Un tercio de los hogares no puede asumir gastos imprevistos ni ir de vacaciones

Los años de crisis causaron estragos en la economía de las familias españolas. Ahora con la recuperación en marcha, la situación mejora. Pero más lentamente de lo deseable, con aún demasiados hogares en situaciones de vulnerabilidad cierta, y con peligro de se haga patente el temor a que una parte de la población se quede atrás a pesar de la mejora económica.

La Encuesta de Condiciones de Vida, que cada año elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), revela que el 21,6% de la población residente en España se encuentra en una situación de riesgo de pobreza. Se la tasa más baja desde 2013, pero sigue siendo uno de cada cinco ciudadanos.

El umbral de riesgo de pobreza se fija en el 60% de la mediana de los ingresos de las personas (así que es un indicador relativo que mide la desigualdad en un país) y en 2017 quedó en España en los 8.522 euros para hogares integrados por una sola persona, un 3,8% más que en el año anterior. En hogares compuestos por dos adultos y dos menores los ingresos por debajo de los 17.896 euros ya se considera que coloca a la familia en riesgo de pobreza.

El estudio del INE recoge otros datos que mejoran, pero que siguen siendo preocupantes. Y es que el 9,3% de los hogares españoles –uno de cada diez- manifiesta llegar a fin de mes con “mucha dificultad”, y eso que el porcentaje se ha reducido en seis puntos respecto al año anterior.

Al mismo tiempo, más de un tercio de los hogares de España asegura no tener capacidad para afrontar gastos imprevistos (el 37,1%, el año pasado era un 38,1%) y también un tercio de familias no se puede permitir ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año (un 34,4%, frente 29,5% que se registraba en 2016).

El 7,4% de los hogares tuvo retrasos en los pagos de los gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de gas, electricidad, cuota de comunidad de vecinos…) en los doce meses previos a la realización de la encuesta.