Economía

Nueva amenaza para la economía: el petróleo supera los 80 dólares por primera vez desde 2014

La negativa de la OPEP a elevar la producción, pese a las presiones de Donald Trump, agudiza la inquietud sobre la escasez de oferta en el mercado

Pozo de extracción petrolífera. | EFE

Hace tiempo que para los precios del petróleo solo existe un rumbo. Tras elevar sus precios cerca de un 80% en los últimos 15 meses, el barril de Brent ha encontrado este lunes nuevos argumentos para continuar encareciéndose.

La negativa de los principales países productores a aumentar la oferta, tras una reunión mantenida este fin de semana en Argel, la capital de Argelia, provocaba este lunes un repunte del crudo próximo al 3%, que lo situaba claramente por encima de los 80 dólares por barril, en sus niveles más elevados desde 2014. Y son muchos los expertos que auguran que este movimiento vaya a más.

Por ejemplo, los analistas de JPMorgan, que ven probable que el precio del petróleo registre en las próximas semanas repuntes que le acerquen al nivel de los 90 dólares. Y es que a partir de noviembre entrarán en vigor las nuevas sanciones de Estados Unidos a Irán, que se calcula que podrían provocar una disminución de la oferta en el mercado de entre 500.000 y un millón de barriles diarios -firmas como Bank of America, hablan incluso de hasta 1,5 millones-, lo que podría provocar un notable desfase respecto a la demanda. Otros actores del sector como los traders Trafigura y Mercuria hablan incluso de subidas de los precios del petróleo hasta los 100 dólares.

El inicio de las sanciones a Irán puede retirar del mercado hasta 1,5 millones de barriles diarios, provocando vaciós en la oferta

En ese contexto, el presidente estadounidense, Donald Trump, solicitaba el pasado jueves a los países de la OPEP, a través de su cuenta de Twitter, que actuaran para reducir los precios, después de veintiún meses de restricción de la oferta, para depurar el exceso de producción que había provocado un fuerte descenso de los precios entre 2014 y 2016. Sin embargo, y a pesar de que los grandes países del cártel petrolero se muestran capacitados para dar respuesta a cualquier necesidad de aumentar la producción petrolera, este domingo no alcanzaron ningún tipo de acuerdo al respecto, subrayando que a día de hoy hay suficiente oferta en el mercado para satisfacer la demanda mundial.

Los países productores ya anunciaron el pasado junio su disposición a compensar la caída de la oferta que se espera que provoquen las sanciones a Irán, además de otros factores como la crisis que atraviesa Venezuela, y que ha reducido de forma muy significativa su capacidad de producción energética. Esta voluntad fue reafirmada este domingo, pero los países participantes en la reunión consideraron mayoritariamente que no se requieren ajustes adicionales en la oferta para mantener un equilibrio en el mercado.

En esta coyuntura, existe un creciente escepticismo entre los expertos sobre la capacidad real de la OPEP para cubrir completamente el descenso de la oferta proveniente de Irán y Venezuela y que el mercado puede enfrentarse a vacíos puntuales de oferta en los próximos meses.

Durante mucho tiempo, entre los expertos primó la idea de que las restricciones de oferta por parte del OPEP y Rusia se verían compensadas por el crecimiento del petróleo no convencional (shale oil) en Estados Unidos. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha agudizado la inquietud por la ralentización de este sector, que se enfrenta a problemas logísticos para mantener los actuales ritmos de expansión.

Con todo esto, los analistas empiezan a mirar con inquietud la posibilidad de que la escalada del petróleo acabe afectando al crecimiento económico de los países importadores, como es el caso de España. "Con las sanciones estadounidenses a Irán entrando en vigor en noviembre y la producción de crudo venezolana desplomándose, si otros productores no optan por aumentar sus producciones lo normal es que el precio del crudo siga subiendo", observan en Link Securities, donde advierten de que de materializarse esta subida adicional "puede terminar lastrando el crecimiento económico global".

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