Seijo a qué se dedica, le da la risa. "Nunca sé qué responder", confiesa el consejero delegado de Meneame, el agregador de noticias más popular en España. "Invento cosas que solucionan problemas en el mundo de la comunicación digital", resume este ingeniero informático en el espacio de oficinas de coworking de Vallecas en el que recibe a El Independiente.
Este gallego de 35 años, que dirige un grupo con 20 empleados fijos y otros tantos colaboradores, lleva dos años al frente de Menéame, una plataforma con más de 200.000 usuarios diarios y 20 millones de páginas vistas al mes. "Menéame es el sitio que agrega las mejores noticias que aparecen en internet", explica el propio Seijo. Nació con esa filosofía en 2005, "cuando empezaba a haber mucho contenido interesante pero no tenías forma de encontrarlo". Entonces no se usaban ni Facebook, ni Twitter ni había smartphones, recuerda Seijo, que empezó su primer blog con 19 años. Su primera empresa la montó dos años después "con 14 euros que me dolieron, porque era estudiante y eso significaba tres copas menos el fin de semana". Sus compañeros de la facultad de Santiago le decían "déjate de webs y vete a trabajar a Inditex, no pierdas el tiempo con estas chorradas". Y añade: "Yo creo que hay quien emprende para hacer lo que le gusta y quien emprende para arreglar algo que no le gusta, yo soy de estos últimos".
Como no le gustaban los medios que veía en internet, decidió montar el suyo y abrió Diario Motor, que ahora se disputa el honor con Autobild (del gigante alemán Axel Springer) por ser la web de automóviles más leída en España. También es suya la web quecochemecompro.com, un comparador de ofertas de automóviles.
Princesa por sorpresa
Reconoce Seijo que en 2005, cuando empezó con su primera web de coches, "no sabíamos de nada, éramos unos pringaos..." Jugaba a su favor entrar en el momento justo: "No había nada parecido en aquel momento", así que se lanzó a emprender aunque no tuviera muy claro ni qué era una empresa. "Cuando estaba estudiando, a nadie de mi entorno se le ocurría ser emprendedor porque con 15 años no conocíamos a nadie que lo fuera, no había referentes". En su familia, ni siquiera hay un autónomo.
Como sus webs le sabían a poco, Seijo también montó un fondo de inversión para ayudar a start ups (aunque ya no está vinculado al día a día). Y aunque le ha ido bien, advierte de que es un error transmitir la idea de que esto de emprender es sencillo. "Tienes que ser un poco masoquista y gustarte mucho lo que haces, pero no es algo que se pueda forzar. Es como tocar el piano, que por mucho que te empeñes sin las habilidades para ello no vas a poder".
"Para ser emprendedor tienes que ser un poco masoquista y gustarte mucho lo que haces"
Ponerse hace dos años al frente de Menéame fue como ser "princesa por sorpresa", bromea. "De repente tenía mucha visibilidad, era como un sueño coger un proyecto con los valores por los que llevaba peleando desde los 19 años". Fue gracias a que su socio, Domingo Remojón (al que llama Remo), asesor contable, tenía mucho contacto con Ricardo Galli y Benjamín Villoslada, los fundadores de Menéame. "Ellos querían pasar página del proyecto y buscaban a alguien que compartiera los valores detrás de Menéame y no la viera como una máquina de generar dinero sino como una comunidad, que tuviera la posibilidad de comprar una parte (no matiza cuánta). Tenía que ser también alguien lo suficientemente loco para meterse en esto". Seijo reunía todas las características. Y junto a su socio Remo, comparte ahora silla en el Consejo de Administración de la compañía junto a los dos fundadores y el inversor tecnológico Martin Varsavsky. El nuevo consejero delegado de 35 años dice que tiene suerte con sus socios: "no me dan la lata".
Habrá cambios en Menéame
Menéame es una plataforma donde los usuarios registrados pueden compartir contenidos. "Nació con la idea de agregar lo más importante para no tener que ir a todas las portadas de todos los medios y blogs interesantes a buscar qué hay. Es una especie de portada de internet votada por los usuarios. Lo más interesante es que no hay un interés oculto que elige la portada, yo no puedo elegir lo que muestra la portada de Menéame, son los usuarios los que votan".
Sin embargo, a la pregunta de si cuando entra en Menéame realmente cree que allí se encuentra de verdad lo más importante de la web, el propio consejero delegado de la plataforma reconoce que "Ya no". Y explica: "Ha habido muchos cambios desde la idea inicial de 2005. Menéame ha cambiado para convertirse en una selección de cierto tipo de noticias que está muy bien pero, bajo mi punto de vista, ha perdido la vocación de universalidad. Es más una herramienta complementaria, y tiene sentido porque no puedes competir con Facebook y con Twitter".
¿Dirías que es sesgada? "Sí, pero no con un sesgo político, sino un sesgo del tipo de noticias que interesan. Es una comunidad muy crítica, que está de vuelta de todo, que no quiere que le tomen el pelo con obviedades. Eso hace una selección que deja fuera cosas que podrían interesar a más gente. Si España gana el Mundial, eso no es portada de Menéame. No digo que esté mal. La comunidad no lo incluye porque eso está en todas partes, aunque un usuario nuevo podría sorprenderle no enterarse de algo así".
Seijo ve "una tensión entre usuario habitual y usuario nuevo" y reconoce que le gustaría hacer algo al respecto, para evitar que los recién llegados se pierdan en la maraña de normas internas de Meneame como eso que en la plataforma se llama karma, un complejo sistema de puntuación variable que identifica a cada usuario y da más poder de visibilizar sus noticias a los veteranos penalizando a los recién llegados. "Nos gustaría mantener lo que hay", pero no descarta "hacer cambios para ampliar la base de usuarios y convertirla en una herramienta más universal".
Seijo no descarta "hacer cambios en Menéame para ampliar la base de usuarios y convertirla en una herramienta más universal"
Otro problema que Seijo identifica en Meneame es "la experiencia de usuario frente a Facebook y otras aplicaciones". Al fin y al cabo, es una micropyme que quiere medirse con los gigantes mundiales de las redes sociales. Entre las barreras para lograrlo está su modelo de negocio. "Es muy complejo", reconoce el consejero delegado. "Menéame se dirige a las mismas marcas en el contexto publicitario que Facebook, Twitter o Google, con la diferencia de que ellos tienen equipazos de talla mundial trabajando en experiencia de usuario y nosotros somos una micropyme. Y aunque tengamos más de 20 millones de páginas vistas al mes eso es una minucia en comparación a Facebook".
¿Podemos esperar cambios en el modelo de negocio de Meneame? "Sí", responde tajante Seijo. Aunque reconoce que a la comunidad de esta plataforma no le gustan los cambios (el diseño de la página ha cambiado muy poco en la última década), anuncia reformas, en parte porque el rendimiento por página que obtiene de Menéame es mucho más bajo en rentabilidad publicitaria que sus otras webs y estudia cambios al respecto: "Uno de nuestros proyectos para este año es probar. No hay solución mágica, hay que ir haciendo pruebas. Yo no creo en el modelo de pago por plataforma. Si quieres competir siendo un herramienta masiva, es difícil hacerlo cobrando. No significa que no hagamos una solución híbrida en el futuro con ciertos contenidos de valor añadido que sean de pago. Aunque no me gustaría, prefiero que lo pueda usar todo el mundo".
Menéame va a experimentar con una especie de escaparate de venta de productos. "Como una teletienda"
Entre las pruebas que va a experimentar el nuevo Menéame es una especie de escaparate de venta de productos. "Como una teletienda, pero tenemos que buscarle aún el nombre", explica Seijo. En vez de anunciar marcas, crearían una solución de venta directa. "Lo están haciendo ya muchos medios". Para la venta de productos, seguramente la plataforma se asociaría con gigantes del comercio online como Amazon. ¿Eso no se parece mucho a aquello de cambiar el mundo plantándole cara a los poderosos del sistema? "Es una buena pregunta", responde seguramente para ganar tiempo. "Realmente nosotros queremos cambiar el sistema de acceso a noticias, no de modelos de negocio de publicidad. Desde ese punto de vista no podríamos trabajar con nadie del sistema. También el servidor de Menéame está en Amazon".
Cámara de eco
Además, la plataforma también estudia cambios en la organización de la página porque reconoce que no hay pluralidad en la página: "No es una comunidad muy abierta a nuevos usuarios, incluso hay mucho sesgo de cámara de eco. Solo porque seas nueva a lo mejor tu noticia no se valora igual. Y eso es una característica típica de las comunidades. Nuestro reto debería ser generar una apertura a nuevos usuarios que no estropee lo que ya hay. No queremos abrirlo y cargarnos los valores que tiene". ¿Es la paradoja del garito que cuando se pone de moda deja de gustar a los de siempre? "Es una mezcla de eso más la complejidad tremenda que costaría hacer el garito grande".
"Menéame no es una comunidad muy abierta a nuevos usuarios, hay mucho sesgo"
La cámara de eco es eso que el experto en la web Eli Parisier llamó Filtro burbuja. En su libro así titulado explica que la manera de informarnos que tenemos en internet fomenta que siempre nos encontremos con aquello que nos da la razón en vez de cuestionar o ampliar nuestro punto de vista. Con el elocuente subtítulo Cómo la red decide lo que leemos y lo que pensamos, el libro de Parisier explica que si delegamos la selección de noticias a los algoritmos (y ahí no solo entran los grandes como Google y Facebook, también Menéame), viviremos en un universo de información personalizada, una especie de burbuja a la que solo accederán las noticias que se ajustan a nuestros intereses y preferencias. Esa potencial limitación de nuestra exposición a ideas, opiniones y realidades ajenas a nuestros prejuicios es lo que preocupa a Seijo, que desde que a los 15 años empezó a navegar por internet lo entendió como "una herramienta para facilitar el flujo de ideas e información que no dependiera solo de unas pocas manos". Sin embargo, se da la paradoja de que él también contribuya a la cámara de eco que quiere combatir.
"Cuando un banco es condenado va a ser noticia, pero cuando ocurre algo a favor de un banco no aparece como noticia en Menéame", explica Seijo. "Es una característica muy humana que estas plataformas ponen de manifiesto: vamos a las web a confirmar nuestros prejuicios, no a informarnos". Y dado el espíritu crítico de la comunidad que compone Menéame, las noticias antiestablishment funcionan mejor. ¿Cómo solucionar la cámara de eco? "Es muy complicado, pero nos gustaría".
Desde el 1 de enero de 2015, fecha en la que entró en vigor el polémico canon AEDE o tasa Google, que pretendía cobrar por enlazar artículos, Menéame está en guerra con la Asociación de Editores de Diarios Españoles, AEDE. Aunque lleva tres años sin aplicarse, en parte por el cierre de Google News en 2014, que era el principal servicio al que iba destinado el canon, Menéame sigue en el punto de mira. La comunidad de usuarios de la plataforma reaccionó vetando desde entonces a los principales medios online. No se encuentran por tanto enlaces a contenidos de Elpais.com, elmundo.es, Europapress o abc.es, entre otros, vetadas en la plataforma por los propios usuarios por considerar que eran los que impulsaron esta ley.
"Yo estoy en contra tanto de la ley como del boicot, pero es decisión de la comunidad", explica el consejero delegado, que calcula que a raíz del veto los principales medios perdieron hasta un 9% del tráfico de sus páginas que generaba Menéame. No le gusta que se excluya a ningún medio porque su objetivo es ganar pluralidad de los mejores contenidos. Pero es vehemente en su crítica a la ley: "La paradoja es que nos exigen dinero por enlazar contenidos que no estamos enlazando", afirma. "¿Qué es un agregador de noticias? ¿Mi cuenta de Twitter o un blog es un agregador también?". E insiste en su argumento: "No tiene sentido cobrar por enlazar, porque en internet lo que todo el mundo quiere es que te deriven tráfico. El canon de la AEDE es como aprobar una ley que diga que la gravedad va hacia arriba".
El canon para cobrar por enlazar en internet es como aprobar una ley que diga que la gravedad va hacia arriba"
Aunque las fake news también le preocupan, no considera que sea uno de los problemas que afecte especialmente su plataforma. "Cualquiera puede crear un medio tóxico basado en bulos", advierte, pero Menéame tiene un sistema para detectar bulos con un equipo de moderadores voluntarios. "De forma muy puntual se han borrado noticias en portada que hemos concluido que eran falsa y lo hemos explicado editorialmente". Como el sistema de Menéame da mucho poder a los votos negativos son los propios usuarios los que detectan y expulsan estos contenidos.
De Facebook a Forocoches
"Facebook trata de monopolizar la comunicación entre personas y lo hace razonablemente bien", afirma Daniel Seijo, a quien la crisis reputacional que experimenta la empresa de Mark Zuckerberg desde el escándalo de Cambridge Analytica le parece "necesaria". Revela también un cambio de tendencia en el sector: "Los que tenemos la vena tecnoutópica tendemos a pensar que la tecnología es positiva, neutra y que no es nuestra responsabilidad lo que luego ocurra con ella. Yo en los últimos años he pasado a pensar lo contrario. Como plataforma tenemos mucha responsabilidad sobre lo que ocurre. La tenemos en Menéame, pero es que en una escala mucho mayor la tienen Facebook y Twitter... Y gracias a esta crisis de reputación Mark Zuckerberg parece que empieza a asumirla al menos de forma pública".
No solo hace "totalmente" responsable a Facebook de la circulación de fake news y permitir contenidos con discursos de odio, también cree que Menéame tiene "su porcentaje de responsabilidad a escala, aunque si yo tuviera la millonésima cantidad de recursos que tiene Zuckerberg invertiría el triple que él en ello. Aunque no tengamos la responsabilidad legal, tenemos la responsabilidad social".
"La responsabilidad que tenemos las plataformas es tan grande que tenemos que ser más maduras que los medios"
¿Y es también responsable Forocoches de que se haya publicado y amplificado en este foro información de la víctima de La Manada (por citar la última polémica de las muchas que acompañan al mayor foro online en España)? "Es un tema muy complicado, porque por una parte Forocoches tiene mucha responsabilidad y debería hacer muchos cambios para no permitir que sucedan cosas que ocurren ahí", apunta.
"Sin embargo, precisamente en la filtración de datos ha actuado borrando los datos en cuanto han aparecido. No me gusta hacer de abogado del diablo, pero tampoco creo que se pueda pedir que se cierre una plataforma por este motivo". Y matiza a continuación: "La responsabilidad moral como plataforma la puede tener Forocoches, pero la legal la tienen los dos medios que filtraron inicialmente la información. Sin embargo, creo que la responsabilidad que tenemos las plataformas es tan grande que tenemos que ser más maduras que los medios".
La solución que ve Seijo para que "esos errores no se repitan" es "generar una comunidad menos nociva, evitando actitudes de caza de brujas, de filtrado de datos, o de CSI, que es como denominan internamente buscar los datos disponibles de una persona. Son cosas que no deberían permitirse como plataforma y que si se permiten terminan derivando en pasarse de la raya".
"La comunidad de Menéame no es como la de Forocoches, es muy respetuosa con todo lo relativo al filtrado de datos personales, es muy crítica y muy políticamente correcta ante el discurso de odio. Ahí hay diferencias y creo que eso es un punto a favor de Menéame, aunque no quita que tengamos mucho que mejorar".
Seijo cobra cero euros de Menáme: "Nos gastamos los 100.000 euros que facturamos al año nos en abogados y servidores"
Cuando recientemente Daniel Seijo participó en una mesa redonda de la Comisión Europea que analizaba precisamente estas cuestiones, su consejo fue evitar la tecnología para la censura. "No es un problema tecnológico, es un problema de comportamiento social. La detección de lo que es un contenido legal o ilegal o contenido de odio es muy complicada. Nosotros estamos en juicios precisamente por lo complicado de trazar esa línea de la libertad de expresión que defendemos".
"Si en Menéame hay linchamientos es contra personas públicas, normalmente vinculadas a casos de corrupción". De hecho, uno de los juicios que tiene Menéame es porque uno de sus usuarios llamó "hijo de puta" y "corrupto" a un político condenado por corrupción que posteriormente les denunció por difamación. ¿Dónde empieza y donde acaba la libertad de expresión?
Su cargo de consejero delegado de Menéame le reporta a Seijo cero euros. "Nos gastamos los 100.000 euros que facturamos al año en abogados y servidores", detalla. Lo que le permite pagar los sueldos del equipo son sus otras webs. ¿Por qué entonces se ha metido en este lío entonces con una plataforma como esta? "Por principios", concluye. "Menéame es un ejemplo de cómo la tecnología puede cambiar un medio de comunicación".
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