El consorcio del AVE a La Meca no vende billetes online a dos días del estreno por un choque con Indra

El AVE a La Meca, el mayor contrato jamás conseguido por un consorcio español en el extranjero, avanza a trancas y barrancas en el desierto saudí. A dos días del estreno oficial (más bien un preestreno) de los viajes comerciales entre las ciudades de Medina y La Meca, no existe un sistema oficial de venta de billetes por Internet. Más de la mitad de los boletos para viajar con Renfe en España se pagan por la vía digital y se pueden comprar con dos meses de antelación.

En el caso del tren de alta velocidad que, cuando esté terminado, recorrerá 450 kilómetros a más de 300 kilómetros por hora, no existe un sistema de venta por parte del consorcio debido a que el cliente saudí no habría estado de acuerdo con el sistema ofrecido por Indra, una de las empresas españolas del conglomerado español Al Shula.

El cliente saudí no está de acuerdo con el sistema que le ofrece Indra

Aunque al menos dos fuentes aseguran que Indra habría presentado varios modelos y ninguno habría sido del agrado de las autoridades de Riad, la multinacional española lo niega: "No es verdad que el cliente haya rechazado el sistema de ticketing, venta y reserva de Indra. El cliente ha aceptado nuestro sistema y el correcto funcionamiento de éste ha sido comprobado", dicen portavoces. Según Indra, Arabia Saudí habría solicitado "introducir nuevas funcionalidades" y ahí se quedaría la cosa.

Pero ¿pueden los viajeros comprar por la web billetes del denominado AVE Al Haramain? Solo a través de la web de Al Haramain. Las otras dos páginas web que ha visitado este medio, las dos de ellas pertenecientes a la Saudi Railway Organisation (SRO, la Renfe saudí) además de la provisional de Al Haramain.

Se pueden adquirir pasajes a través de la web provisional de Al Haramain

"Confirmamos que los billetes se están vendiendo en las estaciones y reservando por teléfono", confirman fuentes oficiales del consorcio Al Shula. "El cliente está utilizando su sistema mientras se introducen nuevas funcionalidades en el sistema de Indra". El consorcio también confirma que los viajeros pueden comprar pasajes por la antigua web.

Según Indra, el problema se resolverá "en unas semanas". Lo de pasado mañana más que un estreno será un preestreno. Los trenes circularán a una velocidad máxima de 200 kilómetros por hora, lo que los aleja de la alta velocidad y los asemeja a un tren Altaria en España. Solo transportará viajeros cuatro días por semana y no los siete. Y parará en dos de las cinco estaciones previstas.

La mayoría de los retrasos no se deben a la culpa del consorcio Al Shula, formado por 12 empresas españolas: Adif (pública), Cobra, Consultrans, Copasa, Dimetronic, Imathia, Inabensa, Ineco (pública), Indra, OHL, Renfe (pública) y Talgo. Esta última es la fabricante de los trenes. El culpable de los retrasos es el consorcio chino-saudí que, antes de la adjudicación del proyecto de 7.000 millones de euros a España en octubre de 2011, tenía la encomienda de construir las estaciones y la plataforma de vía.

También hay problemas con la señalización y frenado de los trenes. O con las arenas

La carencia de sistema electrónico de venta de Al Haramain es uno más de los múltiples contratiempos del proyecto, como el de las estaciones inacabadas heredadas de los chino-saudíes. Pero otros males sí son imputables a Al Shula: por ejemplo, el sistema de señalización y frenado ERTMS no ha podido ser instalado, y en su lugar se ha acoplado uno alternativo. Y el problema de las arenas del desierto que inundan la vía por las tormentas continúa.

De escándalo en escándalo

La dirección de Renfe analiza con una periodicidad frecuente la evolución de los acontecimientos en Arabia porque su participación en Al Haramain amenaza con acarrear "pérdidas", como así se lo ha advertido el Ministerio de Hacienda. Renfe tiene que explotar el AVE durante 12 años, y en él supuestamente iban a viajar 60 millones de pasajeros al año; ahora se sabe que difícilmente llegarán a ser 15 millones y con suerte.

Arabia Saudí por su parte se mueve de escándalo en escándalo. A la cada vez más escabrosa guerra que mantiene con el vecino Yemen se suman ahora las sospechas de haber ejecutado a un periodista saudí en suelo turco por parte de los servicios de Riad. Por no hablar de la mala relación actual con España: agravada por el rechazo a vender armamento de guerra por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, este lunes El Mundo publicaba que ninguna autoridad española fue invitada al acto inaugural, el pasado 25 de septiembre. Ni siquiera el presidente.