En el verano del año 2012 abrió sus puertas el mayor almacén de Amazon España. El gigante estadounidense comenzó a operar en nuestro país a través de su portal web un año antes y el aumento en las ventas requería un centro en condiciones para satisfacer la creciente demanda.
San Fernando de Henares, una localidad de poco más de 40.000 habitantes situada a 20 kilómetros de Madrid, fue la elegida para acoger el cuartel general de Amazon en España. En sus inicios apenas trabajaban en su interior 40 empleados, una plantilla que poco a poco fue ampliándose hasta los más de 2.000 empleados que a día de hoy componen la fuerza de trabajo.
La idea era que este almacén, el más grande de la compañía en nuestro país, estuviera rodeado poco a poco por otros pequeños centros que sirvieran para tejer una red de distribución que llegara incluso a los pueblos más pequeños. Así nacieron los almacenes de Getafe, Alcobendas, Illescas, Sevilla, Castellbisbal, Martorelle, El Prat de Llobregat o Barcelona.
La marcha de Amazon en España es difícil de mejorar en cuanto a ventas. Sin embargo, la compañía se enfrenta a uno de sus mayores conflictos laborales desde su creación: los paros del inminente Prime Day en el almacén de San Fernando de Henares, los próximos 16 y 17 de julio.
Los enfrentamientos entre la plantilla y la empresa no son nuevos. En el año 2015 ambas partes firmaron un convenio propio que afectaba sólo a dicho almacén y que presentaba muchas ventajas respecto al acuerdo estándar del sector de la Logística en la Comunidad de Madrid.
Cada año se renovaba dicho convenio con subidas de sueldo muy por encima del IPC, métrica a la que ahora el PSOE quiere ligar, por ejemplo, el aumento de las pensiones. También presentaba ventajas respecto al acuerdo sectorial en materia de salarios, remuneración de horas extra, cobertura de bajas laborales, formación...
En enero del año 2017 comenzaron las negociaciones entre el comité de empresa y Amazon para trasladar a sus empleados al convenio de la Logística madrileño, unas conversaciones en las que Amazon todavía ofrecía algunas ventajas para sus empleados. A julio de 2018, y tras 17 reuniones, todavía no hay acuerdo tras la renovación del 31 de diciembre de 2016 ante unas negociaciones que Amazon consideraba que no durarían demasiado.
Duro conflicto
El pasado 1 de marzo tuvo lugar en la planta de San Fernando una votación en la que participaron 775 empleados fijos, los que se benefician del convenio actual, para decidir si daban un paso más en la lucha por defender sus derechos y convocaban paros los días 21 y 22 de ese mismo mes.
Tras el recuento había 573 papeletas con el sí y 202 con el no, por lo que la huelga de esos dos días se daba por convocada. Las infructuosas reuniones con la empresa no sirvieron para mucho y durante esas 48 horas las protestas frente al centro de trabajo fueron la tónica.
Sin embargo, las presiones de los trabajadores no modificaron demasiado la deriva de las negociaciones. Las amenazas se centraban entonces en el Prime Day, el día de los grandes descuentos del verano y capaz de superar en ventas al todopoderoso Black Friday.
Esas 30 horas de grandes ofertas comenzarán al mediodía del lunes 16 de julio y terminarán cuando el martes 17 llegue a su fin. Durante todo ese tiempo, los trabajadores fijos de Amazon no moverán un dedo y dificultarán en la medida de lo posible la tarea.
Qué piden
Las posturas de ambas partes, pese a la multitud de reuniones que han mantenido, siguen muy lejanas. Amazon quiere trasladar a sus trabajadores al convenio de la Logística de la Comunidad de Madrid manteniendo pequeños privilegios que tienen ahora, pero se han encontrado una firma negación.
Se escudan en que su plantilla está "en el rango alto" dentro del sector logístico en cuanto a salario. Lo cierto es que los sueldos pueden alcanzar los 1.800 euros mensuales para aquellos que tienen contrato temporal, una cantidad que se reduce levemente hasta quedarse en el entorno de los 1.500 euros para los fijos, siempre teniendo en cuenta que hay muchos factores que afectan a la cuantía de la nómina final.
También explican que los asalariados tienen "un completo paquete de beneficios como seguro médico privado, plan de pensiones, seguro de vida o descuentos en sus compras en Amazon". "Somos una empresa justa y razonable", han afirmado en muchas ocasiones.
Los trabajadores, por su parte, reivindican que se mantengan los "derechos históricos" del actual convenio y adaptar los mínimos legales del acuerdo sectorial de la Logística, añadiendo un aumento del salario del 1,5% anual entre 2017 y 2019.
El cambio al frente de Amazon tampoco ha supuesto que las conversaciones avancen. A comienzos del pasado mes de mayo el hasta ahora máximo dirigente en España, François Nuyts, presentaba su dimisión para dedicarse "a otros proyectos personales" -acaba de entrar en el consejo de Housell- y su sustituta ha sido Mariangela Marseglia, hasta ahora directora del servicio de entregas rápidas Prime Now.
Un Prime Day agitado
Amazon va a vivir 30 horas agitadas en España. Sin duda, podrán hacer frente a la ingente demanda porque la convocatoria de huelga lleva tiempo sobre la mesa y a la compañía le ha dado tiempo a contratar a un nuevo grupo de trabajadores temporales vía ETT.
Según explican fuentes internas a El Independiente, de momento el ambiente dentro del almacén de San Fernando es tranquilo. El comité de empresa y los representantes de los trabajadores aún no han empezado a calentar el ambiente, pero no se descartan escenas de tensión ya este mismo fin de semana.
Hasta el momento, apenas se han visto algunos grupos repartiendo octavillas y folletos a los trabajadores a la salida y a la entrada de los turnos de trabajo. En los anteriores paros, y en los momentos previos, sí que se han vivido escenas de enfrentamiento, con algunas agresiones a directivos cuando abandonaban las instalaciones en sus coches.
Amazon cuenta con una ingente maquinaria para poder afrontar los problemas derivados de un conflicto laboral. Ya lo hicieron en Alemania o en Italia, cuando los trabajadores de sus filiales en ambos países decidieron parar durante el Black Friday de años anteriores y las ventas no se resintieron especialmente.
Este año, con un red mejorada y con capacidad para dar servicio a más y más pedidos, ¿será capaz Amazon de registrar de nuevo cifras de récord en ventas en España? Tampoco hay que descartar que, sobre la bocina, ambas partes encuentren un punto común y lleguen a un acuerdo para salvar un día clave en las cuentas del gigante del comercio electrónico. Aunque lo hagan, la pelea de los trabajadores por mantener sus condiciones laborales no va a acabar aquí y es un problema que tendrá que resolver para mantener su nivel de éxito en nuestro país.
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