La aventura de BBVA en Turquía sigue generando quebraderos de cabeza al banco español. Garanti, su filial otomana, presentó este jueves su nuevo plan operativo para 2019, en el que ha incluido una revisión a la baja de sus estimaciones de negocio para 2018 y una advertencia de que en el presente ejercicio las condiciones serán aún más complicadas.
En esta coyuntura, la entidad turca, en la que BBVA controla casi el 50% del capital, estaría estudiando la posibilidad de cancelar el pago de dividendos, aunque aún no ha tomado una decisión definitiva al respecto. De confirmarse, esta medida podría costar al banco español alrededor de 140 millones de euros, si se toma como referencia el último dividendo abonado por Garanti, el pasado 24 de abril, cuando distribuyó 0,41 liras por acción. Esta cantidad representa alrededor de un 29% del beneficio atribuido del banco en Turquía, su cuarto mayor mercado, durante los nueve primeros meses de 2018.
Pese a este posible golpe, los analistas de Banco Santander descartan que la pérdida de estos ingresos pueda forzar a BBVA a tomar cualquier tipo de "medidas drásticas respecto a su propio dividendo". De hecho, desde la entidad que preside Ana Botín consideran que la noticia, en términos netos, sería positiva para BBVA, ya que el impacto negativo en su liquidez se vería favorecido por la atenuación de los miedos sobre una posible ampliación de capital en el banco turco.
BBVA pagó unos 7.000 millones de euros por unas acciones que hoy se valoran en 2.650 millones
En los últimos meses, dos bancos turcos han anunciado ampliaciones de capital para reforzar su posición ante las dificultades que enfrenta la economía turca. En el caso de Garanti, Santander señala que con una ratio de capital CET1 del 12,4% se encontraría muy cerca del nivel del 12% que está pidiendo el regulador turco para permitir el pago de dividendos. "Al estar tan cerca del 12% y con un futuro incierto por delante, creemos que la posibilidad de que el banco reduzca el dividendo es significante", observan.
Con esta retención de capital, Garanti alejaría la posibilidad de una ampliación de capital que obligaría a BBVA a hacer un nuevo desembolso para mantener sin diluciones su posición en la entidad turca. El pasado septiembre, Torres Vila ya señaló en una reunión con analistas que no estaba entre sus previsiones añadir capital a Garanti. Fuentes financieras señalan que la situación de BBVA en Turquía es una de las cuestiones que más preocupan a los supervisores del BCE, que ya han asegurado que mantienen una estrecha vigilancia sobre la entidad, por ser una de las que obtuvo una nota más bajas en los recientes test de estrés.
Desde que hizo su primer movimiento para entrar en el capital de Garanti, en el año 2010, BBVA ha destinado alrededor de 7.000 millones a la compra del 49,85% de las acciones. Pero el descalabro sumado por entonces tanto por las acciones de Garanti como, en mayor medida, por la lira turca (ha perdido más del 40% de su valor frente al euro en poco más de dos años) ha provocado que, a día de hoy, el valor de esos títulos apenas alcance los 2.650 millones de euros.
Un entorno complicado
Y esta situación podría ir a peor, a juzgar por las previsiones lanzadas este jueves por la dirección de Garanti, que incluyen una depreciación adicional de la moneda turca y una ralentización de la economía otomana hasta el 1% desde el 3% estimado en 2018.
Con estas perspectivas generales, Garanti espera que el crecimiento del capital y de los créditos en liras aumentará en ambos casos en un 5% en 2019, mientras que prevé que el crecimiento crediticio dólares estadounidenses se reducirá un 10%.
La desaceleración de la economía turca continuará en 2019 y provocará un repunte de la mora en Garanti
También estima que el coste de neto del riesgo se situará en unos 300 puntos básicos y que la ratio de morosidad se elevará hasta el 7%, desde el 5% actual, mientras que considera que los ingresos por intereses serán menores, aunque no ofrece ninguna cifra concreta.
Todas estas previsiones plantean un escenario de incertidumbres que pueden pesar sobre el banco turco, cuyas acciones ya retrocedieron este jueves un 1,5%. "Garanti está demostrando ser resiliente, pero la clave aún es el ciclo macroeconómico y el Gobierno turco y el Banco Central manteniendo la disciplina fiscal y monetaria", observan los analistas de Alantra. La firma de análisis observa, no obstante, que estas incertidumbres ya están en buena medida reflejadas en las estimaciones del mercado sobre BBVA, por lo que mantiene su consejo de compra sobre el valor.
Las acciones del banco español repuntaron este jueves un 0,88% y ya ganan algo más del 7,5% en el año, tras cerrar 2018 con pérdidas superiores al 30%.
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