Ni la desaceleración económica, ni el rebrote independentista en la antesala del primer aniversario del referéndum del 1-O en Cataluña. Lo que a día de hoy preocupa y mucho a los inversores es la subida de impuestos que prepara el Gobierno de Pedro Sánchez como concesión a Podemos a cambio de su apoyo político.
Es el mensaje de advertencia que envía el gigante Bank of America en un reciente informe en el que pone sobre aviso a España del precio que puede llegar a pagar si se embarca en una subida estructural del coste de las pensiones y en un incremento de la presión tributaria para poder financiarla.
Bank of America, que la semana pasada rebajó las previsiones de crecimiento para España del 2,7% al 2,6% este año y del 2,3% al 2,1%, admite que en las conversaciones con sus clientes, la desaceleración de la economía española y la posibilidad de que no haya nuevos Presupuestos para el año que viene son recurrentes. Pero no alarmantes.
"No estamos preocupados por la desaceleración", afirma la entidad, que ya daba por descontado esta fase bajista del ciclo y que dice no entender por qué los medios de comunicación la abordan como un sorpresa negativa, cuando se trata de una "normalización" ante el fin de los vientos de cola y un largo periodo de crecimiento excepcional por encima de su potencial.
"La buena noticia es que con todos estos vientos de cola que se desvanecen, la economía española seguirá creciendo por encima del potencial el próximo año --que está entre el 1% y el 1,5%--", añade.
Impuestos, con o sin Presupuesto
En cambio, Bank of America advierte que, más allá de las fronteras, lo que preocupa es el déficit y los impuestos. "La situación fiscal sigue siendo complicada e independientemente de si hay presupuesto o no este año, es probable que aumenten los impuestos tarde o temprano", resume, antes de acotar el impacto de esta probable subida a las empresas y las rentas altas.
En su opinión, "un fuerte crecimiento ha ayudado a ocultar la falta de consolidación estructural de las finanzas públicas", la misma que ahora demanda Bruselas a España. Bank of America se refiere así a que la reducción del déficit público hasta cerca del 3% ha sido obra más del crecimiento económico que de una esfuerzo por aportar mayores ingresos o recortar los gastos. Lo corrobora señalando que, "en los últimos años, los datos de la Comisión Europea (CE) apuntan a una relajación fiscal".
Las cifras que plasma el informe así lo atestiguan. Según las últimas previsiones de la Comisión Europea, el déficit estructural aún será superior al 3% del PIB en 2019, sin incluir incluso la última subida de las pensiones. Sumando este gasto, el saldo se dispararía hasta el 3,5% del PIB. En otras palabras, la economía, que a finales de 2018 habría crecido en términos nominales casi un 17% desde finales de 2013, solo habrá logrado reducir el déficit presupuestario en 4,5 puntos porcentuales del PIB estructural.
Y entonces llegó Podemos
Por si fuera poca alerta, Bank of America avisa en este punto del daño que podrían hacer las políticas presupuestarias a las que está empujando Podemos al Gobierno de Pedro Sánchez. Según sugiere, medidas como la vinculación de las pensiones con el IPC (al menos en 2018 y 2019) obligarán a cerrar a marchas forzadas la brecha de ingresos existente entre España y la media europea, que es de algo más de ocho puntos porcentuales del PIB (más de 8.000 millones de euros).
"Parte de la solución para los desafíos fiscales en España implicará cerrar la brecha del lado de los ingresos", señala el informe, antes de añadir que, "independientemente de si esto sucede este año, la dirección de viaje es clara". "Esto es aún más evidente, dado que la fuerte presencia de una fuerza de izquierda como Podemos en el Parlamento obliga a los demás a moverse hacia la izquierda, y dada la resistencia a abordar el problema de las pensiones a corto plazo, es probable que los impuestos suban mucho antes de que el sistema de pensiones se haga sostenible", apostilla.
Cataluña ya no preocupa tanto
Al final de esta disertación aguarda una conclusión llamativa: Cataluña, a un año del gran aniversario independentista, ya no es un gran quebradero de cabeza para los inversores, o al menos no el principal.
Bank of America afirma que aún no se vislumbra una solución adecuada para el desafío independentista y, en contra de la opción tomada por el Gobierno, señala que "negociar no parece ser una opción dado que el ala secesionista quiere discutir un referéndum legal, que el Gobierno español no puede admitir".
En esta situación, Cataluña "sigue siendo un riesgo continuo", indica el informe, para añadir que, pese a todo, "los intentos del Gobierno para amortiguar un enfrentamiento catalán han funcionado al menos parcialmente, limitando el impacto sobre el crecimiento a una confrontación prolongada hasta el momento".
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