La misión de autodestrucción en la que se ha embarcado en los últimos meses Elon Musk sigue cosechando éxitos. El último, quizás el más importante en dicha tarea, llega tras conocerse que la SEC, el regulador bursátil de Wall Street, ha decidido presentar una demanda contra él por los polémicos tuits en los que aseguraba que contaba con la financiación para sacar a Tesla del parqué.
En sus mensajes en su perfil de Twitter, Musk afirmaba que había logrado "asegurar la financiación" para sacar a la compañía de la bolsa de Nueva York, y que pagaría hasta 420 dólares por acción, un precio bastante por encima del que tenían los títulos por entonces, a aquellos que quisieran vender. Eso provocó un fuerte repunte en las acciones por dichos comentarios que finalmente quedaron en nada.
"Musk hizo creer a los inversores que tenían una oferta sobre la mesa", ha afirmado el codirector de la división de recogida de pruebas de la SEC, Steven Peikim, en una conferencia de prensa. Esa oferta, según explicó Musk, provenía del fondo de inversión soberano de Arabia Saudí, algo que, de nuevo, acabó por ser falso.
Los investigadores de la SEC recogen en la demanda que "Musk creía que impresionaría a su novia con estos comentarios" y que el precio de 420 dólares no es aleatorio sino que "hace referencia al consumo de marihuana", ya que el 20 de abril es un día de celebración dentro de la cultura del cannabis. Hace apenas unas semanas Musk apareció en una entrevista emitida en YouTube fumando marihuana, una imagen poco habitual en un directivo de su nivel.
Sorprende que el proceso haya sido tan rápido -apenas han pasado dos meses desde los tuits de Musk- cuando hablamos de la SEC, un organismo que suele tardar un año en emitir una conclusión de sus investigaciones. En dicha demanda sólo se habla de Musk, el objetivo de todo, y no se menciona en ningún momento a Tesla, tal y como recoge Bloomberg.
La respuesta de Musk ha sido rápida: "Las injustificadas acciones de la SEC me entristecen y decepcionan profundamente. Siempre he hecho lo mejor en cuanto a transparencia con los inversores. La integridad es uno de los valores más importantes de mi vida", ha dicho en un comunicado.
¿El fin de Musk?
Esta demanda puede suponer el fin de Elon Musk. Cualquier condena incluirá, como mínimo, una fuerte multa que, en cualquier caso, sería lo de menos. La imagen de Musk ante los inversores, ya dañada, quedaría totalmente destruida y sería cuestión de tiempo que su salida de Tesla fuera un hecho.
Las cuestiones internas sobre el liderazgo de Musk llevan tiempo sobre la mesa. En la última junta de accionistas, celebrada el pasado mes de junio, el mayor fondo de inversión del mundo, el Norges Bank Investement Management, lanzó una propuesta para que Musk dejara de ser CEO y presidente a la vez, queriendo despojarle de uno de los dos cargos. La petición no obtuvo los votos necesarios, pero fue un gesto de desafío desde dentro.
"Creemos que la salida de Musk puede ampliar el impacto de la compañía, su marca y su capacidad para conseguir financiación", afirman desde Nomura. La entidad japonesa lleva tiempo advirtiendo de que Tesla "necesita un mejor liderazgo".
De momento la propia junta directiva de Tesla ha querido apoyar a su máximo dirigente. "Tenemos plena confianza en Elon, en su integridad y en su liderazgo. Nuestro objetivo sigue puesto en la producción del Model 3 y en cumplir con nuestros clientes, accionistas y empleados", reza la nota emitida por el órgano directivo.
Esa confianza no se ha reflejado en Wall Street. Minutos después de la comparecencia de los dirigentes de la SEC los títulos de Tesla se hundían hasta un 12% en el periodo de negociación after hours, tras cerrar la sesión con un leve retroceso de seis décimas.
Antes de la apertura de la jornada del viernes las acciones del fabricante de coches eléctricos están en el entorno de los 307 dólares, con el valor de la compañía poco por encima de los 46.000 millones de dólares, casi 40.000 millones de euros. Eso quiere decir que la compañía ha perdido más de 6.000 millones de euros de valor en apenas unas horas.
Lo cierto es que parece difícil que Tesla pueda sobrevivir sin Musk. Es su CEO, su fundador, su cabeza visible y la gran baza para obtener la confianza del mercado, toda vez que las cuentas no son demasiado atractivas.
La demanda le llega al fabricante en el peor momento. Tras meses de "producción infernal" han conseguido alcanzar el nivel necesario para dar salida al Model 3 en ritmos aceptables, algo que ahora quedará en la sombra por la (pen)última polémica de Elon Musk.
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