El mercado del alquiler sigue creciendo con fuerza. El porcentaje de hogares con viviendas arrendadas marcó su máximo histórico el año pasado, al situarse en el 16,9%. Son seis décimas más que el ejercicio anterior, y muy por encima del 14,2% que registraba en el año 2008. Así lo revela la Encuesta de Condiciones de Vida, publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

A diferencia de lo que sucede con las viviendas en propiedad, el 18,4% de las personas que optan por el alquiler son mujeres, frente al 13,6% de los hombres. Además, el grupo más numeroso que vive como inquilino de una vivienda arrendada es mucho mayor entre los jóvenes de 16 a 29 años (52,2%), que los mayores de 65 años (6,5%). De su lado, un 25,1% de los que se decantan por vivir en alquiler tienen entre 30 y 44 años y un 11,3% entre 45 y 64 años.

Los datos demuestran que España sigue siendo un país de propietarios, si bien el arrendamiento gana cada vez más peso y se ha incrementado en paralelo a las dificultades económicas derivadas de la crisis, como consecuencia del desempleo y la restricción del crédito.

Viviendas en propiedad

El 76,7% de los hogares españolas contaban con una vivienda en propiedad en el año 2017, lo que supone cuatro décimas menos que el año anterior y su nivel mínimo en la serie histórica, mientras que el porcentaje de hogares que viven en alquiler subió seis décimas, hasta el 16,9%, su nivel máximo.

La encuesta del INE confirma que se prolonga la tendencia iniciada en los últimos años, consistente en una bajada en el número de hogares con propiedad de una vivienda, frente al alza del alquiler en España.

En concreto, el porcentaje de hogares con vivienda en propiedad pasó del 77,1% en 2016 al 76,7% del año pasado, lo que supone su mínimo de la serie y un descenso de 2,9 puntos porcentuales respecto al 79,6% del año 2008, coincidiendo con el inicio de la crisis.

El 78,1% de los propietarios de vivienda son hombres en España, frente a un 74,7% de mujeres. Por edad, las personas de entre 45 y 64 años (80,5%) y sobre todo los de más de 65 años (89,2%) son los que disponen en mayor medida de una vivienda en propiedad, mientras que un 63,8% de los propietarios tiene entre 30 y 44 años, a distancia de los jóvenes, ya que entre 16 a 29 años el porcentaje se reduce al 26,5%.