Este miércoles 26 de septiembre será gratis coger un Cabify o un Uber en toda España. Entre las 10 de la mañana y las 22 horas de la noche, todos los vehículos de ambas plataformas realizarán viajes sin coste alguno para cualquiera que solicite un trayecto a través de las aplicaciones.
Así lo anunciaron este sábado ambas compañías en un comunicado conjunto, con el que buscan poner el foco sobre los 15.000 conductores que operan con Cabify y Uber y que ahora ven como sus puestos de trabajo están en riesgo por el inminente decreto ley del Ejecutivo que limitará las licencias VTC en las principales ciudades españolas.
En las primeras horas de esta jornada con trayectos gratis está siendo complicado coger uno de los coches de estas plataformas. Al abrir la aplicación de Uber un "no hay coches disponibles" hace imposible hacer cualquier viaje, mientras que en Cabify las esperas superan los 10 minutos en el centro de Madrid.
Esta jornada gratuita es una forma de llamar la atención a los usuarios y poner sus servicios en valor. De esta manera tanto Cabify como Uber quieren dirigirse a los que utilizan sus servicios, antes de poner sus ojos directamente en el Gobierno con la huelga del día 28 de septiembre.
El próximo viernes los vehículos con licencia VTC han convocado una huelga exigiendo a Fomento que les incluya en la mesa de negociación por la que, de momento, sólo ha pasado el taxi. Reclaman que se cumpla una promesa que les hizo el ministro, José Luis Ábalos, durante la huelga del taxi y que ahora, cuando ya ha pasado más de un mes, todavía no se ha cumplido.
El día de esos paros se celebrará el último Consejo de Ministros del mes de septiembre del que, casi con total probabilidad, saldrá el decreto ley que dará a las administraciones locales la capacidad de gestionar y conceder licencias VTC, con lo que podrán controlar mucho mejor cuántas hay en sus calles.
Se cumple de esta manera la exigencia principal del taxi para no recurrir de nuevo al bloqueo de las ciudades. Las principales organizaciones del sector habían exigido a Fomento, en una reunión mantenida la pasada semana, que no terminara septiembre sin que el decreto ley estuviera listo, una condición con la que Ábalos y su equipo han cumplido.
Si durante agosto los que provocaron la tensión en las calles fueron los taxistas, en septiembre le toca a los conductores de Uber y Cabify. En total, más de 15.000 empleados que, según los temores de la patronal que engloba a ambas compañías, podrían quedar reducidos a apenas un tercio, por lo que 10.000 personas podrían quedarse sin empleo.
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