Economía

Italia abre un nuevo conflicto en Europa y devuelve la tensión a los mercados

El pacto del Gobierno trasalpino para elevar el déficit reabre la preocupación sobre las relaciones con Bruselas y dispara la prima de riesgo italiana

El vicepresidente y ministro de Desarrollo Económico de Italia, Luigi Di Maio
El vicepresidente y ministro de Desarrollo Económico de Italia, Luigi Di Maio. | EFE

La tensión regresa a los mercados financieros europeos en el cierre del tercer trimestre de 2018. Italia se convierte, una vez más, en el epicentro de las inquietudes de los inversores. Los planes presupuestarios del Ejecutivo trasalpino se convierten en un nuevo frente de conflicto en la Eurozona, que reabre las compuertas de la incertidumbre.

El mejor termómetro de estas tensiones lo ofrece la deuda italiana, que sufre un fuerte golpe. El interés de los bonos del país a 10 años registran este viernes un repunte de más de 30 puntos básicos, hasta superar el 3,2% y ronda sus niveles más elevados desde 2014. Y la bolsa trasalpina sufre un revés superior al 3,5%, con los bancos registrando un descalabro que llega a superar el 10% en el caso de Banco BPM y que supera el 7,5% en Ubi Banca, Popolare dell'Emilia Romagna, Intesa Sanpaolo y UniCredit.

Los números rojos también alcanzan al resto de mercados de la región, a pesar de que los bonos de los países a priori más sensibles a la tensión, como Portugal o España, resisten con notable entereza la embestida de la desconfianza. No así las bolsas, donde tanto el Dax alemán como el PSI portugués registran tropiezos superiores al 1% y el Ibex resta más del 1,5%, situándose por debajo de los 9.400 puntos.

También en este caso, son los bancos los principales damnificados: el alemán Deutsche Bank resta más de un 4%, y los franceses Société y BNP Paribas también retroceden más del 3,5%. En el caso de la bolsa española destacan las caídas superiores al 3% de Sabadell, Santander y Bankia.

La deuda española resiste el envite de la desconfianza pero el Ibex resta más de un 1,5% arrastrado por la banca

El mercado envidencia de este modo su preocupación por la decisión de la coalición gobernante en Italia de elevar ostensiblemente sus objetivos de déficit para los tres próximos años hasta el 2,4%, frente a un escenario planteado previamente en el que se esperaba dar por cerrado el déficit italiano en 2020. La noticia se presenta como una potencial fuente de conflictos entre Italia y la Comisión Europea que podría elevar la sensación de zozobra en la región.

"Esperamos que la Comisión Europea presione a Italia para que reconsidere su presupuesto para 2019. Esto no sólo creará preocupaciones adicionales en los mercados financieros, sino que también aumentará las tensiones entre el gobierno italiano y la Unión Europea", observan los analistas de Oxford Economics.

El riesgo de un enfrentamiento entre las instituciones europeas y el Gobierno de Roma ha sido visto desde la constitución del ejecutivo de corte populista formado por el Movimiento 5 Estrellas y la Liga Norte. Aunque nunca descartado, el riesgo de que este enfrentamiento llegue al planteamiento de una ruptura entre Italia y la Eurozona (el denominado Italexit) es visto como muy limitado por los expertos. Pero resulta más evidente el peligro a un estancamiento de las reformas pendientes en la región si se enquistan las relaciones con la tercera mayor economía europea.

La decisión del Gobierno trasalpino sobre el déficit parece desacreditar al actual ministro de Finanzas, Giovanni Tria, que se había mostrado partidario de acordar unos niveles de déficit mucho más reducidos. Tria es visto como un tecnócrata que aportaba cierta moderación a los planes del Ejecutivo que encabeza Giuseppe Conte. Su continuidad es vista, por lo tanto, en la cuerda floja. "La situación política puede complicarse mucho si el ministro de Finanzas, el tecnócrata Tria termina por renunciar a su cargo", advierten en Link Securities.

La medida también parece enturbiar las perspectivas sobre Italia, donde los expertos de Barclays observan el riesgo notable de un deterioro de las condiciones, con la posibilidad de una rebaja del rating italiano por parte de las principales agencias (Moody's y S&P actualizan su visión sobre el país a finales de octubre) y de hasta una caída anticipada del Gobierno. "En un contexto de debilitamiento de las perspectivas macroeconómicas, el probable deterioro agresivo de las condiciones de superávit primario, combinado con la relajación reciente -y en algunos casos retroceso- de los esfuerzos de reforma del lado de la oferta, las preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda resurgirán, exponiendo a Italia a oscilaciones confianza del mercado", observan en el banco inglés.

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