Este viernes 30 de noviembre entra en vigor el perímetro que restringe el acceso a vehículos al centro de la capital, Madrid Central. Pero el programa de actuación del equipo de Gobierno de Manuela Carmena no acaba en el casco histórico capitalino, sino que estos días técnicos del Ayuntamiento de Madrid visitan los barrios situados justo en la frontera exterior de la autopista municipal, la M-30. La razón: los distritos limítrofes con la M-30 están fuera de la Zona de Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), es decir, zonas verdes y azules en las que se paga por dejar el coche unas horas. Y se han convertido, como ha constatado El Independiente, en inmensos párkings gratuitos improvisados que generan infinidad de problemas al vecindario. Se deja el coche en estas zonas como aparcamiento privado o durante la jornada de trabajo, al que se acude desde allí en un medio de transporte público de la zona.
La situación se ha agravado sobremanera en las últimas semanas como constatan los representantes vecinales Hugo Povedano (Ventas), Juan Manuel Ureña (Usera) y Ángel De la Hoz (San Juan Bautista). Las aceras están invadidas, se crean filas inexistentes de automóviles, las señales de tráfico no se ven y el viario está machacado. A la vista del colapso, en las últimas semanas empleados del Consistorio han visitado las asociaciones de los barrios fronterizos para explicar el funcionamiento de las Zonas de Aparcamiento Vecinal (ZAV) creadas por la Corporación Local esta legislatura. Aún no se ha puesto en marcha ninguna ZAV, pero esa es la idea del Ayuntamiento para evitar el efecto frontera entre el centro y la periferia tras la aplicación de Madrid Central.
Se sabe muy poco de las ZAV: que prohibirán aparcar a los no residentes, que serán gratis para los habitantes de la zona y que tienen que solicitarlas las asociaciones vecinales o los particulares a las Juntas Municipales de Distrito, previo estudio de la problemática. Y hay que hacer encuestas o diagnósticos de zonas saturadas. "Las ZAV tienen que aprobar mediante consulta popular a través de un proceso participativo. Eso nos han dicho", afirma Juan Manuel Ureña, de la Asociación de Vecinos de Moscardó, en Usera. "En Usera no tenemos miedo a la participación porque todos los vecinos comparten que esto es una anarquía".
Estas zonas se han convertido en inmensos parkings gratuitos improvisados
No son parquímetros al uso, porque básicamente no cobran por aparcar a diferencia de la zona SER. Pero sí se contempla instalar parquímetros entre otras opciones para controlar a quienes entran y salen. "Las otras medidas que nos han comentado para vigilar los accesos son coches de la EMT o cámaras de lectura de matrículas", relata Hugo Povedano, que ha organizado una encuesta por Internet en Ciudad Lineal recabando apoyos para la causa.
Os comunicamos que hemos trasladado a la @jmd_usera @rommyarce y al Área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento @isabanes @reyesmontiel la solicitud para que se inicien los trámites tendentes para que l@s vecin@s del barrio Moscardó decidamos si queremos o no la ZAV.
— AAVV Barrio Moscardó | Usera (@AAVVBarrioMosca) November 26, 2018
Las ZAV serán flexibles y su evolución se instalará paulatinamente: existe la posibilidad de que solo funcionen durante varias horas del día. Por ejemplo, por la mañana, cuando una avalancha de coches procedentes de otras partes aterrizan en los barrios afectados. Y a partir de 2020 el Consistorio contempla el veto a cualquier vehículo "sin distintivo ambiental de la DGT", según la web municipal.
De momento el proceso ya ha empezado a distintos niveles. Y va a costar trabajo mover la enorme maquinaria municipal: parte de los encuentros entre ayuntamiento y vecinos se han gestado en los Foros Locales (tantos como distritos, 21). Y cada foro local cuenta con diferentes temáticas, una de las cuales es movilidad. "No sé si el estudio lo tenemos que presentar nosotros o se tiene que encargar de ello el Consistorio", comenta Povedano.
En cada distrito hay varios barrios. "En San Juan Bautista tenemos tres lacras", lamenta Ángel De La Hoz, que habla en nombre de la Mesa de Movilidad del Foro Local de Ciudad Lineal. "Primero, que hacemos frontera con el SER, lo que hace que muchos residentes del interior de la M-30 que posean varios vehículos y no tengan la tarjeta de residente aparquen su coche en nuestro barrio todas las mañanas; segundo, que somos el pasillo de acceso de la A-2, el Corredor del Henares; y tercero, que el barrio históricamente albergó en su momento polígonos con pequeñas y medianas empresas cuya reconversión ha dado lugar a que seamos la sede social de muchas multinacionales: Axa, Alliance, BNP Paribas, Gamesa... Y eso implica que mucha gente utilice el automóvil".
Aunque Madrid Central no ha empezado, todos afirman que hay más coches en el barrio mal aparcados que antes. "La situación se ha desmadrado en las últimas dos semanas y no sabemos por qué", critica una señora que pasea con el marido en la calle del Doctor Sanchís Banús, en el barrio de Moscardó. Muy cerca de ahí, junto al metro de Usera, dos furgonetas invaden el espacio consagrado a un Punto Limpio.
Usera, San Juan Bautista o Ventas viven situaciones de colapso total
La escena es todavía más dantesca en Ventas. Al otro lado de la plaza de toros, más de 200 coches se agolpan en una calle fantasma que existió hace 30 años y que supuestamente iba a ser peatonalizada y recuperada por el Ayuntamiento en los Presupuestos Participativos (los vecinos han dejado de tener noticias del área de Desarrollo Urbano Sostenible). En esta especie de solar abandonado hay charcos gigantescos provocados por la intensa pluviosidad otoñal. Los fines de semana está vacío, excepto si hay jornada taurina. Los lunes vuelve a llenarse.
Muy cerca, en la calle de Antonio Pirala, una fila entera de coches están ilegalmente estacionados en la acera. Los agentes de movilidad no han puesto ninguna multa. "Yo tengo un garaje cerca de Ventas y seguramente su valor se apreciará. A mí me viene bien Madrid Central. Pero lo que no quiero es ver el barrio en el estado actual", resume Povedano.
Hay quien recela de las ZAV porque cree que los vecinos tendrán que pagar
El Ayuntamiento de Madrid ha informado a más barrios de la posibilidad de las Zonas de Aparcamiento Vecinal. Las reuniones se han producido al menos en La Concepción, Puerta del Ángel, San Isidro... Este último, en Carabanchel, solo ha mejorado los días de fútbol un poco su situación: sus calles eran un párking improvisado para los aficionados del Atlético de Madrid, cuando los partidos se disputaban en el Vicente Calderón.
La oposición ha acusado a la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, de caer en una flagrante contradicción. La achacan que en su etapa de concejala de IU en la oposición a Alberto Ruiz-Gallardón se opuso a la extensión del SER. "Estamos ante una situación que tiene más que ver con el afán de lograr más ingresos por parte del Ayuntamiento, que preside Alberto Ruiz-Gallardón, que con una apuesta por mejorar la movilidad de la ciudad", clamó Sabanés en febrero de 2006. Este nuevo SER, defiende el equipo de Gobierno, no implicará ingresos a las arcas locales porque será gratuito.
En las asociaciones hay quien recela de las ZAV porque cree que los residentes tendrán que pagar. "En la asociación todavía me sueltan que el Ayuntamiento solo quiere recaudar", dice De la Hoz.
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