El Gobierno lanza un plan especial para recuperar el turismo en Cataluña

Tras varios años de boom, el turismo español parece haber tocado techo. España registrará este 2018 la primera caída de cifra de visitantes extranjeros en una década, según las previsiones que maneja el Gobierno para el conjunto del año.

El descenso será muy leve. Las llegadas sólo caerá un 0,8%, hasta 81,2 millones de turistas. Y desde el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo se insiste en que se trata de una normalización de las llegadas tras cinco años consecutivos marcando máximos histórico y un crecimiento continuo desde 2009.

Pero el Gobierno sí está preocupado por el peor comportamiento que registra el turismo en Cataluña, el principal destino de las llegadas de extranjeros y que concentra tradicionalmente una cuarta parte del total de visitantes internacionales. Mientras que en lo que va de año la cifra de visitantes al conjunto de España se ha estancado (con un descenso del 0,1%), el parón en Cataluña se refleja en un descenso del 2,7% de las llegadas hasta agosto.

Ante esta situación, que desde el Gobierno de Pedro Sánchez se vincula abiertamente con la inestabilidad que en el último año ha provocado el desafío independentista, el Ministerio de Industria ha lanzado un plan especial para reforzar la promoción en el exterior de Cataluña como destino turístico.

Turespaña ha puesto en marcha una campaña de marketing específica, que incluye casi dos centenares de acciones promocionales internacionales, para recuperar el turismo en Cataluña, según ha desvelado este martes la ministra de Industria, Reyes Maroto.

“La inestabilidad política [en Cataluña] es un hecho y un motivo para que vengan menos turistas internacionales”, ha subrayado la ministra. "El turismo en Cataluña es un sector fuerte, pero tenemos que recuperar la normalidad institucional. Estamos reforzando las campañas de marketing en el exterior con un total de 196 actividades de promoción en marcha”.

El turismo en Cataluña sufrió un auténtico batacazo en los meses que siguieron al referéndum ilegal del 1-O, hace justo un año. Con un parón de las llegadas tanto de turistas nacionales como internacionales, que se reflejaron en una caída del negocio de los hoteles, de los pisos turísticos, del turismo de congresos y también de las aerolíneas. Aunque el sector ha retomado una relativa estabilidad en los últimos meses, el peor comportamiento de la región -uno de los puntales de la industria turística nacional- ha llevado al Ejecutivo a diseñar un plan especial para recuperar el turismo perdido.