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El descalabro de Gamesa 'cuesta' a Iberdrola otros 200 millones en cuatro meses

Las acciones del fabricante de aerogeneradores acumulan un recorte del 25% en los últimos cuatro meses, en los que ha liquidado su buen inicio de ejercicio

Turbina de Siemens Gamesa. | Europa Press

No corren buenos tiempos para los accionistas de Siemens Gamesa. El fabricante de aerogeneradores ha visto truncado su buen arranque de 2018 y ya ha liquidado todas las ganancias acumuladas durante los cinco primeros meses del año. En solo cuatro meses, el grupo de energías renovables ha visto esfumarse una cuarta parte de su valor.

Y lo peor es que esa negativa tendencia no parece debilitarse. Al contrario: este martes, los títulos de la compañía restaron cerca de un 5% y acumulan una caída próxima al 15% en solo dos semanas.

La desconfianza inversora va a más a medida que los últimos datos apuntan a un deterioro de sus cifras de negocio. Así, recientemente, los analistas de Alantra reducían sus estimaciones de ingresos en 2019 y 2020 en un 1 y un 2%, respectivamente, selañando que "el panorama parece estar deteriorándose más de lo que pensamos, especialmente en lo que respecta a los precios onshore (instalaciones en tierra) y, en menor medida, a los volúmenes". A todo esto, se sumaría el hecho de que "los temores a un aumento en los costes de suministro provocados por la guerra comercial están empezando a materializarse, lo que ejerce presión sobre los márgenes".

La mayor parte de los expertos coincide en el potencial que tienen los negocios vinculados a las energías renovables, en un contexto global en el que cada vez existe una mayor sensibilidad al impacto medioambiental que tienen las energías convencionales. Sin embargo, las expectativas en torno a esta industria siguen sin concretarse y Siemens Gamesa ha sido uno de los valores más afectados por este desencanto inversor.

La compentencia en precios en los principales mercados y el giro de la India hacia la energía solar oscurecen sus perspectivas

Uno de los problemas a los que se ha enfrentado la compañía en los últimos tiempos ha sido el difícil desarrollo del negocio en India, uno de los mercados considerados con mayor potencial. Recientemente Goldman Sachs alertaba en un informe de que la creciente apuesta del gobierno indio por la energía solar en detrimento de la energía eólica tendrá un impacto muy destacado sobre el conjunto del sector y, en especial, sobre Siemens Gamesa, que podría llegar a ver afectados hasta un 20% de sus ingresos.

En este contexto, el golpe sobre las acciones de la compañía eólica española representan un nuevo quebradero de cabeza para Iberdrola, propietario de un 8% de su capital. La capitalización bursátil de Siemens Gamesa se ha reducido en cerca de 2.500 millones de euros desde el pasado 22 de mayo, hasta los 7.394 millones de euros. Esto significa que la valoración de la participación en manos de la empresa que dirige Ignacio Sánchez Galán se sitúa en el entorno de los 591,5, unos 200 millones de euros menos que hace apenas cuatro meses.

Este impacto se suma a las pérdidas ya acumuladas desde que se materializó la fusión entre la división de energía eólica de Siemens y la compañía española, en la primavera de 2017. Por entonces, las acciones de Gamesa que controlaba Iberdrola acumulaban una valoración en el entorno de los 1.150 millones de euros. Pero el negocio de la compañía se ha visto golpeado, casi desde el mismo momento de la integración, por una serie de cuestiones relacionadas con el entorno de mercado, pero también con problemas que han generado críticas hacia su gestión y que, de hecho, han provocado notorios roces entre Sánchez Galán y la dirección del grupo alemán, que controla el 59% del grupo.

Teniendo en cuenta estos precedentes, es de suponer que las nuevas dificultades por las que atraviesa la compañía, que nació bajo los mejores auspicios, suponga un nuevo motivo de descontento para la eléctrica. Como consuelo le queda agarrarse a la confianza en que el largo plazo deparará tiempos mejores para Siemens Gamesa.

"Mantenemos una visión fundamental positiva tanto de Siemens Gamesa como de la industria eólica, y confiamos en las perspectivas de largo plazo. Sin embargo, las perspectivas a corto plazo son más difíciles de lo previsto inicialmente, la visibilidad es menor y la normalización esperada de los precios y los márgenes probablemente llevará más tiempo de lo que pensamos", apuntan en Alantra.

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