Las turbulencias que azotan Dia generan fracturas en el consejo de la compañía. El grupo de supermercados se enfrenta a una situación crítica y la tensión se ha traducido en un enfrentamiento entre su principal accionista, el ruso Mikhail Fridman, y la dirección de la compañía, con Antonio Coto al frente.
Dia ha comunicado este martes la salida de su consejo de Karl-Heinz Holland y de Sergio Antonio Ferreira Dias. Estas salidas se producen poco días después de que Stephane DuCharme, también propuesto por LetterOne -el brazo inversor de Fridman-, renunciara a la presidencia interina de la compañía y a su lugar en el consejo.
Aunque estas dimisiones, como la de DuCharme, han sido justificadas por su intención de centrar sus esfuerzos en trabajar desde Letterone en el proceso de diseño y desarrollo de un eventual plan de sostenibilidad a largo plazo para la sociedad, desde diversos medios se sugiere que el movimiento refleja la ruptura entre los hombres de Fridman y la dirección de Dia, en un momento en que el grupo se halla inmersa en negociaciones para garantizar su viabilidad, mediante la refinanciación de sus deudas y a través de una posible ampliación de capital por valor de 600 millones de euros.
La disparidad de visiones sobre el futuro de la compañía justifica que ambas partes se hayan rodeado de distintos asesores
El pasado 11 de diciembre, la publicación de una información que apuntaba a que Fridman estaría negociando con la banca una quita en la deuda del grupo de supermercados motivó un intenso desplome de las acciones de Dia, a niveles mínimos históricos. Al cierre de aquella sesión, sin embargo, la compañía desmintió esta posibilidad y, un día después, anunció su intención de ampliar capital y acometer desinversiones, en el marco de las negociaciones mantenidas con sus acreedores para aliviar su delicada situación financiera.
Aquel plan ha permitido a Dia coger aire en los últimos días, pero las dimisiones de este martes vuelven a elevar la desconfianza del mercado y se plasman sobre el parqué en caídas superiores al 8%, que vuelven a llevar al valor a rondar las cotas más bajas de su historia.
Además de negociar la refinanciación de sus deudas, Dia se encuentra diseñando un nuevo plan estratégico, que está previsto que vea la luz a inicios de 2019, que le permita relanzar un negocio aquejado por la pérdida de cuota de mercado y el deterioro de sus márgenes, en un entorno de elevada competencia.
Los desencuentros entre los hombres de Fridman y la dirección de Dia sobre los pasos que debe dar la compañía han dado lugar a la abrupta ruptura del consejo plasmada este martes. Otra manifestación de sus visiones dispares se manifestaría, según el diario Expansión, en el hecho de que ambas partes han fichado un elevado número de asesores, para estudiar la situación. Así, Dia trabaja con Rothschild y Houlihan Lokey en su recapitalización, junto con PwC y Clifford Chance. Por su parte, Letterone ha contratado a PJT Partners y Linklaters. Por último, la banca acreedora de la compañía ha fichado a la consultora FTI Consulting.
El papel de Fridman en el consejo de Dia ha despertado elevada controversia desde su llegada a la compañía en el verano de 2017. Entre los expertos existen pocas dudas del interés del magnate ruso en controlar la compañía, pero algunos movimientos han provocado recelos sobre su interés en hacerlo al precio más bajo posible. Fridman y sus hombres han protagonizado, a lo largo de los últimos años, diversas polémicas en los consejos de las empresas en las que han invertido.
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