El Gobierno ha conseguido cuadrar las cuentas del sistema eléctrico para 2019. En realidad, de momento, lo ha conseguido sólo sobre un papel: la orden de peajes eléctricos para el próximo año contempla sacar 455 millones de euros de la hucha de la luz (el superávit del sistema acumulado en los últimos años) para cuadrar el desajuste entre ingresos y costes provocado por el plan de choque para frenar la subida de la luz.
El Ministerio para la Transición Ecológica prevé unos costes del sistema para 2019 de 18.006 millones de euros y los ingresos serán de 17.553 millones. Y propone adoptar medidas excepcionales como recurrir a esa hucha para congelar los peajes por quinto año consecutivo y evitar volver al famoso déficit de tarifa.
Pero también se incluyen en ese borrador ministerial otras medidas que permiten cuadrar las cuentas del sistema eléctrico que dependen de que se incluyan partidas concretas en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019. Unos presupuestos que aún está por ver si el Gobierno de Pedro Sánchez consigue sacar adelante, ya que de momento no tiene garantizado sumar el apoyo parlamentario suficiente.
La patronal Aelec -que agrupa a las cinco grandes eléctricas: Endesa, Iberdrola, Naturgy, EDP y Viesgo- alerta de que sin presupuestos para el año que viene el sistema eléctrico se juega un agujero millonario, que podría situarse en los 590 millones de euros.
Las partidas que hacen falta en los PGE
En su escrito de alegaciones a la orden de peajes del Gobierno, al que ha tenido acceso El Independiente, la asociación de las grandes eléctricas advierten de que en los PGE de 2019 aún se deben consignar los ingresos para el sistema eléctrico procedentes de la subasta de derechos de CO2.
En principio, ya estarían garantizados 450 millones con sólo prorrogar las cuentas de 2018. Las compañías ya avisaban de que en el borrador de orden de peajes se preveía utilizar 750 millones (faltarían pues 300 millones), pero el Gobierno finalmente ha optado por elevar el límite que puede usar de los ingresos de esas subastas hasta los 1.000 millones, así que lo que faltan realmente son 550 millones.
Asimismo, en esos PGE de 2019 aún deben reflejarse otros 40 millones para compensar la reforma -pactada con el PNV por el Gobierno de Rajoy- de los peajes para rebajar la factura eléctrica singularmente a las industrias del País Vasco.
En total, el sistema eléctrico se enfrenta a un potencial agujero de 590 millones en relación a las previsiones del Gobierno para el próximo año si no se consiguen aprobar los PGE. “En la medida en que dichas partidas [de los PGE] no estén finalmente disponibles”, alerta Aelec, “habrá que utilizar una cantidad muy superior a la prevista del superávit acumulado, poniendo en riesgo la sostenibilidad económica y financiera del sistema eléctrico”. Esto es, el Gobierno ya prevé retirar 455 millones de euros de la hucha de la luz, pero las grandes eléctricas alertan de que quizá tenga que usar aún más.
La menguante 'hucha' de la luz
Durante 14 años consecutivos el sistema eléctrico español fue alimentando un enorme agujero financiero. El permanente desfase entre los ingresos y los costes reconocidos (el déficit de tarifa) fue engordando hasta alcanzar casi los 29.000 millones de euros. Pero en los últimos la situación se ha revertido y desde 2014 y hasta 2017 los ingresos del sistema eléctrico son mayores a los gastos, por lo que se ha ido acumulando un superávit, hasta un total acumulado de 1.591 millones.
En 2014 los ingresos del sistema superaron en 550,3 millones a todos los costes reconocidos. En 2015 fueron otros 469,3 millones. En 2016 se sumaron otros 421,4 millones más. Y en 2017, lo acaba de confirmar la CNMC, el superávit fue de otros 150,5 millones. En total, 1.591 millones de euros que el Gobierno ha ido utilizando desde el año pasado.
El Gobierno de Mariano Rajoy ya gastó un tercio de esa hucha de la luz al ordenar pagos a las grandes eléctricas por un importe conjunto de 516 millones de euros. El Ejecutivo ordenó la devolución con cargo a esos superávit de lo abonado por las grandes eléctricas para financiar el bono social de la luz de los ejercicios entre 2014 y 2016, después de que el Tribunal Supremo volviera a tumbar el sistema de financiación del programa contra la pobreza energético.
El superávit acumulado en cuatro años por el sistema eléctrico es de 1.591 millones. De esa 'hucha' sólo quedan 500 millones
Además, en los PGE tanto de 2017 y como en los de 2018 se consignaron dos partidas por un valor conjunto de 120 millones de euros para dar incentivos a nuevas instalaciones de energías renovables.
El Gobierno de Pedro Sánchez ahora propone utilizar 455 millones de euros del superávit que resta para cuadrar las cuentas del sistema en 2019 y que no haya déficit de tarifa. En total, con todas las cantidades utilizadas hasta ahora –y sin contar los intereses financieros generados en este periodo, que es información confidencial- quedarían en la hucha de la luz unos 500 millones de euros (sin contar los intereses financieros obtenidos durante este tiempo, y que se consideran un dato confidencial por el Gobierno y por la CNMC). Los sucesivos Gobiernos se habrían así gastado dos tercios de lo que clientes y eléctricas han pagado de más en los últimos años y que se acumulaban en el fondo.
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