Economía

Bruselas impone una multa récord de 4.340 millones a Google por "abuso" con Android

La Comisión Europea acusa al gigante tecnológico de aprovechar su posición dominante en el sistema operativo de móviles para implantar sus aplicaciones

La sede de Google, con el logo de Android. | EFE

Segundo capítulo de la trilogía que enfrenta, desde hace ya más de ocho años, a Google y la Comisión Europea y de nuevo el mismo resultado: una fuerte multa para el gigante de internet. Bruselas ha anunciado este miércoles que la compañía estadounidense tendrá que pagar 4.340 millones de euros por abuso de mercado con su sistema operativo Android.

Es la multa más grande jamás impuesta por la Comisión Europea. La cuantía de la sanción ha superado incluso los 2.400 millones que Google tuvo que pagar hace ahora un año, cuando las autoridades de competencia de la Unión Europea consideraron que abusaba de su poder para favorecer su servicio Google Shopping frente a otros competidores.

De esta manera, el departamento que dirige la comisaria Margrethe Vestager continúa con el caso contra Google, que todavía tiene un capítulo por decidir según avancen unas investigaciones que se iniciaron cuando el español Manuel Almunia ocupaba el puesto de la danesa.

Según Bruselas, Google utilizaba su sistema operativo Android, presente en el 80% de los dispositivos móviles en el mundo y en el 90% a nivel europeo, para obligar a los fabricantes tecnológicos a utilizar aplicaciones propias como el buscador Chrome o el contenedor de aplicaciones Google Play, ambos instalados por defecto en smartphones y tablets.

"Google ha llevado a cabo prácticas ilegales y debe solucionarlo en los próximos 90 días, sino quiere enfrentarse a sanciones mayores", ha explicado Vestager en su comparecencia para explicar la posición de la Comisión Europea.

La comisaria de Competencia ha asegurado que Google obligaba a los fabricantes a usar sus aplicaciones, y que "les pagaba para asegurarse de que así fuera" y así "llevarse todo el tráfico" de usuarios. "Estas prácticas han negado a los rivales la capacidad para competir y eso es ilegal según las normas de competencia", ha dicho Vestager.

"Las pruebas determinan que, cuando se trata de elegir un buscador o un navegador, los usuarios se quedan con el que viene instalado de manera predeterminada", ha apuntado la comisaria.

Postura dura

Vestager ha criticado con dureza las prácticas de Google, avisando de que privan a los usuarios de la posibilidad de elegir las aplicaciones que quieren usar y que, además, la compañía se aprovecha del tráfico y los datos que registra al "obligar a prácticamente la totalidad de los fabricantes" a instalar Chrome y Play Store.

"La cuantía de la multa refleja la importancia y la magnitud de las prácticas de Google, que tiene que terminar con estas prácticas antes de 90 días. Nuestra decisión obliga a la compañía a dejar de controlar qué aplicaciones hay instaladas de forma predeterminada en un smartphone", continuaba la responsable de Competencia en Europa.

En caso de que no cumplan con las demandas de la Comisión Europea, Google se enfrenta a una multa diaria equivalente al 5% de la facturación total de Alphabet, la matriz de la firma.

Como ya ocurriera con la sanción de junio del año pasado, el mayor problema para la compañía que dirige Sundar Pichai no es afrontar el coste de la misma -en 2017 tardó 16 días en facturar esos 4.340 millones de euros-, sino modificar totalmente la forma en la que opera actualmente para cumplir con las demandas europeas.

Poco después de conocerse la cuantía de la sanción Google anunció que recurrirá, alegando que Android "ha creado más libertad de elección" y "no menos". "Es un ecosistema vibrante, de innovación rápida y con precios bajos. Esas son las características clásicas de una competencia sólida. Recurriremos la decisión", ha explicado a través de un comunicado el gigante estadounidense.

Tal y como explica Bloomberg, Vestager y Pichai mantuvieron una conversación telefónica este martes, en la que la comisaria informó al máximo ejecutivo de la tecnológica de la decisión, una práctica habitual cuando se toman este tipo de decisiones.

Google todavía tendrá que afrontar un nuevo caso que bien podría acabar en otra multa, en este caso por la gestión de AdSense, el servicio de publicidad que también está bajo la lupa de las autoridades de Competencia de la Comisión Europea. De momento, la factura para el gigante de internet se va ya hasta los 6.700 millones de euros en multas.

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