La historia bursátil de Siemens Gamesa está marcada por las decepciones. En su año y medio de existencia -desde la integración de Gamesa con el negocio de renovables del gigante alemán- el grupo ha experimentado una serie casi interminable de turbulencias que han tenido un severo correlato en bolsa: desde mayo de 2017, el grupo ha visto esfumarse cerca de la mitad de su valor.
En ese contexto, cualquier alivio puede parecer escaso, pero este martes la compañía ha logrado sacudirse buena parte de los fantasmas que le acosan registrando sus mayores ganancias sobre el parqué desde su nacimiento y más allá. De hecho, habría que remontarse a enero de 2016, precisamente cuando se conoció que ambos grupos negociaban su fusión, para encontrar un alza mayor.
Las acciones del fabricante de aerogeneradores han firmado un repunte del 14,5%, evidenciando la buena acogida que han tenido entre los inversores sus cuentas del último trimestre. La compañía registró un beneficio neto de 70 millones de euros en su primer ejercicio fiscal desde su fusión, que culminó en abril de 2017, incluyendo el impacto de los costes de reestructuración e integración (176 millones). Las ventas alcanzaron los 9.122 millones, un 17% inferiores, con unos costes de integración y reestructuración de 693 millones.
El grupo de renovables ha perdido casi la mitad de su valor bursátil desde mayo de 2017
En general, estas cifras se han ajustado a las expectativas del mercado y, de hecho, han quedado por debajo en lo referente a ventas. Sin embargo, los inversores parecían haberse puesto en lo peor en los últimos tiempos. No en vano, desde finales de agosto y hasta este mismo martes, la compañía había sufrido pérdidas próximas al 25% por lo que este histórico repunte apenas le sirve para marcar sus mejores niveles en poco más de un mes. Por eso, se puede explicar el alborozo desatado por unas cuentas que, sin grandes alardes, ofrecen margen al grupo para mantener un dividendo que se veía cuestionado.
Pero lo cierto es que las cifras presentadas este martes presentan motivos para el optimismo inversor. "Cumplen objetivos 2018, mejoran el circulante en el cuarto trimestre, sitúan la caja neta
en 615 millones de euros, aumentan la cartera de pedidos (un 10% hasta 22.801 millones), y el capex se sitúa por debajo de lo esperado (415 millones frente a 500 millones en la guía). Con ello, el cumplimiento de las guías 2018 debería tener un impacto positivo en cotización", señalaban los analistas de Ahorro Corporación tras conocer las cuentas.
Para Ángel Pérez, analista de Renta 4, una de las mejores noticias ha venido del lado del margen Ebit, que ha experimentado una mejora superior a las previsiones, que se habían visto duramente rebajadas por las dificultades experimentadas en el negocio de aerogeneradores onshore (en tierra firme), donde la elevada competencia ha provocado en el último ejercicio una fuerte caída de los precios. "El margen trimestral ha superado el 8% gracias a la reestructuración llevada a cabo", señala Pérez.
Además, la cartera de pedidos también se ha convertido en uno de los puntos que más satisfacción han generado entre los expertos. "La clave de la buena marcha de la compañía está en la cartera de pedidos a futuro que está logrando conformar, el grupo ha conseguido una entrada de pedidos de 11.872 millones en el año", observa Ismael de la Cruz, analista senior de Investing.com. Esta cartera cubriría ya, a día de hoy, hasta un 80% de las ventas previstas para el próximo ejercicio.
La cartera de pedidos de la compañía cubre ya el 80% de las ventas previstas para el próximo ejercicio
Con todo, estas cuentas no parecen suponer el punto final a los retos para una compañía que atraviesa un momento de mercado delicado y que se muestra poco optimista respecto a la evolución futura de los márgenes. Las tensiones comerciales a nivel internacional, el impacto del encarecimiento de las materias primas o la pérdida de negocio en un mercado vital como India, que está implementando una traslación hacia el negoció solar, aparecen en el horizonte como sombras que enturbian las perspectivas de la compañía hispano-alemana, que tiene a Iberdrola como uno de sus principales inversores.
"Mantenemos cierta prudencia de cara al corto plazo por el impacto que pudiese tener el incremento de las tensiones comerciales y como esto afecta a su vez a los precios de la materias primas", comentan en Renta 4. Una cautela que es compartida también en Ahorro Corporación, donde el analista Javier Díaz resaltan como aspectos negativos el escenario de precios en onshore, que sigue siendo decreciente, el impacto de las materias primas y la volatilidad que afecta a los mercados emergentes.
Escenario de incertidumbres que, probablemente, seguirá marcando la andadura de una compañía que nació bajo los mejores augurios pero que pronto tornaron en pesares. Aunque este martes ha conseguido dejarlos atrás, aunque sea momentaneamente, para firmar una escalada histórica.
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