El ex consejero delegado de Fiat Chrysler Automobiles y Ferrari Sergio Marchionne ha fallecido este miércoles después de varios días ingresado en un hospital de Zúrich (Suiza) por complicaciones derivadas de una cirugía.

El sábado pasado, Marchionne, que tenía prevista su salida de la compañía para 2019, fue reemplazado permanentemente como consejero delegado del consorcio automovilístico italoestadounidense y de Ferrari por sus problemas de salud.

"Desafortunadamente, lo que temíamos ha sucedido. Sergio Marchionne, hombre y amigo, se ha ido", lamentó el presidente del grupo, John Elkann, en un comunicado emitido por la firma de inversión italiana Exor, propiedad de la familia Agnelli.

Elkann ya expresó su "dolor" hace unos días por la marcha de Marchionne de la compañía después de 14 años, pero aseguró que, con Mike Manley (responsable de Jeep) como nuevo consejero delegado de la multinacional, FCA se asegura la "máxima continuidad".

"Mi familia y yo siempre estaremos agradecidos por lo que hizo y estamos cerca de Manuela y sus hijos Alessio y Tyler. Renuevo la invitación a respetar la privacidad de la familia de Sergio", añadió Elkann.

Casi 15 años al frente de Fiat

Fiat nombró a Marchionne consejero delegado de la compañía en junio de 2004 tras la dimisión de Giuseppe Morchio y con la familia Agnelli, principal accionista de Fiat, buscando planes de saneamiento para la empresa. Desde entonces, multiplicó los ingresos y el beneficio operativo de la firma, que se encontraba en una situación complicada.

El italiano desempeñó labores de consejero independiente de Fiat desde mayo de 2003 y fue director general de Pruebas e Inspección de la empresa suiza SGS Societe Generale de Surveillance hasta ser elegido para dirigir al fabricante transalpino. Entre los años 2000 y 2002, se encargó de la reestructuración del grupo químico suizo Lonza como consejero delegado y presidente.

Con su llegada, Marchionne fijó un objetivo de beneficio neto para Fiat de entre 1.400 y 1.800 millones de euros en 2007, frente a las pérdidas de 1.948 millones que la firma anotó en 2003, así como que el grupo italiano volviera a la rentabilidad operativa. En 2017, ya como Fiat Chrysler Automobiles (FCA), la multinacional contabilizó un beneficio neto de 3.510 millones de euros.

Con Marchionne al frente, Fiat también adoptó una nueva estructura de gobierno, mediante la constitución de un consejo ejecutivo y la modificación de la organización y las funciones entonces existentes en la matriz, Fiat SpA.

Hace cuatro años, fue nombrado presidente de Ferrari en sustitución de Luca Cordero di Montezemolo, a raíz de que este último mostrara su interés de dimitir de su puesto. La firma italiana también confío en Marchionne para liderar el proyecto de la nueva Fiat Chrysler Automobiles (FCA), que inició operaciones en octubre de 2014.

Asimismo, Marchionne también ejerció como presidente de los fabricantes europeos. En 2012, fue designado nuevo responsable de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA), en sustitución del presidente de Daimler, Dieter Zetsche.

El directivo, a quien se le atribuye haber rescatado a Fiat y también a Chrylser de la bancarrota desde que tomó el volante del fabricante italiano hace catorce años, fue reemplazado al frente del consorcio italoestadounidense y de Ferrari el pasado sábado a causa de serias complicaciones causadas por una cirugía.

La compañía nombró a Mike Manley, responsable de Jeep, nuevo consejero delegado de Fiat Chrysler en sustitución del italiano. La muerte de Marchionne sacude a Fiat Chrysler en pleno desarrollo de su plan estratégico, presentado por él mismo en junio y a través del que prevé invertir 9.000 millones de euros en vehículos híbridos y eléctricos durante los próximos cinco años, con el fin de eliminar de su producción todos los motores diésel antes del año 2021.