Seis años han pasado ya desde que Bankia se convirtiera en referente principal de las debilidades que hicieron tambalear la economía española. Seis años desde que el Gobierno, entonces presidido por Mariano Rajoy, forzó un cambio de timonel al frente de la entidad, promoviendo la salida de Rodrigo Rato y su sustitución por José Ignacio Goirigolzarri. Seis años, en definitiva, desde que los contribuyentes españoles tuvieron que acudir, con una millonaria inyección, al rescate de un banco que amenazaba con llevar al colapso al sistema financiero español.
Transcurrido este tiempo desde aquellas horas críticas, Bankia puede hoy presentarse como una transformación de éxito. Así al menos lo presentó este martes el presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, en su declaración en el Congreso de los Diputados. "Hoy podemos decir con satisfacción que Bankia ha pasado de ser una historia de reestructuración a una historia de crecimiento", ha indicado.
El presidente del banco nacido de la unión de Caja Madrid, Bancaja y otras cinco cajas de ahorros ha presentado en su declaración los principales hitos de esa tarea que ha permitido sacar a flote la entidad, reconociendo "que nada de esto hubiera sido posible sin la confianza de nuestros clientes y la ayuda de los contribuyentes" y poniendo en valor el papel del "equipo de profesionales de Bankia, que han sido los auténticos artífices de este singular proceso de transformación".
Goirigolzarri ha recordado que la reestructuración que se ejecutó cuando él llegó al poder no se ajustó a su plan, sino que tuvo que amoldarse a las exigencias impuestas por Europa tras la petición de ayudas públicas para el saneamiento del sector por parte del Ejecutivo y que les sometía a una serie de importantes restricciones en su plan para volver a hacer de Bankia un banco rentable, durante los tres años siguientes.
Goirigolzarri reconoce que la recuperación de la entidad no habría sido posible sin el respaldo de los contribuyentes
"Durante estos tres años, Bankia pasó de ser una entidad en plena reestructuración y con una estructura financiera prácticamente ‘de mínimos’ a ser en el año 2015 el
banco líder en España, dentro de los grandes bancos, en eficiencia, rentabilidad y solvencia. Liderazgo que felizmente repetimos en el año 2016", ha observado antes de añadir que, "en diciembre del pasado año, hemos dado por finalizado nuestro plan de reestructuración, cumpliendo con los requerimientos establecidos por la Comisión Europea, hito del que nos sentimos especialmente orgullosos".
Tras esto, Goirigolzarri ha defendido la importancia del nuevo Plan Estratégico de la entidad, presentado el pasado mes de febrero, con el que aspira a maximizar la devolución de las ayudas públicas recibidas para el rescate de la entidad. "Es el mejor medio para conseguir devolver las ayudas que los contribuyentes nos concedieron.
Este, Señorías, es el objetivo más importante que tenemos el equipo de Bankia", apuntó el presidente de la entidad.
Los planes de la entidad participada por el Estado pasan por generar suficiente capital para retribuir a sus accionista con una cantidad superior a los 2.500 millones de euros durante los próximos tres años. "Obvio es decir que esos 2.500 millones no los tenemos ahora, sino que esperamos generarlos en los tres próximos años", explicó.
Dicho esto, el presidente del banco público ha insistido en la conveniencia de abordar la privatización de la entidad cuanto antes -aunque ha reconocido que el momento actual no es el ideal, por el castigo que viene recibiendo la banca en bolsa-, ya que "es la mejor opción para los ciudadanos españoles", mientras que tratar de mantenerla en manos públicos sería, en su opinión, "un despropósito".
Según ha señalado, utilizar un banco como Bankia como instrumento político para dar créditos" conduce a "crisis financieras en todos los casos", y a "tomar riesgos que rechaza el resto del mercado". "No visualizo qué papel puede jugar Bankia en el llamado apoyo contracíclico al crédito", y creo que "la mejor manera de generar falta de responsabilidad en unos gestores es que no tengan objetivos claros", ha añadido. "Quién mide los conceptos como el interés social y ante quién se responde", se ha preguntado, para añadir que "la falta de control de los gestores ante cualquier proyecto es la mejor manera de que éste se deslice hacia la mediocridad o rescate".
El máximo dirigente de la entidad ha señalado como pilares de la estrategia de Bankia la combinación de un excelente gobierno corporativo, la satisfacción de sus clientes, un equipo comprometido y el compromiso con la sociedad. "La combinación de unos excelentes resultados, unido al desarrollo de estos vectores desde unos principios y valores bien asentados son, en mi opinión, la base de la creación de valor para nuestros accionistas", observa.
Con estas metas, Goirigolzarri ha concluido recalcando que "hoy Bankia es un banco sólido y bien capitalizado, rentable, que ofrece productos y servicios financieros sencillos, transparentes y muy competitivos a nuestros clientes. Somos un factor generador de competencia en el mercado, para cumplir con nuestra misión. Que no es otra que aportar financiación a familias, pymes y empresas, con el fin último de contribuir al desarrollo social y económico de la sociedad española".
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