El Grupo Dia vive jornadas convulsas. El incontenible derrumbe bursátil de la compañía, que ya se ha llevado por delante dos tercios de su valor en solo seis sesiones -y casi el 90% en 15 meses-, es la prueba más dramática de la angustiosa situación en la que se encuentra una compañía que no ha sabido dar respuesta al desafío planteado por rivales como Mercadona o Lidl.
Los problemas de la empresa que dirige Antonio Coto se resumen fácil: su cuota de mercado viene menguando desde hace varios trimestres, sin que los esfuerzos en precio -que cercenan su rentabilidad- realizados hasta la fecha hayan sido capaces de refrenar esta tendencia.
"Es el único jugador importante que ha perdido cuota de mercado orgánicamente en España y Portugal durante los últimos años a pesar de un proceso de remodelación y recortes de precios interminable", indican en este sentido los analistas de Alantra.
La reciente rebaja de sus estimaciones de Ebitda para 2018 ha sido la gota que ha colmado el vaso, evidenciando que, pese a los buenos augurios, sus medidas más recientes, plasmadas en el lanzamiento de nuevos formatos de tienda como La Plaza o Dia&Go, no han sido suficiente para detener la sangría.
La reciente rebaja de rating de Moody's y S&P ha puesto de manifiesto la debilidad financiera del grupo
Todo esto ha provocado, entre otras cosas, un claro debilitamiento de la situación financiera del grupo, como han puesto de manifiesto tanto Moody's como S&P al rebajar la calificación de su deuda a niveles de bono basura y dejando la puerta abierta a nuevos recortes.
En ese contexto, la búsqueda de soluciones resulta apremiante. Y desde la compañía, que viene trabajando desde hace meses en la configuración de un nuevo plan estratégico, se estudian medidas urgentes capaces de poner coto a la desconfianza de los inversores. Y entre éstas parece cada vez más ineludible la puesta en marcha de una ampliación de capital.
"Sin duda, una ampliación de capital resulta cada vez más probable", corrobora Ana Gómez, analista de Renta 4. El Grupo Dia debe hacer frente, según sus propios datos, a vencimientos de deuda en 2019 por valor de más de 400 millones de euros, que difícilmente puede cubrir con los 172 millones que tiene en caja.
Para asumir esos pagos, la compañía tendría que hacer uso de una línea de crédito revolving, de la que aún tiene disponibles 426 millones. Pero como recuerda Gómez, ese dinero está sujeto a unas premisas de deuda (mantener un apalancamiento inferior a las 3,5 veces sobre Ebitda) que hoy en día están en cuestión.
"Pronosticamos que la deuda ajustada a Ebitda de Dia aumentará a 4,6 veces, lo que resultará en un perfil financiero mucho más débil en lo que resta de este año y 2019", advertían en su último informe los analistas de S&P. Así, la capacidad del grupo español de supermercados para hacer frente a su deuda ha sido puesta en duda, hasta el punto de que sus bonos con vencimiento en 2019 ofrecen a día de hoy rentabilidades superiores al 20%.
El aumento de sus niveles de deuda dificulta la capacidad de Dia para hacer frente a sus vencimientos
Para mejorar su situación financiera, la compañía podría plantearse ciertos ajustes en su política de inversiones, del mismo modo que la semana pasada decidió dejar en suspenso el dividendo para 2019. Pero lo cierto es que en un entorno tan competitivo como el que enfrenta la compañía, su capacidad para reducir sus gastos resulta muy limitada.
"Cualquier recorte de gastos de capital no será sostenible, ya que Dia enfrenta el desafío de reposicionar su cartera de tiendas para detener las pérdidas de cuota de mercado en un momento en que Mercadona y Lidl están invirtiendo significativamente", señalaba a este respecto la agencia Moody's, tras recortar el rating de la firma de supermercados.
En esta tesitura, la ampliación de capital parece el único camino que le queda a la compañía para obtener los recursos necesarios. "Pensamos que podría suceder más temprano que tarde", indican en JPMorgan. Los analistas de Sabadell consideran que Dia tendría que captar en el mercado entre 250 y 300 millones de euros, una cifra que en Alantra elevan hasta los 500 millones de euros.
Esta operación, indudablemente, tendría un efecto muy perjudicial para los actuales inversores de Dia. En Alantra calculaban antes del fuerte desplome de este lunes que una emisión de nuevas acciones para captar 500 millones de euros con un descuento del 50% sobre su precio actual implicaría triplicar el número de acciones en circulación.
La compañía tendría que captar entre 250 y 500 millones con la emisión de nuevas acciones
Un descuento tan elevado sobre la cotización actual de la compañía parece inevitable para poder atraer fondos suficientes que respalden una operación de este calado. Sobre todo en un momento en el que existen cuantiosas incertidumbres sobre la situación real de la empresa (¿a qué responde realmente el brusco recorte de previsiones anunciado el pasado 15 de octubre?) y la estrategia a seguir por una directiva que ha sido completamente remodelada en las últimas semanas.
Así, para los analistas de JPMorgan la magnitud final de la ampliación de capital "depende de una serie de factores (estrategia, márgenes brutos, gastos de capital) y su momento no está claro, dada la falta potencial de apoyo de los accionistas en el contexto actual de falta de claridad y dirección estratégica".
Posible venta de negocios
Dia también podría plantearse la opción de reducir sus niveles de deuda mediante desinversiones. De hecho, firmas como Alantra creen que, incluso ejecutando una ampliación de capital, la firma que preside provisionalmente Stephan DuCharme necesitará vender algunos de sus negocios. "Estimamos que Dia necesita 1.000 millones de euros para reposicionarse en un contexto en el que la rentabilidad se ha desvanecido, se necesitan grandes inversiones y el apalancamiento aumentará a 4 veces Ebitda", indican.
Si la mitad de esos 1.000 millones se obtienen mediante la citada ampliación de capital, los otros 500 millones tendrían que ser el resultado de la venta de distintos negocios del grupo.
Dia negocia desde hace meses la venta de su división de cash & carry, Max Descuento. Pero esta operación no reportaría los fondos suficientes, por lo que en el mercado ya se plantean otros nombres como posibles ventas: la enseña de productos de cuidado personal y del hogar Clarel, que cuenta con más de 1.100 establecimientos entre España y Portugal, o el propio negocio de Dia en Portugal, que ocupa el sexto lugar en el ranking de mayores cadenas en el país y que se enfrenta a la amenaza que representa el próximo desembarco de Mercadona en el mercado luso.
El mercado apunta al negocio en Portugal y a Dia como posibles opciones para una venta
En cualquier caso, la lógica indica que Dia tendría que priorizar la ampliación de capital antes de abordar posibles desinversiones, ya que como observa Ana Gómez la delicada situación financiera a la que se enfrenta le sitúa en una débil posición negociadora ante cualquier interesado en adquirir sus negocios a la venta.
Además, la ampliación de capital parece una vía bastante propicia para resolver otra de las incógnitas que envuelven actualmente el futuro de Grupo Dia: el posible refuerzo de su máximo accionista, Mikhail Fridman -que controla el 29% de la compañía a través del fondo LetterOne-, en su capital para tomar el control del grupo.
La posibilidad de que el empresario ruso, con gran experiencia en el sector de los supermercados, lance una oferta por el 100% de Dia ha estado muy presente en los últimos tiempos. No en vano, si elevara su participación actual hasta el 30% estaría obligado a lanzar una oferta por el conjunto de la compañía.
Este paso no está ni mucho menos descartado, pero parece poco probable que lo lance en el corto plazo, ya que la legislación le obligaría a ofrecer un precio -el mayor pagado en el último año- desmesurado, en comparación con el valor actual de las acciones del grupo.
Fridman podría esperar, por lo tanto, a la primera mitad de 2019 antes de ejecutar la opa que le dé un control absoluto -aunque en la práctica, las últimas medidas parecen desvelar un amplio control de la gestión del grupo- de Dia.
Así, "una ampliación de capital previa allanaría el camino para una toma de control de Letterone", observan en Banco Sabadell. Una visión que es refrendada por Alantra: "Desde el punto de vista de Letterone, una emisión de derechos sería una mejor manera de aumentar la participación (y reducir el coste de la inversión) que una adquisición con prima y el dinero permanecería en la empresa y financiaría el reposicionamiento".
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