Economía

En cuatro meses

La sombra del 'dieselgate' le cuesta 12.000 millones en bolsa al fabricante de Mercedes

Las acciones de Daimler se sitúan en su nivel más bajo desde septiembre entre noticias que apuntan a que tendrá que llamar a revisión 720.000 vehículos por la manipulación de sus emisiones

La sombra del 'Diselgate' le cuesta 12.000 millones en bolsa al fabricante de Mercedes.
Vehículo Clase C de Mercedes.

Casi tres años después de que estallara el escándalo, el dieselgate sigue causando estragos entre los fabricantes de vehículos alemanes. Tras Volkswagen, la sombra de la sospecha ha ido calando sobre la práctica totalidad de las marcas germanas y ahora es Daimler el que padece con mayor intensidad la amenaza de la crisis.

La prensa alemana ha informado en los últimos días de que las autoridades alemanas están investigando la posible manipulación por parte del fabricante de Mercedes de los mecanismos de control de las emisiones nocivas. Según estas informaciones, la KBA, el organismo supervisor de la industria, estaría planteándose forzar a Daimler a llamar a revisión entre 600.000 y 720.000 vehículos Mercedes de los modelos Clase S, Clase G y Vito, equipados con motores de 1.600 centímetros cúbicos,  OM622 y OM626.

Aunques los motores bajo sospecha son fabricados por Renault, las informaciones apuntan a que Daimler los habría modificado tras su adquisición. Desde el fabricante alemán han asegurado que mantienen un constante intercambio de información con la KBA, pero aseguran que no han recibido ninguna petición formal de retirar vehículos de la carretera. La compañía, que ya se ha visto golpeada por este tipo de sospechas en ocasiones anteriores, ha tachado ésta, como anteriores informaciones similares, de meras especulaciones.

Sin embargo, en los mercados la noticia vertía un jarro de agua fría sobre la cotización de Daimler, que se sufría este lunes recortes superiores al 1% y se situaba en sus niveles más bajos desde el pasado mes de septiembre. "El impacto de esta noticia debería ser negativo ante los posibles costes asociados a la retirada de vehículos de confirmarse la infracción", apuntan los analistas de Bankinter. El grupo estira así su débil evolución bursátil, que se ha traducido en una pérdida de casi el 15% de su valor en los últimos cuatro meses. De este modo, la capitalización de la matriz de Mercedes ha visto reducirse su capitalización al entorno de los 68.800 millones de euros, frente a los cerca de 81.000 que reflejaba a finales del pasado mes de enero. La compañía pierde así la estela de Volkswagen en su pugna por ser el mayor fabricante europeo en bolsa.

Una multa equivalente a la de Volkswagen apenas alcanzaría, en el caso de Daimler, los 1.600 millones

También en Banco Sabadell creen que, a falta de más detalles, las nuevas sospechas sobre la manipulación de motores diésel presentan un sesgo negativo para Daimler. No obstante, los analistas del banco se muestran escépticos respecto a la posibilidad de que estas noticias deriven en multas de calado para el fabricante, "máxime cuando dos años y medio después del Dieselgate de Volkswagen, ningún otro fabricante ha sido condenado pese al fuerte escrutinio por parte de los reguladores".

Desde la entidad observan que, "si finalmente se demostrase la culpabilidad de Daimler, el elemento más sensible sería EEUU (algo que a día de hoy parece poco probable). El número de vehículos diésel vendidos allí no superaría los  50.000, y si todos los vehículos vendidos estuviesen afectados (algo que en principio descartamos, ya que los modelos comentados no tienen una gran masa crítica en EEUU) su efecto sería claramente inferior al que vimos en Volkswagen". Según sus cálculos, una multa equivalente a la que recibió Volkswagen supondría, en el caso de Daimler, una sanción próxima a los 1.600 millones de euros.

Daimler añade, en cualquier caso, estos nuevos problemas a los derivados de la difícil transición al vehículo eléctrico. El grupo alemán ya reconocía recientemente que existen serias dudas sobre la rentabilidad a corto plazo de las fuertes inversiones que, como el resto del sector, está realizando para acelerar su transición hacia el vehículo del futuro. El fabricante de Mercedes se muestra como uno de los más firmes críticos de la creciente tendencia a las restricciones a la circulación de los vehículos equipados con motores diésel y aboga por su mejora.

En este sentido, la compañía Bosch presentaba recientemente una mejora capaz de reducir drásticamente las emisiones nocivas de los motores diésel y que, de confirmarse, podría insuflar un nuevo futuro a la tecnología diésel, frenando, asimismo, la implantación del vehículo eléctrico.

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