Economía

Bruselas busca un pacto para evitar que la guerra comercial golpee al sector del motor

La Comisión Europea estudia la posibilidad de un pacto multilateral con Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, que reduzca las tarifas aduaneras a las exportaciones de vehículos

Bruselas busca un pacto para evitar que la guerra comercial golpee al sector del motor.
Exposición de vehículos alemanes. | Europa Press

El último objetivo de la guerra comercial de Donald Trump ha encendido las alarmas en Bruselas. El dedo amenazador del presidente estadounidense se ha posado sobre una industria fundamental para la economía europea: el sector del motor. Y desde los despachos de Bruselas ya se han iniciado los movimientos para evitar una confrontación que podría ser muy nociva para el crecimiento económico regional.

Así, miembros de la Comisión Europea estarían planteando la posibilidad de plantear un pacto que redujera las tarifas a las exportaciones de vehículos, según ha detallado el diario británico Financial Times. Aunque la idea estaría encaminada a aplacar las voluntades proteccionistas de Trump, que recientemente anunció que impondría unos aranceles de hasta el 20% a los fabricantes de vehículos europeos si la Unión Europea mantenía sus tarifas, los funcionarios de Bruselas estarían planteando la opción de hacer extensible el pacto a otros grandes exportadores de vehículos, como Japón o Corea del Sur.

Esta propuesta podría formar parte de los planteamientos que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, haga al presidente estadounidense en el encuentro que está previsto que mantengan este mismo mes de julio, aunque las fuentes consultadas por el diario británico señalan que la agenda de la reunión aún no está perfilada.

La amenaza de Trump al sector de automoción provocó notables tensiones en los mercados, con fuertes caídas de algunos de los principales fabricantes. El índice de automoción europeo ha perdido cerca de un 20% de su valor en los últimos cinco meses y se mueve en sus niveles más bajos desde septiembre de 2017. Compañías españolas como Cie Automotive o Gestamp también han sufrido el impacto de estas incertidumbres.

El arancel planteado por Trump podría restar dos décimas de crecimiento a Europa hasta 2020

La Casa Blanca ha puesto en marcha en los últimos meses una serie de medidas de corte proteccionista que, aunque ha tenido hasta ahora en China a su principal destinatario, también amenazan con golpear a otras regiones económicas, como la propia Unión Europea. Desde Bruselas se han mostrado dispuestos a mantener el pulso a Trump y recientemente se advertía a la Administración estadounidense de que cualquier medida en contra de los intereses europeos sería respondida del mismo modo, con gravámenes a exportaciones desde Estados Unidos que podrían alcanzar un valor de hasta 250.000 millones de euros.

Europa exporta a Estados Unidos vehículos por valor de 46.000 millones de euros, el 12% de todos los bienes que envía a la mayor economía del mundo. Desde Oxford Economics calculan que el impacto de las tarifas propuestas por Trump limarían una décima de crecimiento a la Unión Europea hasta 2020, con un impacto más significativo en Alemania y otros países del este como República Checa, Eslovaquia y Hungría. Aunque estas cifras parecen a priori asumibles, la firma advierte de que "un shock de confianza podría duplicar fácilmente el impacto si los temores de una guerra comercial en toda regla frenan la inversión".

El Gobierno alemán, uno de los que más fuerza tiene en Bruselas, parece uno de los más interesados en evitar esta confrontación, aunque según las fuentes consultadas por Financial Times, algunos países miembros se muestran reacios a plantear un arreglo a Trump mientras éste prosiga con su política de amenazas y medidas proteccionistas.

Desde el sector del motor alemán han sido frecuentes en los últimos años algunas voces a favor de una retirada total de los aranceles a la exportación de vehículos a nivel internacional, y reconocen el agravio que supone que Europa aplique una tarifa del 10% a las importaciones de vehículos estadounidenses, mientras que al contrario la tasa es de apenas el 2,5%. Sin embargo, fuentes europeas sugieren que este planteamiento ignora las barreras más altas que Estados Unidos impone a otros productos, como las camionetas pick-up.

Te puede interesar