El sector de la cerveza refuerza su peso en la economía al crear 80.000 nuevos empleos

La llegada del buen tiempo se ha hecho esperar este 2018. Pero con ella vuelve a hacerse visible una estampa clásica en casi cualquier lugar de la geografía española: la de las terrazas de los bares repletas de clientes en torno a mesas en las que abunda la cerveza.

El sector cervecero cuenta con un notable arraigo en España y así lo refrendan sus cifras. En 2017 se consumieron en España cerca de 40 millones de hectolitros de cerveza, lo que representa un incremento del 3,7% respecto al ejercicio anterior y acumula ya cinco años consecutivos al alza en los que se acumula una expansión del consumo del 12,8%, según el Informe Socioeconómico del Sector de la Cerveza en España en 2017.

Asimismo, la producción cervecera en España se elevó un 3,2%, hasta los 37,6 millones de hectolitros, lo que sitúa a España el cuarto mayor productor en Europa -por detrás de Reino Unido, Alemania y Polonia- y el decimosegundo a nivel mundial. Esta intensa producción no solo permite a los productores españoles -liderados por los grupos Mahou, Heineken y Damm- dominar el 90% del sector a nivel nacional sino, cada vez más, reforzar su presencia internacional, mediante la venta al exterior de casi 3 millones de hectolitros.

Este repunte de las cifras de negocio del sector se ha producido en paralelo a la mejora de la economía española y de la mano del boom turístico en el país, uno de los principales catalizadores de la recuperación. "La cerveza es un buen indicador de cómo va la economía española", ha observado Jacobo Olalla, director general de la Asociación de Cerveceros de España.

Los cerveceros advierten que elevar la fiscalidad de la cerveza implicaría la pérdida de 1.500 puestos de trabajo

Y precisamente el sector pone especial énfasis en destacar su contribución a la economía nacional. Según las cifras presentadas por la Asociación de Cerveceros, el valor de la cerveza en el mercado supera ya los 15.500 millones de euros y supone un 1,3% del PIB español. Además, genera unos 7.000  millones de valor añadido a la economía nacional, gracias a sus sinergias con la hostelería -en la que supone hasta un 25% de la facturación- y el turismo.

Estos datos se plasman, por el lado del empleo, en la creación de más de 344.000 puestos de trabajo, tras generar 80.000 empleos el último año, con una tasa de crecimiento del 4,9%. Esto sitúa a España como el segundo país de la Unión Europea en la que el sector de la cerveza tiene una mayor incidencia en el mercado laboral, solo por detrás de Alemania. Además, según las cifras que maneja el sector, por cada empleo en el sector cervecero se crean 3,5 puestos en de trabajo entre los proveedores y hasta 55 en el negocio de la hostelería.

Con todo esto, la industria cervecera aporta a las arcas del Estado más de 3.600 millones de euros a través de la recaudación de impuestos. Estas cifras invitan a los responsables del sector a defender que es necesario mantener la fiscalidad de la cerveza y la actividad hostelera, ya que, señalan, elevar un 10% el impuesto especial que grava esta bebida implicaría una caída del consumo de 22 millones de litros, la pérdida de 1.500 puestos de trabajo en la hostelería y una reducción de 7 millones de euros en la recaudación del Estado, debido al coste de los subsidios de desempleo. En la misma línea, apunta, elevar el tipo de la hostelería del 10% actual al 21% destruiría casi 18.000 empleos y rebajaría el consumo de cerveza en unos 170 millones de litros.

Para subrayar su importancia para la economía nacional, la Asociación de Cerveceros también subraya el impacto de su actividad sobre el sector agrario español, ya que el 90% de las materias primas que emplea la industria (fundamentalmente, lúpulo y malta cervecera) se producen en territorio español. "El sector basa su producción en el sistema agrario nacional y eso es muy importante para nosotros", afirmó el secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda.

Difícil inicio de 2018

Las buenas nuevas en torno al sector, no obstante, parecen haber perdido algo de lustre en los primeros compases de 2018. Así lo reconoció Emilio Gallego, secretario general de la Federación Española de Hostelería, quien indicó que frente a los crecimientos superiores al 6% que había registrado el consumo de cerveza en los establecimientos hosteleros españoles en el primer tramo de 2017, "este año las ventas están creciendo entre el 3 y el 4%, que son cifras que firmaríamos para el largo plazo pero que suponen una clara desaceleración frente al año anterior".

Olalla confirmó esta impresión, que justificó por cuestiones climáticas, por la tardía llegada del buen tiempo, y de calendario, ya que la temprana celebración de la Semana Santa disminuye el consumo de cerveza en estas fechas. Además, el director general de la Asociación de Cerveceros indicó que la posibilidad de que el turismo esté alcanzando un techo y la difícil comparativa con el año anterior tras un excepcional 2017 distorsiona la situación del sector en el presente ejercicio.

En cualquier caso, el sector mantiene unos objetivos muy ambiciosos, ya que se propone recuperar el tercer puesto en producción, superando a Polonia, que elaboró en 2017 casi 4.000 millones de hectolitros más que España y saldar de una vez toda la pérdida de consumo de cerveza en la hostelería durante la crisis, que marcó un pico 2007 de 26,2 millones de hectolitros, 1,3 millones más de los que se vendieron el año pasado.