Economía

Dia prepara la venta de su división Max Descuento en pleno desplome bursátil

La cadena de supermercados sacará a la venta esta enseña, que factura en torno a 100 millones de euros, después del verano

Max Descuento de Dia en Almería.
Max Descuento de Dia en Almería. | EP

La cadena de supermercados Dia no atraviesa su mejor momento. Ha pulverizado el 63% de su valor en Bolsa y las expectativas no son muy halagüeñas. Su negocio está de capa caída y los inversores están a la espera de que el equipo gestor anuncie un nuevo plan estratégico a la vuelta del verano que infunda algo de esperanza. En este entorno, la compañía que dirige Ricardo Curras ha tomado la determinación de librarse de los activos no estratégicos. La primera enseña que planea poner en venta, en el arranque del próximo curso, es Max Descuento, el negocio de cash & carry.

Aunque el libro de venta todavía no está elaborado, Dia ya ha mantenido conversaciones con varias firmas para que le ayuden a preparar la transacción, que podría hacerle ingresar entre 30 y 50 millones de euros, según fuentes conocedoras del sector retail.

Los expertos esperan que presente un nuevo plan estratégico con el foco en el crecimiento de las ventas y la desinversión de activos no estratégicos

La línea cash & carry, especializada en el servicio a profesionales y autónomos de la hostelería y el pequeño comercio, registra una facturación anual de en torno a 100 millones de euros. Cuenta con 35 establecimientos en Andalucía, Aragón, Asturias, Castilla y León, Extremadura, Murcia y Comunidad Valenciana con más de 35.000 metros cuadrados totales de superficie de ventas y una plantilla que alcanza los 250 profesionales.

Durante 2016, Dia comenzó una remodelación de todos sus establecimientos de esta enseña para hacerlos más modernos y luminosos, y amplió el surtido de referencias hasta superar las 4.500.

Esta primera desinversión forma parte del nuevo plan de negocio que quiere poner en marcha el magnate ruso Mikhail Fridman que, a través del fondo Letterone, controla el 25% del grupo de distribución.

Fridman, que entró en el capital hace ahora un año, ha comenzado a moldear el consejo para renovar el modelo de negocio. Ha introducido a dos expertos dentro de la distribución alimentaria: Karl-Heinz Holland, responsable de la expansión de Lidl, y Stephan DuCharme, presidente no-ejecutivo de X5 Retail desde 2012, la cadena de supermercados líder de ventas en Rusia. En el sector se especula que la actual cúpula de dirección de la compañía podría tener los días contados.

La venta de la enseña, especializada en el servicio a profesionales y autónomos de la hostelería, podría alcanzar los 50 millones

La desinversión que planea realizar tras los meses estivales podría ser un revulsivo para su cotización en Bolsa. “Esperamos que Dia (liderada por su accionista principal Letterone) anuncie un nuevo Plan estratégico después del verano, con un enfoque en la recuperación del crecimiento de las ventas like for like y las ganancias de cuota de mercado, y en la venta de activos. Dicho esto, esperamos que Letterone priorice el crecimiento de las ventas sobre los márgenes y el flujo de caja libre, por lo que esperamos más sufrimiento antes de que haya una ganancia”, observan desde la firma de inversión Alantra.

Dia se mueve en un escenario difícil y las cifras de negocio de los últimos años han sido decepcionantes. La elevada competencia en un sector maduro, cuyas tasas de crecimiento son muy limitadas, obliga a una intensa guerra de precios que se ha llevado por delante buena parte de la rentabilidad de los distintos operadores, que deben hacer frente, además, al auge de un comercio online que resulta nocivo para sus márgenes.

La proximidad, en el foco

En este contexto, además, el modelo de Dia, que había basado su atractivo en la proximidad al cliente -con numerosas tiendas en el centro de las ciudades- se ha visto superado por nuevos competidores que también han optado por expandirse en los núcleos urbanos con precios agresivos y una experiencia de compra más satisfactoria. Así, mientras enseñas como Mercadona o Lidl no han hecho sino ganar terreno en los últimos tiempos, la compañía que dirige Currás ha visto menguar constantemente su cuota de mercado, a pesar de sus esfuerzos por retener al cliente a base de sacrificar sus márgenes.

 

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