Economía

BBVA cifra en 31.000 empleos el coste de la incertidumbre en Cataluña desde el 1-O

En cambio modera la previsión de ralentización futura del PIB catalán por una mejora del clima político en los últimos meses

Protestas en la Borsa de Barcelona, en la conmemoración del 1-O. | EFE

Cataluña lleva más de un año sumida en la incertidumbre política desde que el 1 de octubre del 2017 (1-O) se celebrara el referéndum de autodeterminación, que supuso el climax de la conflictividad y el enfrentamiento con el Estado español en la comunidad autónoma.

Este contexto ha tenido un reflejo en la actividad económica y el empleo en la región, un impacto que cuantifica el servicio de estudios de BBVA desarrollando un análisis contrafactual, esto es, proyectando el empleo que podría haberse creado en un clima de normalidad. El resultado es que Cataluña ha dejado de crear entre 27.000 y 31.000 puestos de trabajo desde el 1-O.

En el terreno de los hechos, el informe 'El efecto de la incertidumbre en Cataluña: un análisis de control sintético', el servicio de estudios de BBVA indica que la afiliación a la Seguridad Social en la comunidad autónoma ha sufrido una desaceleración más acusada que en el conjunto de España desde mediados de 2017. El empleo creció en Cataluña a una tasa media del 4%, frente al 3,3% de todo el país entre septiembre de 2016 y julio de 2017.

Sin embargo, desde entonces se ha producido una desaceleración de hasta el 2,5% interanual en septiembre de 2018, inferior a la del 2,9% experimentado en el conjunto de las comunidades autónomas.

Esta ralentización se ha concentrado en el sector privado. Excluyendo la administración pública y la educación y sanidad, en los que el peso del empleo público es elevado, la afiliación para el resto de sectores --el 81,2% del total de los afiliados-- se desaceleró en Cataluña desde el 3% al 2,2% en estos periodos.

El informe resalta que comunidades autónomas como la Comunidad Valenciana o Madrid, que cuentan con una estructura productiva similar a la de Cataluña, crecían a tasas similares hacia mediados de 2017 y han registrado un incremento de la afiliación en tasas superiores al 3% durante el último año.

En cuanto a la afiliación en el sector público, el efecto ha sido el contrario. Mientras que a lo largo de 2018 ha crecido un 4,8% en Cataluña, en el resto de España ha sufrido una ligera desaceleración hasta tasas anuales del 4,1%.

El impacto del 1-O

Detrás de estos datos, el servicio de estudios de BBVA especifica que están el impacto sobre la actividad económica de los atentados de Barcelona y Cambrils en el verano de 2017, y el "aumento de la incertidumbre relacionada con el entorno político observada desde finales del año anterior". "En la medida en que dichos elementos han sido específicos a esta comunidad, podrían contribuir a explicar el peor comportamiento relativo respecto al conjunto de España", añade.

A partir de ahí, realizando un análisis contrafactual, el informe asegura que desde septiembre de 2017 hasta el mismo mes de 2018, Cataluña ha creado entre 27.000 y 31.000 empleos menos que los que se habrían generado en condiciones de normalidad. Estas cifras equivalen a un 1% del total de la afiliación en la comunidad autónoma.

Con todo, el informe se muestra cauteloso y admite que la multitud de eventos extraordinarios acontecidos en Cataluña a lo largo de 2017, junto con el retraso o adelanto de su impacto sobre la actividad económica, "dificulta la atribución de causalidad a uno de ellos"; y que, "si se analizan otros indicadores de empleo podría llegarse a conclusiones algo distintas".

Algo puede estar cambiando

Por otro lado, el BBVA también lanza un rayo de esperanza en otro informe publicado en paralelo, en el que, aunque mantiene una previsión de desaceleración de la economía catalana, prevé que este proceso no sea tan marcado como parecía antes del verano.

Hacia adelante, la previsión de crecimiento para el PIB de Cataluña apunta a un incremento del 2,5% en 2018, y del 2,3% en 2019. De cumplirse estas previsiones, la comunidad autónoma completaría seis años con un crecimiento anual medio del 2,9%, seis décimas por encima del crecimiento promedio desde 1981.

Además, esta senda de crecimiento se vería acompañada de la creación de unos 130.000 puestos de trabajo, y una reducción de la tasa de paro hasta el 10% de media, casi 3 puntos porcentuales por encima del nivel previos a la crisis.

Con todo, la recuperación del empleo no se estaría produciendo de la misma forma en todas las zonas de Cataluña. El servicio de estudios de BBVA observa un mayor dinamismo en las áreas urbanas de Barcelona y Girona, mientras que las de Lleida y Tarragona y las áreas no urbanas se encuentran más lejos de los niveles de afiliación precrisis.

"Los factores que mantienen esta recuperación se encuentran en la inercia positiva que mantiene la economía catalana, en la continuidad de un entorno favorable para el crecimiento de las ventas de bienes al exterior, en el impacto de políticas expansivas de demanda y en la reducción que se ha visto en los niveles de incertidumbre", concluye el informe.

 

Te puede interesar

Salir de la versión móvil