Vodafone prepara para un duro plan de ajuste que incluirá un recorte de empleo que afectará puede acabar afectando a una cuarta parte de su plantilla en España. La operadora ha comunicado este jueves a los sindicatos su intención de ejecutar un expediente de regulación de empleo (ERE) para un máximo de 1.200 empleados (de un total de 5.100), confirmando así la información adelantada en exclusiva por El Independiente.
La dirección de la operadora y las organizaciones sindicales con representación en el grupo –UGT, CCOO y STC- constituirán la mesa de negociación del plan en el plazo de dos semanas, y a partir de entonces –en torno al 25 de enero- se dan un mes para alcanzar un acuerdo para las medidas de ajuste que plantea la compañía.
La compañía se declara “sensible al impacto” de una medida tan dura como recortar 1.200 empleos y asegura que buscara “el mejor acuerdo posible tanto para los empleados como para la empresa”. Pero desde los sindicatos ya han mostrado su rechazo a la medida (“innecesario”, “desmesurado”…) y se prepara para marcar sus líneas rojas de cara a la negociación que viene.
Las organizaciones sindicales se han marcado como objetivo no permitir ni un solo despido, que ni una de las salidas previstas sea forzosa, y sólo están dispuestos a pactar bajas voluntarias y prejubilaciones, según confirman varias fuentes sindicales. Y aunque aún no precisan cifras, presionarán para rebajar ese tope de 1.200 empleados afectados que maneja Vodafone.
La dirección de la operadora, comandada por su presidente Antonio Coimbra, justifican una “medida difícil pero necesaria” en razones “económicas, productivas y organizativas”. La compañía esgrime los ingresos y la rentabilidad de Vodafone España están cayendo, que debe adaptar su estructura de costes a la agresividad comercial y el auge del segmento de bajo precio y precio medio, y que ha de agilizar su organización para adaptarse a lo que demanda el cliente.
UGT, CCOO y STC responsabilizan con dureza en sendos comunicados a la propia dirección del grupo de la “deriva de fracaso” de la compañía por su “incompetencia”, critican los “continuos errores de gestión y estratégico”, y cargan contra la decisión de la compañía de tratar de enjugar esos fallos con continuos recortes de empleo.
El que ahora prepara se trata del tercer gran recorte de empleo de Vodafone España en los últimos seis años. La compañía ya presentó un ERE en 2013 que afectó a 900 trabajadores y otro más en 2015 con 1.059 salidas de empleados.
Menos ingresos, menos rentabilidad
El Grupo Vodafone, la matriz británica de la operadora, ya desveló el pasado noviembre sus planes de ejecutar recortes de sus costes operativos en Europa de 1.200 millones de euros en los próximos tres años. La compañía no precisó cómo se repartiría entre sus diferentes mercados europeos el ajuste, pero se daba por hecho que la filial española –que registra caídas de ingresos y rentabilidad– estaría entre las afectadas.
Vodafone España sufrió una caída del 3,2% de sus ingresos totales en el primer semestre de su año fiscal (abril-septiembre), hasta los 2.421 millones de euros lastrado por la agresividad comercial desatada en el sector por la guerra del fútbol y por la pérdida acusada de clientes tras renunciar a gran parte de los contenidos futbolísticos. La caída de las ventas da un fuerte golpe a la rentabilidad de Vodafone España. El beneficio bruto de explotación (ebitda) de la filial española se quedó en 542 millones en la primera mitad de su ejercicio fiscal, con un fuerte descenso del 27,8%.
Ante esta situación operativa, la previsión que maneja la compañía de flujos de caja es claramente menor y la dirección de la operadora de telecomunicaciones decidió rebajar en 2.900 millones de euros el valor de su filial española. Una provisión milmillonaria que revisa a la baja el valor en libros de los activos de la compañía española.
Vodafone ha sufrido claramente en su cartera de clientes su decisión de no renovar con Telefónica el acuerdo para ofrecer en su plataforma de televisión de pago El Partidazo (el mejor partido de la jornada de Liga) y la Champions League. Tras haber optado por tener esta temporada sólo un pequeño paquete de fútbol con ocho partidos de Liga, la Copa del Rey y la Segunda División, la compañía ha perdido 98.000 clientes de televisión en el semestre, de los que 66.000 se fueron entre julio y septiembre.
Según Vodafone, el impacto en las cuentas de la decisión de no adquirir El Partidazo y las competiciones europeas se verá más claramente en los próximos meses, ya que en lo que queda de temporada va seguir ofreciendo esta temporada ocho partidos de primera división. El impacto completo de la reducción de costes por no emitir el fútbol se recogerá en las cuentas de la compañía a partir de septiembre de 2019. Y es que la compañía siempre ha sostenido que el coste que debía pagar por los derechos del fútbol era mayor incluso que el golpe que supondría perder los 300.000 clientes de TV que tenían contratado algún contenido de fútbol.
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