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las cuentas del gigante en 2017

Uber declara que gana en España sólo 163.500 euros y paga 53.800 en impuestos

Para la Hacienda española la compañía es sólo una agencia de marketing, mientras que la plataforma tributa en Holanda por su negocio principal de cobro de comisiones a los conductores con licencias VTC.

Vehículo de Uber en la Plaza de Castilla de Madrid. | EP

El negocio principal de Uber en España es conocido: pone en contacto a través de una aplicación online a viajeros y a conductores con licencia VTC, y la plataforma cobra a los chóferes una comisión del 25% del importe pagado por los clientes por el trayecto realizado. La aplicación UberX está activa en el mercado español desde el 30 de marzo de 2016.

Para la Agencia Tributaria española esta actividad como comisionista –en un negocio que no deja de crecer y que tiene en pie de guerra al sector del taxi- no existe. Para Hacienda ese negocio principal de Uber no se produce de facto en España.

En España sólo está registrada la filial Uber Systems Spain, una compañía cuyo objeto social es exclusivamente “ofrecer marketing local y apoyo en servicios”. A efectos fiscales, Uber es en España sólo una agencia de marketing, no una compañía tecnológica.

Las cuentas de 2017

Según las cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil, Uber Systems Spain obtuvo en 2017 un beneficio de 163.514 euros en 2016, casi el doble de los 83.401 euros del ejercicio anterior. La filial registró unos ingresos de 2,88 millones de euros, también el doble en un año (1,42 millones en 2016). Todos esos ingresos, todos, provinieron de su matriz, radicada en Holanda, para desarrollar labores de marketing y publicidad en España.

A pesar de ser un gigante tecnológico global, las magnitudes modestas en España se traducen igualmente en una factura fiscal reducida. Uber abonó a la Hacienda española 53.817 euros en concepto de Impuestos de Sociedades correspondiente a 2017. En el ejercicio precedente el pago tributario fue de 28.395 euros.

El gran negocio, en Holanda

Uber opera en Madrid y Barcelona facilitando el contacto online de los clientes y los chóferes que cuentan con licencias VTC. Ese gran negocio de Uber se produce, a todos los efectos, no en las dos grandes ciudades españolas, sino en Holanda.

Los ingresos y beneficios del cobro de comisiones a los chóferes españoles tributan de manera centralizada a través de Uber International Holding BV (propietaria del 100% de las acciones de la filial española) en Holanda, un país con ventajas fiscales para las multinacionales y que permite el pago de dividendos a sociedades extranjeras sin pagar impuestos.

De hecho, según desveló la revista Fortune, Uber aprovecha este último aspecto para transferir gran parte de los ingresos a otra sociedad radicada en el paraíso fiscal de Islas Bermudas y reducir aún más el pago de impuestos a escala global.

"Uber cumple con sus obligaciones fiscales"

Aunque la Comisión Europea y los estados miembros de la Unión Europea buscan fórmulas para que los gigantes tecnológicos paguen sus impuestos en los países en que se generan realmente sus ingresos (no dónde hayan ubicado su sede centralizada) y se estudian tributos específicos para los servicios tecnológicos, de momento este tipo de estructuras societarias como la que utiliza Uber es plenamente legal.

"Uber cumple con todas sus obligaciones fiscales en los más de 70 países en los que opera en todo el mundo", sostiene un portavoz de la compañía a El Independiente. "Como tantas otras empresas multinacionales, Uber tiene una sede internacional, en Holanda, desde donde operamos en toda Europa en virtud del principio de libre establecimiento de la Unión Europea".

El pago en impuestos directos por parte de Uber Systems Spain es modesto, pero la filial española subraya que la actividad que promueve sí genera ingresos fiscales a la Agencia Tributaria. "A diferencia de la mayoría de grandes tecnológicas, el 75% del ingreso que genera Uber se queda en España ya que es el conductor quien lo recibe directamente", dicen fuentes de la empresa. Los chóferes pagan sus impuestos por lo que ingresan (75% del importe pagado por el cliente por el viaje), pero la compañía de facto no lo hace por su comisión (el 25% restante).

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