La reacción del mercado fue contundente. El pasado 16 de mayo, las acciones de Telepizza se disparaban más de un 8%, su mayor subida desde su regreso al parqué dos años antes, y se situaban en su mejor nivel desde septiembre de 2016. Los inversores manifestaban de este modo su satisfacción con el anuncio realizado este mismo día de la alianza entre la mayor cadena española de pizzerias y el gigante internacional Pizza Hut.
De golpe y plumazo, la empresa que dirige Pablo Juantegui pasaba a duplicar el número de tiendas bajo gestión y su presencia internacional y a multiplicar de forma considerable sus perspectivas de crecimiento. Y todo ello sin asumir ningún esfuerzo significativo en materia de deuda. A priori, poco más se puede pedir.
Y así se lo han reconocido la práctica totalidad de los analistas que siguen los pasos de la compañía: "El nuevo Telepizza es ahora más interesante en términos de perfil de crecimiento, exposición regional y sesgo de franquiciado", observan en UBS, donde han elevado el precio objetivo de la compañía hasta los 7 euros, lo que le otorga aún un potencial de mejora sobre el parqué próximo al 20%.
Los expertos destacan que el acuerdo ofrece a Telepizza un potencial de crecimiento de beneficios muy superior al actual
Desde el banco suizo consideran que el pacto transforma a la cadena española de pizzerías de ser un grupo de tasas bajas de crecimiento a ser una compañía con un potencial de mejora de resultados a tasas de dos dígitos y le permite generar notables sinergias y abrir nuevas vías de negocio, mediante la venta de masa a Pizza Hut. Y un optimismo similar reflejan los recientes informes emitidos por entidades como Barclays, CaixaBank-BPI, BBVA o Santander.
Y sin embargo, de puertas hacia dentro la alianza ha desatado una tormenta que amenaza con consecuencias de especial gravedad para el futuro de Telepizza. Este mismo jueves, está prevista una reunión de los franquiciados de Telepizza para estudiar posibles medidas contra el acuerdo con Pizza Hut. Desde este colectivo llevan tiempo calibrando si el paso dado por la compañía podría entenderse como competencia desleal y abrir la puerta, incluso, a una ruptura de los contratos de franquicia, y se muestran poco satisfechos con las explicaciones ofrecidas por la firma que dirige Juantegui.
Desde Telepizza consideran que, para los franquiciados, el pacto con Pizza Hut permite controlar la expansión de un competidor que se iba a producir en cualquier caso y pone a su alcance la posibilidad de complementar su oferta, abriendo en sus respectivas zonas un restaurante del grupo estadounidense. Al fin y al cabo, como señala César Sánchez-Grande, director de análisis en Ahorro Corporación, "Telepizza y Pizza Hut son bastante complementarios; el primero más enfocado al servicio en casa, mientras que Pizza Hut está más enfocado en el consumo en tienda".
Pero desde los franquiciados temen que todo el provecho sea para la empresa, en detrimento de sus franquiciados. "Ampliar su oferta en una misma zona puede ser bueno para la empresa, pero para nosotros significaría multiplicar costes con un rendimiento poco claro, porque para que otra tienda sea rentable necesitas un volumen de negocio que no es tan fácil de alcanzar donde ya hay oferta", explica el propietario de una franquicia de Telepizza.
Los franquiciados critican la falta de detalles sobre un acuerdo al que le ven pocos beneficios
Además, desde este colectivo señalan otra serie de incertidumbres derivadas del acuerdo. "Hasta ahora, parte de los beneficios de las tiendas Telepizza se empleaban en publicidad. Si se van a transformar tiendas a la marca Pizza Hut, ¿cómo se van a emplear los beneficios de esas tiendas?", se cuestionan para resumir sus dudas en una única pregunta: "¿A partir de ahora qué intereses van a defender?".
En cualquier caso, no son los franquiciados los únicos que han manifestado sus dudas sobre el acuerdo. No en vano, fue la salida del consejo de Telepizza de Marcos de Quinto, pocos días después del acuerdo con Pizza Hut, la primera señal de que no todo eran alegrías en el seno de la compañía. Aunque en un principio fue explicada por razones personales, ha sido el propio exvicepresidente de Coca-Cola el que aclaró en una entrevista concedida al diario El Mundo su disconformidad con un acuerdo en el que veía beneficios dudosos para Telepizza y se manifestaba partidario de que Yum Brands (la matriz de Pizza Hut) hubiera lanzado una opa para adquirir el grupo español.
En medio de esta polémica se ha producido también la salida del director financiero del grupo, Igor Albiol, aunque desde Telepizza se han apresurado a desmentir que esta salida esté relacionada con el acuerdo con Pizza Hut. Su puesto ha sido asumido por Javier van Engelen.
Sea como fuere, las aguas bajan revueltas en el líder español de las pizzas y no parece que éste sea el escenario propicio para acometer el relanzamiento global del grupo. Aunque al mercado, por el momento, nada de esto parece inquietarle.
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