Las dos principales organizaciones de autónomos ATA y UPTA han consensuado una propuesta para revisar la fórmula de cotización de los autónomos con la idea de que se adapte lo más posible a los ingresos reales que perciben.
Con este documento irán a la reunión prevista al máximo nivel con el Gobierno --previsiblemente con el propio presidente Pedro Sánchez--, que podría celebrarse ya esta semana. Según fuentes próximas a las organizaciones, su intención es que el Ejecutivo tome en cuenta la propuesta como si un acuerdo del diálogo social se tratara y que, por tanto, la respete en sus términos.
Ambas organizaciones han cerrado este acuerdo el mismo día que otra fuerza representativa de los autónomos y rival, la unión de autónomos Uatae, ha presentado en paralelo su propuesta de cotización por ingresos reales de la mano del ex ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, y el actual secretario general de CCOO, Unai Sordo. De esta forma se escenifica la dura batalla por la representatividad que se libra en estos momentos en el ámbito del trabajo autónomo.
Según fuentes cercanas al acuerdo, la fórmula pactada es un híbrido entre las propuestas de la organización presidida por Lorenzo Amor (ATA) y la que dirige Eduardo Abad (UPTA), brazo de los autónomos en UGT.
De salir adelante esta propuesta, los autónomos podrán elegir sus bases de cotización durante el año, como hasta ahora. Después, al acabar el año y una vez se conozcan los rendimientos netos de todo el periodo, deberán hacer un ajuste para cotizar de forma efectiva por lo ingresado, de acuerdo con unos tramos previstos.
De este modo, las organizaciones pretenden que los autónomos puedan buscar sus márgenes de liquidez durante el año sin dejar de pagar finalmente por sus ganancias reales.
Los tramos se organizarían desde uno primero, para ingresos de hasta el salario mínimo interprofesional (SMI) en cada momento --10.300 euros al año, en 2018--, las bases de cotización descenderán para confluir con la 'tarifa plana' de 50 euros de cotización.
A continuación, existiría un segundo tramo desde el SMI hasta unos ingresos de 30.000 euros, en el que la elección de la base seguiría como hasta ahora --la mayoría elige cotizar por la mínima-- y se realizaría el ajuste correspondiente al final del año.
En un tercer tramo, de entre 30.000 y 40.000 euros, los autónomos podrían elegir sus bases de cotización y a la hora del ajuste tendrán que plegarse a un suelo que se corresponde con la base mínima del grupo 1 del Régimen General, es decir, de unos 1.200 euros.
En el tramo de entre 40.000 y 60.000 euros, también habrá libertad de elección, con una base de ajuste de unos 1.500 euros; y, finalmente, para el último tramo de ingresos superiores a los 60.000 euros, la base mínima rondará los 2.000 euros.
De esta forma, el sistema pactado por UPTA y ATA garantizaría progresividad, libertad de elección y una mayor equiparación a la cotizaciones a las que hacen frente los trabajadores asalariados. Además, saldrán favorecidos los autónomos con menores ingresos.
Los autónomos reclaman su diálogo social
Las asociaciones de autónomos han querido posicionarse tras el cambio de Gobierno para ser un actor más del diálogo social. Saben que todo lo relacionado con su ámbito es un quebradero de cabeza para Sánchez. Por eso, reclaman que el Gobierno tome la propuesta pactada como de un acuerdo de diálogo social se tratara, como el pacto de rentas firmado por CCOO, UGT y CEOE.
Con esa idea prevén reunirse esta semana con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y también crear una Comisión de Expertos en materia de Seguridad Social que desarrolle sus trabajos para la reforma del régimen de autónomos (RETA) de forma paralela a los que se están haciendo en la subcomisión creada a tal efecto en el Congreso de los Diputados.
Igualmente, otro asunto de relevancia que los autónomos quieren tratar con el Gobierno, e incluido en la propuesta pactada con ATA, es la bonificación del 100% de la cuota de Seguridad Social para autónomos que estén en situación de incapacidad temporal.
Los autónomos también quieren dotar de competencias en esta materia de detección de falsos autónomos al Cuerpo de Inspección de Trabajo y Seguridad Social y lograr un régimen sancionador por incumplimientos en materia de regulación y contrato de los trabajadores económicamente dependientes de un mismo pagador.
Además, UPTA apuesta por establecer un sistema de incentivos fiscales para aquellos autónomos que quieran elevar su base de cotización a la Seguridad Social, por encima de la mínima, en las mismas condiciones que tienen las aportaciones a los planes de pensiones privados, todo ello en el marco de una potencial reforma del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
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