Los portavoces de los grupos parlamentarios en el Pacto de Toledo se han reunido este miércoles en tiempo récord. Menos de una hora, lo necesario para constatar la falta de acuerdo entre las partes a la hora de redactar una nueva fórmula de revalorización de las pensiones alternativa a la actual.
La comisión permanente ha estudiado nuevas redacciones posibles todas ellas en torno a la idea general de una vuelta al IPC como índice de referencia. Sin embargo, detalles de fondo siguen impidiendo el consenso. La novedad es que se ha producido un cambio sustancial en el tablero.
El PSOE, férreo defensor de la vuelta a la reforma de las pensiones de 2011 y la revalorización de las pensiones con el IPC en su último año de oposición, defiende ahora una fórmula en la que el indicador de inflación sea un elemento troncal, pero que pueda mezclarse con otros indicadores de coyuntura económica.
En declaraciones a los medios a la salida de la reunión, la portavoz socialista, Mercé Perea, se ha referido concretamente al IPC como un elemento que debe ser “vital” en la revalorización futura de las pensiones, pero al que se podrán sumarse el PIB o los salarios para acabar de fijar la subida anual de las prestaciones.
En este punto, aunque ha afirmado que la idea es que estos otros factores puedan “mejorar” si es posible de forma adicional la subida de las pensiones, Perea no ha concretado si entonces el IPC será un mínimo o un suelo en todas las coyunturas, pese a que para los años 2018 y 2019 el PSOE ya habría pactado con Podemos una paga compensatoria para los pensionistas ante la previsión de que la inflación desborde la subida prevista del 1,6%.
Y es que, tanto ERC como Podemos, que ahora se han quedado solos en la defensa del IPC como única referencia, como el PP creen que una fórmula así puede llevar a revalorizaciones inferiores a la inflación, por ejemplo, en épocas de recesión.
Todo dependerá de otra de las novedades que a día de hoy baraja el Pacto de Toledo y en la que el PSOE también estaría de acuerdo: que sea el diálogo social, en el que participan patronal, sindicatos y el propio Gobierno, el que tenga la última palabra cada año.
Iglesias ya presionó a Sánchez
Las espadas entre PSOE y Podemos están en todo lo alto, por tanto, pese a que el secretario general de los morados, Pablo Iglesias, confiaba el pasado jueves en un acuerdo durante esta semana tras reunirse con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Perea ha sugerido que esta postura responde a la necesidad de “acomodar todas las posiciones”, contar cuanto antes con una redacción “clara y que no dé lugar a interpretaciones maliciosas”, y, todo ello, para a la mayor brevedad aportar “confianza a los ciudadanos”.
“La gente está inquieta”, ha asegurado, precisamente después de que los pensionistas se volvieran a concentrar a las puertas del Congreso de los Diputados esta mañana para pedir la indexación de sus nóminas.
En cualquier caso, Perea ha asegurado que la postura del PSOE sigue siendo la de garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas.
Podemos y ERC se mantienen firmes
Por su parte, la portavoz de Podemos, Aína Vidal, ha defendido que las pensiones deben revalorizarse como mínimo con el IPC y ha considerado que la defensa que hacen los socialistas del poder adquisitivo de los pensionistas es a día de hoy “una inspiración” más que un compromiso del PSOE.
La formación morada no cierra la puerta a que el PIB y los salarios también entren en la coctelera de la revalorización de las pensiones, pero solo para “mejorar”, del mismo modo que ERC. Es decir, que ambas formaciones siguen diciendo no a fórmulas mixtas que dejen una decisión final en el futuro en manos del diálogo social.
Por su parte, tanto PDeCAT como Ciudadanos siguen defendiendo que el IPC sea un elemento medular de la revalorización de las pensiones, pero creen que deben establecerse mecanismos de flexibilidad para que cada Gobierno, en cada momento, pueda tener capacidad de decisión sobre las subidas que se puedan acometer.
En este sentido, ambas formaciones apuestan por establecer tramos, que se puedan subir las pensiones por encima del IPC en época de bonanza y “apretarse el cinturón” en recesión, todo ello blindando las pensiones mínimas, según ha dicho el portavoz de Ciudadanos, Sergio del Campo.
Hacia una recomendación general
Dadas las circunstancias, varios portavoces han apuntado a la posibilidad de que el Pacto de Toledo no cierre un texto definitivo hasta haber acordado todos los puntos sobre los que cabe realizar recomendaciones de cara a futuras reformas de las pensiones.
El portavoz del PP, Gerardo Camps, ha abierto incluso la puerta a que no se llegue a un acuerdo o a que éste sea parcial, y se recojan las opiniones discordantes en un voto particular. Los portavoces han salido de la reunión asegurando que siguen trabajando, mientras dejaban la sala de la comisión vacía.
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