Fue hace poco más de cuatro meses cuando Francisco Reynés se puso al frente de la que entonces era Gas Natural Fenosa. (que ya no lo es, desde ayer hay que llamarla Naturgy, la nueva marca con que operará la compañía). Reynés sustituía a la vez al presidente del grupo, Isidro Fainé, y al consejero delegado, Rafael Villaseca. De uno tomaba el nombre del cargo, del otro todas las funciones ejecutivas.
Se encontró entonces el nuevo presidente con un plan estratégico sólo perfilado por la cúpula anterior. Pero el ejecutivo ha querido hacerlo suyo. Llegó a la compañía en febrero, pidió tiempo y paciencia a inversores y accionistas, y ha apurado los plazos para convocar la junta de accionistas (por ley deben celebrarse en el primer semestre de cada año) y hacerla coincidir con la presentación de la nueva hoja de ruta que cubrirá el periodo 2018-2022.
La junta, ayer, en Madrid, donde ahora está la sede del grupo desde su espantada de Barcelona por el desafío independentista. La presentación del plan, hoy, en Londres, ante los analistas e inversores de la City. Un programa de futuro que contempla como grandes apuestas una auténtica lluvia de dividendos para captar nuevos accionistas -singularmente fondos de inversión- y la focalización en negocios y mercados sólo estrátégicos y de futuro, singularmente en renovables.
El nuevo plan estratégico de Naturgy promete disparar la retribución a sus accionistas, distribuyendo al menos 6.900 millones de euros en cinco años (que podría elevarse hasta los 8.900 millones mediante la recompra de acciones si la compañía no encuentra adquisiciones corporativas atractivas, a razón de 400 millones al año).
Sólo este año la compañía ya disparará un 30% el dividendo, desde 1 euro por acción que abonará con cargo a las cuentas de 2017 hasta el 1,30 euros con cargo a las de 2018. A partir de ahí, habrá un incremento mínimo del 5% anual hasta 2022 (1,37 euros en 2019, 1,44 euros en 2020, 1,51 euros en 2021 y hasta 1,59 euros en 2022). La retribución se disparará al menos un 60% en este periodo y se pagará enteramente en efectivo, no mediante acciones.
¿Ir de compras? Puede que sí, puede que no
Las previsiones de Naturgy contemplan llegar a 2022 con un beneficio neto de 1.800 millones de euros (un 32% más que en 2017) y un resultado bruto de explotación, ebitda, de 5.000 millones (un 28% más). Unas cifras y unos objetivos del nuevo plan estratégico que se asientan exclusivamente en un horizonte de crecimiento sólo orgánico.
Los números de la hoja de ruta no contemplan expresamente ninguna compra o fusión, pero no se descartan como vías de crecimiento. Para Naturgy, en los próximos años lo “crucial” es crecer orgánicamente, pero en el propio plan se contemplan las adquisiciones como una opción. “No las descartamos, siempre que se mantengan los requisitos que exigimos de rentabilidad. Priorizaremos generar valor sobre el tamaño”, apuntó Reynés ayer ante la prensa y la junta de accionistas.
Sin embargo, en el plan se contempla una partida de 2.000 millones de euros que se puede destinar a la recompra de acciones para mejorar aún más la retribución al accionista o para adquisiciones o fusiones de empresas.
De momento no está sobre la mesa ninguna operación, pero tampoco se descarta. “No tenemos ninguna obsesión con realizar una operación corporativa. No tenemos ningún compromiso de crecimiento inorgánico (…) No forma parte del plan. El punto de partida es de sólo desarrollo orgánico, porque tenemos garantizados nuestros objetivos de crecimiento con el crecimiento orgánico planteado”, explicaba ya ayer Reynés ante la prensa y ante los accionistas en la junta. “A día de hoy no estamos involucrados en ninguna operación, ni de compra ni de venta”.
Más renovables y más gas
En paralelo, la nueva hoja de ruta recoge una previsión de 8.400 millones de euros de inversión en sus negocios actuales en cinco años (de los de 5.300 ya tiene identificados los proyectos en que ejecutarla). Unas inversiones que se concentrarán especialmente en redes (el 68%), frente a gas y electricidad (un 32%). En este último campo, el objetivo de Naturgy pasa por crecer en energías en renovables, hasta duplicar el tamaño de energías verdes en Europa, al tiempo que crece también en generación con gas natural.
En el conjunto del lustro que comprende el plan estratégico se contemplan desinversiones por 3.000 millones de euros, pero de las que 2.700 millones ya se han realizado e ingresado durante el primer semestre de este ejercicio, así que sólo se ampliarían las ventas de activos con otros 300 millones adicionales. En lo que va de año la compañía ha concretado la venta de un 20% de su red de distribución de gas Nedgia por 1.500 millones; sus negocios en Italia por 736 millones; el negocio de gas en Colombia por 468 millones, y algunos activos en África por 77 millones.
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