El FMI acude al auxilio de Argentina con un préstamo de 50.000 millones de dólares

Las turbulentas relaciones entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) se adentran en una nueva etapa. En la noche de este jueves, el Gobierno argentino anunció la firma de un acuerdo por el que la institución presidida por Christine Lagarde pone a disposición del país latinoamericano un préstamo por valor de 50.000 millones de dólares (cerca de 42.500 millones de euros).

El Ejecutivo de Mauricio Macri suma este apoyo a otros 5.650 millones de dólares (4.800 millones de euros) aportados por diferentes organismos, con los que tratará de combatir la inflación, alcanzar el equilibrio fiscal y conjurar los fantasmas de la crisis.

"Lo que hemos logrado con el apoyo de la comunidad internacional es evitar una crisis y poder continuar con el proceso de crecimiento", ha explicado Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda argentino.

Según han aclarado el Gobierno argentino y el FMI, los fondos estarán disponibles a partir del próximo 20 de junio y la intención es que el primer desembolse, por unos 15.000 millones de dólares, se concrete de forma inmediata. Este dinero iría destinado a reforzar las partidas presupuestarias y las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).

Un primer préstamo, de 15.000 millones, se ejecutará de forma inmediata

El Gobierno argentino había solicitado negociar un acuerdo con el FMI el pasado 8 de mayo, en medio de fuertes turbulencias financieras que hicieron que el peso argentino se depreciara casi un 25% en relación al dólar en el último mes y que obligaron al BCRA a emplear gran parte de sus reservas para tratar de contener el desplome.

El Ejecutivo de Mauricio Macri ha explicado que el plan económico que se aplicará durante los 36 meses de vigencia del acuerdo es "consistente y sostenible económica, social y políticamente" y buscará una "convergencia más rápida" al equilibrio fiscal y reducir la inflación.

Entre sus ambiciosas metas se establece que el déficit primario se reducirá al entorno del 2,7% del PIB este año y del 1,3% en 2019, alcanzando el equilibrio en 2020 y ya un superávit del 0,5% al año siguiente.

Esto significa que durante este año y los tres próximos Argentina tendrá que reducir su déficit en 19.300 millones de dólares, un ajuste que Dujovne no precisó cómo se concretará. Eso sí, el Gobierno argentino se ha asegurado una salvaguarda en el acuerdo con el FMI que le permitiría incrementar el gasto social si las circunstancias lo hicieran preciso.

El plan también guía hacia una reducción de la inflación que se espera se sitúe en el 17% en 2019, baje al 13% al año siguiente y caiga por debajo de los dos dígitos, al 9%, en 2021.

Para fortalecer la situación patrimonial del Banco Central, éste dejará de financiar al Tesoro y, además, el Gobierno enviará al Parlamento un proyecto de reforma de la Carta Orgánica del BCRA para reforzar su autonomía. "De este programa emerge un Banco Central más fuerte, que nos hace estar muy confiados", afirmó en la rueda de prensa el presidente del BCRA, Federico Sturzenegger.

Argentina deberá devolver cada uno de los desembolsos de este préstamo en ocho cuotas trimestrales, con tres años de gracia y con tasas de interés variables -que van del 1,96% al 4,96%-.

Otros préstamos

Además del pacto con el FMI, Argentina anunció este jueves un acuerdo con otros organismos multilaterales que han puesto a su disposición 5.650 millones de dólares de financiación adicional. Estos fondos serán aportados por el Banco Interamericano de Desarrollo (2.500 millones), el Banco Mundial (1.700 millones) y CAF-Banco de Desarrollo de América Latina (1.400 millones) y serán desembolsados a lo largo de los próximos 12 meses.

Dujovne ha indicado que Argentina debe "entender" que la solución a los problemas del país "depende de los argentinos y que no hay magia". Según sus palabras, "el FMI nos puede ayudar, pero que resolvamos nuestros problemas depende de nosotros", dijo el ministro sobre los alcances del acuerdo.

Con la devaluación presionando al alza a la ya elevada inflación en Argentina, el BCRA optó en mayo por subir la tasa de referencia de política monetaria, hasta el 40%. La devaluación y la subida de los tipos de interés han sido sucedidas de una serie de revisiones a la baja de las previsiones de crecimiento de la economía argentina para este año, que han pasado de un promedio del 2,5% a un 1,3%, según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado difundido por el Banco Central.

Según ese mismo sondeo de expectativas entre consultores privados, la previsión de inflación para 2018 pasó de un 22 % en abril a un 27,1 % en mayo, como consecuencia de las turbulencias registradas en el último mes.