Sareb "desacelera": pierde 134 millones en ingresos a pesar de vender un 9% más de pisos

Los pisos de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria, más conocida como Sareb o banco malo, podrían estar perdiendo valor de manera acelerada. O eso, o Sareb ha vendido ya los activos más jugosos: en los primeros ocho meses del actual ejercicio 2018, el banco malo, dirigido por Jaime Echegoyen, ha vendido casi un 5% más (un 4,9%); sin embargo, solo cogiendo de enero a junio los ingresos han sido "ligeramente inferiores a los del primer semestre de 2017". Se vende más y se ingresa menos, en definitiva.

La caída interanual en ingresos (-7,8%) es mayor que el incremento de pisos vendidos de enero a agosto. En el primer semestre, es decir, quitando los meses de julio y agosto, el aumento de inmuebles vendidos por la Sareb fue del 8,9%. Se vendieron más de 10.600 pisos frente a 9.700 en el mismo periodo de 2017.

¿Cómo justifica Sareb la caída? El descenso en ingresos, dice el informe de actividad, se produce por el "menor volumen de negocio en la actividad de gestión y venta de préstamos como consecuencia de la propia naturaleza desinversora de la compañía, que cada vez posee menos préstamos y más inmuebles". "A ello se une la concentración del cierre de las operaciones de venta de préstamos en el segundo semestre del año", puede leerse después. "En cualquier caso, la actividad estos primeros meses del año no ha dejado de ser dinámica".

"Signos de ligera desaceleración"

En el recorte del dinero que entra ha tenido que ver, siempre según Sareb, el "menor peso relativo de las líneas de amortizaciones", cancelaciones e intereses", una "tendencia que continuará a medida que se vaya reduciendo la cartera de préstamos, y especialmente aquellos que están al corriente de pago", indica el informe.

El informe ejecutivo habla del contexto económico favorable. Pero advierte de los nubarrones. Para Sareb, las operaciones en lo que va de 2018 han "transcurrido en el plano económico en un entorno favorable, apoyado sobre unos datos de crecimiento y empleo que se mantienen en tasas positivas". Sin embargo, "un diagnóstico más preciso de la situación no puede pasar por alto algunos signos de ligera desaceleración en el segundo trimestre del año".