Economía

La OCDE respalda al Gobierno ante Bruselas: apoya el esfuerzo fiscal y el SMI

Asegura que la desaceleración económica es normal en un contexto de deterioro del comercio internacional

El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, y la ministra de Economía, Nadia Calviño, en la presentación del informe sobre España
EP

El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Ángel Gurría, ha comparecido este jueves junto a la ministra de Economía, Nadia Calviño, para romper una lanza por España tras las críticas vertidas esta semana por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea a la gestión económica en el país.

Durante la presentación del 'Estudio Económica de España', y después de haber reducido sus previsiones de crecimiento para España, del 2,8% al 2,6% en 2018, Gurría ha asegurado que es normal que la economía española se esté desacelerando porque se está viendo afectada por el deterioro generalizado del comercio internacional. Más aún, ha relatado que el país está mostrando un mejor comportamiento que el resto de la zona euro en estas condiciones.

"¿Creen ustedes que España están marte? Está en el mundo, en el que se está desacelerando el comercio porque se debate en la incertidumbre ante el proteccionismo. España está sufriendo las mismas consecuencias que en otros países, y aún así le va mejor a Europa y al resto del mundo. No nos rasguemos las vestiduras", ha dicho.

Pero, en especial, Gurría ha defendido que, más allá de las cifras de ajuste del déficit público, lo importante es ver la evolución. Y al respecto, ha asegurado que la mejora del déficit público está siendo cuanto menos satisfactorio. "Hay que hablar de las grandes tendencias", ha dicho, para añadir que España ha reducido su saldo negativo desde más del 10% hace seis años a una cuarta parta. A partir de ahí, "las cifras que quieran las firmo", ha añadido.

Más aún, mirando a la Comisión Europea, el secretario general de la OCDE ha afirmado que "sigue la tendencia de caída del déficit y es un mensaje a Bruselas y a los mercados". "España no va a descarrilar, continúa la tendencia y eso es lo importante", ha sentenciado.

Defiende la subida del SMI

Del mismo modo, Gurría ha aprovechado para defender la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) en 2019 hasta los 900 euros mensuales.

Según ha argumentado, los salarios de España necesitaban una actualización para ponerse a la altura de la UE en términos de porcentaje sobre el sueldo medio. En ese sentido, ha defendido que que el SMI "es un mínimo de protección social y (la subida) sirve para evitar que haya empleos de extrema precariedad".

"No es que (la subida) vaya a encarecer enormemente la cuenta de los que tienen que pagar los salarios, sino que el ajuste era necesario y razonable", ha dicho.

Voto de confianza

Este apoyo de la OCDE, en presencia de Calviño, se resume en el "voto de confianza" que ha explicitado Gurría en el desempeño del Gobierno y su intención de propiciar un crecimiento económico enfocado en reducir las desigualdades generadas por la crisis económica.

Estas desigualdades son las que, según Gurría, están detrás del problema "sistémico" que ha puesto en evidencia de la proliferación de los populismos en todo el mundo, desde Suecia hasta Estados Unidos pasando por Brasil.

No obstante, Gurría ha remarcado cuáles son las principales debilidades de la economía española en la actualidad. En primer lugar un paro ligeramente inferior al 15%, pero aún superior a la media de la OCDE, que entraña una difícil reinserción de desempleados jóvenes y de larga duración.

Para ellos, ha demandado políticas públicas que favorezcan la formación y la movilidad territorial. Pero, sobre todo, una reducción de la fiscalidad que carga sobre el factor trabajo. "La fiscalidad todavía gravita mucho hacia las rentas del trabajo y eso resta apetito a los emprendedores para crear más empleos", ha dicho, antes de añadir que "existen exención es y tasas reducidas que reducen los ingresos públicos".

Calviño también se defiende

Por su parte, la ministra de Economía ha considerado normal que en pleno proceso de confección del Presupuestos haya divergencias entre las proyecciones macroeconómicas de la Comisión Europea y los países.

En todo caso, ha recalcado que, mientras España ha consignado en su Plan Presupuestario para 2019 un ajuste fiscal de nueve décimas, la UE espera que sea de seis, con lo que "la divergencia es solo de tres décimas".

Y no solo eso, ha dicho que si la Comisión Europea considera que en un escenario sin medidas adicionales, es decir, de prórroga presupuestaria, el déficit público solo caerá al 2,4% del PIB en 2019, lejos del 1,3% inicial o el 1,8% al que aspira el Gobierno con su Plan Presupuestario, implícitamente da la razón al Ejecutivo en su llamada urgente a poder contar con nuevas cuentas anuales para el próximo año.

 

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