Economía

Cuando el alumno supera al maestro: los ex Bestinver, dos años después de decirse adiós

¿Era Paramés el único artífice de los años dorados de Bestinver? ¿Guzmán y Bernad aprendieron del maestro hasta superarle? ¿Los Entrecanales, con su talonario, han logrado atraer tanto talento como el que perdieron?

Fernando Bernad y Álvaro Guzmán, fundadores de azValor, junto a Francisco García-Paramés, consejero delegado de Cobas AM.

Se cumplen dos años de la ruptura más sonada del sector de la gestión de activos. En septiembre de 2016, Francisco García Paramés, uno de los gestores españoles de fondos más reputados, dijo adiós contra todo pronóstico a los que habían sido sus incondicionales en Bestinver, la gestora de la familia Entrecanales.

En septiembre de 2014, el líder del equipo de inversión dejó la firma y sus discípulos le siguieron. Un año más tarde, Álvaro Guzmán, Fernando Bernad y Beltrán Parages constituyeron azValor, a la espera de reencontrarse con su maestro, entonces cumpliendo una cláusula de no competencia que le impedía gestionar. Pero el guión previsto saltó por los aires. Y el reencuentro nunca llegó. AzValor se quedó sin Paramés. Bestinver se quedó sin Paramés. Y Paramés se estableció por su cuenta y lanzó Cobas Asset Management.

El trío de ases que encumbró Bestinver y la convirtió en enseña de talento e independencia en el sector de la gestión colectiva se dispersó. Inversores, selectores de fondos y meros curiosos de los mercados, desde entonces, tratan de descubrir, como si de un juego de triles se tratase, dónde está ese talento, dónde está la bolita que aparece y desaparece a merced del mercado.

¿Era Paramés, el gurú, único artífice de los años dorados de Bestinver? ¿Guzmán y Bernad aprendieron del maestro hasta superarle? ¿Los Entrecanales, con un talonario y muchos ceros, han logrado atraer para su gestora tanto talento como el que salió por la puerta de Juan de Mena?

En términos de captación de patrimonio, Cobas gana la partida, pero los inversores de azValor ganan más dinero

Guzmán y Bernad tienen su propia opinión. En una ocasión confesaron, entre bambalinas y en voz bajita, que "Paramés es uno de los tres mejores gestores de España". Fue en la London Value Investor Conference, la cita de las citas para quienes siguen esta filosofía de inversión.

Quizá, si Leonardo Da Vinci analizase las carteras de unos y otros, recordaría aquéllas palabras que se le atribuyen: "Mediocre es el alumno que no sobrepasa a su maestro". De momento, el mercado es soberano y enseñará sus cartas en tres, cuatro años... Antes, quizá, si irrumpe una corrección severa y se le ven las vergüenzas al que nadase sin pantalones.

Y no, no ha pasado el tiempo suficiente -lo sabemos- para valorar con justicia la evolución de firmas de inversión, cuyos éxitos y errores se plasman en un horizonte temporal de largo, muy largo plazo. Pero quién se resiste a echar un vistacito a la rentabilidad de los fondos del gurú del value y sus alumnos más aventajados.

En términos de patrimonio, Cobas gana la partida. A pesar de que la firma nació un 18 meses más tarde, cuenta con más de 2.500 millones de euros bajo gestión, frente a azValor que, al cierre de junio, administraba 1.807 millones.

Sin embargo, en términos de rentabilidad, los discípulos han superado a su ex líder. Al menos, de momento. El mercado da muchas vueltas, las cotizaciones son caprichosas y cuanto más se sube más se cae. Pero a día de hoy, los inversores de azValor han rentabilizado más su dinero que los de Cobas.

En la cartera ibérica, que invierte en compañía cotizadas de España y Portugal, el fondo azValor Iberia gana un 12,4%, mientras que su homólogo Cobas Iberia se revaloriza un 9,2%, desde marzo de 2017, cuando se lanzó este último. Es, por tanto, el periodo más largo en en el que se pueden comparar ambos productos. Tomando como referencia exclusivamente 2018, el primero avanza un 2,9% y el segundo un 3,5%.

Bestinver, la gestora de los Entrecanales, ha dado la talla con las rentabilidades logradas por el nuevo equipo gestor

El pulso en la estrategia internacional también lo ganan Álvaro Guzmán y Fernando Bernad. Mientras Cobas Internacional pierde un 4% desde que empezó a cotizar en marzo del año pasado, la versión de azValor resiste con una leve caída del 0,3%.

La comparativa puede llevarse un poco más atrás en el tiempo con Cobas Selección -combina la estrategia internacional y nacional-, que se lanzó a mediados de octubre de 2016. Pierde un 0,49% en este periodo, mientras que su comparable Mimosa Cap SICAV Azvalor International gana un 7,5%, según datos de la firma de análisis Morningstar.

Los números rojos de Paramés se intensifican si se acota el periodo al último año. Desde el inicio de 2018 hasta el 30 de agosto, el Cobas Selección cae un 9,5% y el Internacional un 11%. Frente a éstos, Mimosa aguanta los embistes del mercado con un retroceso del 0,5% en el año y la versión internacional de azValor se deja un 1,2%.

También está en el foco, desde que los gestores estrella de la filial de Acciona se establecieron por su cuenta, la propia Bestinver, liderada por Beltrán de la Lastra. La llegada del ex J.P. Morgan fue cuestionada en un principio, pero las rentabilidades han dado la talla.

Tomando de nuevo como referencia marzo de 2017, cuando Paramés lanzó sus fondos, Bestinver Bolsa, el vehículo que invierte en compañías españolas, se queda corto frente a sus principales competidores con un alza de 7,2% (Cobas gana un 9,2% y azValor, un 12,4). Sin embargo, Bestinver Internacional barre a todos. Se anota una revalorización del 3,3% en un periodo en el que el vehículo de Paramés pierde un 4% y el de Guzmán cede un 0,4%.

Aryzta, el traspiés suizo del gurú

Buena parte de los números rojos que arrastra el bautizado por Financial Times como el Warren Buffett europeo tienen un culpable: el grupo de alimentación suizo Aryzta. La exposición a esta compañía, que cotiza en mínimos históricos, ha afectado la rentabilidad de la cartera internacional en un 6% hasta junio. "Un solo valor ha estropeado temporalmente el trabajo del resto, aunque, como dice Buffett, si descartamos de una ronda de golf los malos golpes todos seriamos campeones", señala el gestor en su última carta a los inversores. Aun así, mantiene su confianza en el potencial de la compañía. "Se va a recuperar y nos beneficiaremos significativamente", indica.

Paramés ha atravesado situaciones similares en el pasado. Célebre es su resistencia a dejarse llevar por la euforia de las puntocom cuando el sector estaba en auge. Luego la burbuja pinchó y el gestor brilló. Es difícil aguantar el tipo, pero, en otras ocasiones, el tiempo le ha dado la razón, tal como refleja en su escrito a los partícipes.

Paramés pide paciencia a los inversores: "El tiempo es uno de los principales factores en los que se puede confiar"

"La mayor parte de las compañías en las que estamos invertidos ha visto cómo su negocio ha evolucionado positivamente, si bien es cierto que la impresión que pueden tener nuestros inversores es que esto no se ha visto reflejado en el valor liquidativo de nuestros fondos. No es la primera vez que hemos estado en tal situación, y ciertamente no será la última. Tarde o temprano, sin embargo, los precios de las acciones seguirán el desarrollo de su valor subyacente, tal como lo han hecho en el pasado. Como muchos de ustedes ya conocen, el tiempo, es uno de los principales factores en los que se puede confiar cuando se invierte a largo plazo, ya que siempre juega a nuestro favor", asegura.

AzValor, por su parte, en su última carta a los inversores también hace alusión al tiempo. "Lo que usted debe esperar como cliente de azValor es una rentabilidad significativamente mayor que la de los índices a largo plazo; y esperamos que nos juzgue con esa referencia exclusivamente", señala Álvaro Guzmán, director de Inversiones y consejero delegado, tras reconocer que en los últimos meses la rentabilidad de la cartera ibérica fue ligeramente por debajo de su referencia.

Guzmán presume con prudencia: "Hemos generado 13 puntos porcentuales al año más que el mercado; les advierto de que es difícil que se vuelva a repetir"

Sin embargo, con la prudencia por bandera, subraya el buen comportamiento del fondo mirando por el retrovisor más allá del último trimestre. "En dos años hemos generado casi 13 puntos porcentuales al año más que el mercado, y lejos de sacar pecho, debo advertirles de antemano que la probabilidad de repetir estos resultados en los próximos 10 años es cercana a cero. Estaremos muy satisfechos si logramos sacar entre cinco y siete puntos porcentuales al año respecto a los índices en el futuro", señala.

De hecho, el fondo que invierte en compañías internacionales ha cambiado de tono en unos meses. "Si en el primer trimestre del año la cartera internacional perdía un 5%, a cierre del semestre ha dado la vuelta al marcador y a 30 de junio ya subía un 4%, mejorando a su índice de referencia, que está ligeramente en negativo", indica. El directivo calcula que la cartera internacional tiene un potencial del 100% y la ibérica del 63%.

Qué es la inversión 'value'

Warren Buffett, Benjamin Graham y Peter Lynch son algunos de los máximos exponentes de la filosofía de inversión value. En España, Paramés fue pionero al frente de Bestinver. Hoy, junto a él, Álvaro Guzmán y Fernando Bernad, han proliferado otra media docena de firmas como Magallanes, EDM, Valentum, Horos, Metavalor y Buy & Hold que se distinguen por aplicar este estilo de inversión.

"Compramos activos infravalorados para preservar a largo plazo el poder adquisitivo de los ahorros de nuestros inversores. No pretendemos anticipar el comportamiento de los mercados a corto plazo, tan impredecibles como las personas que los conforman, sino la evolución a largo plazo de los activos que nos interesan", explican desde Cobas.

"Nos aprovechamos de las caídas de los mercados para obtener precios más bajos en los valores seleccionados, aunque suframos a corto plazo. Por esa razón, estaremos invertidos casi siempre cerca del límite legal del 99%", añaden.

Los mismos criterios defiende azValor: "Dedicamos todo nuestro tiempo y esfuerzo a buscar y analizar compañías de gran calidad, invirtiendo en buenos negocios con ventajas competitivas sostenibles en el tiempo, elevados retornos sobre el capital, dirigido por un buen equipo gestor que vele por los intereses de los accionistas y cuyo valor intrínseco no esté reflejado en su precio de cotización".

Junto a ello, explican cómo tratan de "aprovechar las ineficiencias a corto plazo entre precio y valor para intentar maximizar los retornos de nuestras inversiones a largo plazo, minimizando en la medida de lo posible pérdidas permanentes".

Cuando invertimos, indican, "actuamos con racionalidad, sin dejarnos llevar por las emociones, aplicando la filosofía de valor, donde el tiempo juega a nuestro favor y la paciencia es un factor clave".

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