S&P respalda el legado de Rajoy: la recuperación se debe en gran medida a sus reformas

Mariano Rajoy se ha despedido este lunes de la primera línea política. Tras la caída de su Gobierno el pasado viernes, por la moción de censura interpuesta por el PSOE y que ha llevado a Pedro Sánchez a ocupar el Palacio de La Moncloa, el líder gallego ha anunciado su intención de dejar de liderar en los próximos meses el Partido Popular.

En su mensaje, Rajoy ha aprovechado para hacer un repaso de los logros obtenidos por su Ejecutivo a lo largo de los últimos seis años, haciendo hincapié en las mejoras económicas cosechadas en este periodo y que han llevado a España de ser un país al borde del colapso financiero a convertirse en principal referente de la mejora económica en Europa.

Estos méritos le han sido muchas veces discutidos al actual Gobierno y se han calificado como simple resultado de las mejores condiciones exteriores, favorecidas, entre otras causas, por las acciones de estímulo puestas en marcha por el Banco Central Europeo (BCE). Sin embargo, desde la agencia de calificación S&P han lanzado este mismo martes un informe en el que deja clara su consideración de que las políticas puestas en marcha por Rajoy y sus compañeros de Ejecutivo desde finales de 2011 han sido fundamentales en el buen rendimiento de la economía española.

"La recuperación económica se debe en gran medida a las reformas estructurales sustanciales que las autoridades españolas han implementado, en particular en el mercado laboral y el sistema bancario español", apunta de forma tajante el comentario de la agencia, que, no obstante, también reconoce el apoyo del BCE en esta tarea.

S&P espera que la economía española mantenga un ritmo sólido de crecimiento hasta 2021

Así, "desde 2014, las empresas españolas no solo se han beneficiado de la sólida recuperación económica, sino también de un marcado aumento en las exportaciones, una reducción sustancial en la deuda de los hogares que resulta en un aumento en los niveles de consumo, así como una gran caída en el coste de financiación, todo lo cual ha impulsado las ganancias. Además, el sector bancario español realizó un progreso constante hacia la restauración de su solvencia crediticia, que el estallido de la burbuja inmobiliaria y la subsiguiente recesión económica habían deteriorado gravemente".

Los analistas de la firma consideran que los cambios que se han registrado en España en los últimos años han configurado una economía más resistente, que se ha mostrado capaz de sortear una serie de dificultades considerables y que esperan que mantenga sólidos ritmos de crecimiento en los próximos años, pese a la pérdida de fuerza de alguno de los factores que han venido apoyando la recuperación.

S&P estima que España crecerá un 2,7% en 2018, un 2,3% en 2019 y un 2% en 2020. Estas perspectivas están basadas, entre otras cuestiones, en la creencia de la agencia, a pesar de la falta de visibilidad sobre la política económica del nuevo Gobierno presidido por Sánchez, de que no se producirá ninguna desviación significativa a corto plazo en el camino de consolidación presupuestaria. Una visión que coincide con la manifestada en los últimos días por distintas firmas de análisis, que ven el escaso margen de Sánchez para sacar adelante reformas de calado como una salvaguarda contra posibles virajes radicales en el rumbo económico del país.

La agencia considera que cuestiones como el incremento de los precios del petróleo, el incremento de la inflación, la normalización de las políticas monetarias del BCE y los bajos salarios supondrán un freno para las perspectivas de crecimiento de España en los próximos ejercicios. Aún así, "esperamos que la economía española crezca durante 2018-2021 a tasas superiores al promedio de la zona euro, un testimonio de la solidez de los fundamentos del crecimiento económico subyacente".