El Gobierno quiere extender el uso masivo del contrato de relevo para rejuvenecer plantillas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció este martes durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados que su intención es poner en marcha un plan de choque de empleo juvenil para sacar de la cuneta a cientos de miles de jóvenes golpeados por el desempleo y que aún sienten en sus carnes el azote de la crisis.

Este plan aún no ha cobrado forma, como así lo empieza a hacer el que en paralelo se desarrolla para luchar contra la explotación laboral. Sin embargo, fuentes conocedoras de los planes del Gobierno aseguran que el punto de partida será el Plan de Rescate Joven presentado por el PSOE en los primeros compases de este año, y que ya se ha dado la orden para empezar a construir un primer borrador a partir de este conglomerado de propuestas.

Solo un 0,08% de los contratos firmados hasta junio es de relevo

Las mismas fuentes indican que una de las medidas más ambiciosas es, como adelantó el propio Sánchez, el impulso del contrato de relevo. Concretamente, los socialistas pretenden revisar esta modalidad de contratación, que supone un puente para ordenar la salida de trabajadores veteranos de las empresas y dar entrada a otros más jóvenes con buenas condiciones laborales, con la idea de que su uso se haga masivo.

De acuerdo con la regulación actual, los contratos de relevo se han de celebrar con un trabajador en situación de desempleo o temporal, para sustituir progresivamente a otro, próximo a la jubilación, con lo que en paralelo el Gobierno tendrá que revisar también la normativa sobre jubilación parcial.

Debe existir una correspondencia entre las bases de cotización del relevista y del jubilado parcial, de modo que la correspondiente al más joven no puede ser inferior al 65% del promedio de las bases de cotización correspondientes a los seis últimos meses del período de base reguladora de la pensión del de más edad. Por otro lado, la duración de la jornada debe ser, como mínimo, igual a la reducción de jornada acordada por el trabajador sustituido.

Un millón de menores de 30 años en paro

Con estos mimbres, esta figura contractual es hoy residual, no así el desempleo juvenil. De un lado, los datos de los servicios públicos de empleo (SEPE) indican que hasta el mes de junio solo se realizaron 8.358 contratos de relevo, el 0,08% del total.

En paralelo, la Encuestad de Población Activa (EPA) correspondiente al primer trimestre del año refleja que, si la tasa de paro total se situó en el 16,7%, en el caso de los jóvenes de entre los 16 y 19 años alcanzó el 55,5%; entre los 20 y los 24 años, el 30,4%; y entre los 25 y los 29 años, el 23,4%.

La tasa de paro de los jóvenes entre 25 y 29 años es del 23,4%

Otro dato muestra quizás con más claridad la realidad laboral de los jóvenes españoles: en estos tramos de edad se suma casi millón de desempleados, casi una cuarta parte del total.

En el PSOE se considera que el contrato de relevo es una oportunidad para facilitar el acceso de los jóvenes a un empleo de calidad y, según las fuentes consultadas, las propias empresas lo ven un instrumento útil y necesario para rejuvenecer plantillas. De hecho, el IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva firmado por patronal y sindicatos y publicado este miércoles en el Boletín Oficial del Estado (BOE) incluye un anexo en el que los agentes sociales se comprometen a trasladar a la negociación con el Gobierno la necesidad de recuperar el contrato de relevo "en las condiciones de su puesta en marcha como elemento esencial para el traslado de conocimiento, rejuvenecimiento de las plantillas, mejora de la productividad de las empresas y creación de empleo en condiciones de estabilidad".

Plan para regular la figura del becario

Entre las motivaciones de los socialistas se encuentra también que los jóvenes no tengan que sufrir la condena de tener que acceder a un empleo estable a través de prácticas o becas en muchos casos abusivas.

En este sentido, el mismo plan de choque para el empleo juvenil incluye otras medidas para acabar con este tipo de prácticas. Como adelantó también Sánchez y ahora tendrá que desarrollar el Gobierno, los socialistas quieren regular las prácticas no laborales y los programas de becarios para convertirles en vehículos reales entre la educación y el empleo. En este marco, el Gobierno prevé eliminar las prácticas extracurriculares y crear un Estatuto del Becario, algo que ya había empezado a negociar el anterior Gobierno con los sindicatos.

Por último, el Gobierno también se ha propuesto impulsar una verdadera oferta de formación profesional dual, dotándola de recursos económicos suficientes.