Economía

El Gobierno repartirá 80 millones a hogares pobres en ‘cheques ayuda’ para la calefacción

Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica. | EP

El Gobierno pondrá en marcha este invierno un nuevo programa de ayudas para la calefacción para hogares pobres. El nuevo bono social térmico contempla ayudas directas -una suerte de cheque, o en realidad una transferencia bancaria- destinadas a financiar el gasto en energía para calefacción, agua caliente y cocina de consumidores vulnerables.

Según establece el propio real decreto con el que se aprobó el bono social, el reparto de las ayudas y su cuantía dependen de que haya cada año una partida en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) reservada para ello. En el borrador de presupuestos presentado hoy por el Gobierno se recoge una partida de 80 millones de euros destinada al nuevo programa.

Arranca ahora la tramitación parlamentaria del proyecto de PGE, y si el Gobierno logra sumar los apoyos suficientes, se aprobará en algún momento de abril. El reparto de ayudas a la calefacción para hogares pobres no esperará hasta entonces, y empezará a ejecutarse en las próximas semanas. Previsiblemente las transferencias comenzarán a repartirse en febrero.

El Ministerio para la Transición Ecológica ya había decidido garantizar la puesta en marcha de las ayudas con o sin presupuestos aprobados. Así que el departamento comandado por Teresa Ribera ya ha reservado los fondos necesarios para repartir las ayudas entre hogares vulnerables. El Ministerio utilizará partidas presupuestarias no ejecutadas en 2018 y las destinará para sufragar el nuevo bono social térmico, según adelantó El Independiente.

Para recibir el nuevo bono social térmico se ha de estar percibiendo el bono social eléctrico (descuentos en el recibo de la luz para hogares vulnerables) o haber completado la solicitud de éste antes del 31 de diciembre pasado. A falta de que el Gobierno confirme las cifras definitivas a cierre de 2018, cuando sólo faltaba una semana para finalizar el ejercicio ya se habían superado el millones de bonos eléctricos confirmados y los 1,4 millones de solicitudes completadas.

La cuantía de la ayuda para calefacción y agua caliente que recibirán cada uno de los hogares dependerá de su grado de vulnerabilidad, de la zona climática es que esté situada la vivienda y del número total de beneficiarios apuntados. La ayuda mínima será de 25 euros para un hogar vulnerable situado en una zona con un clima suave, y el máximo para un hogar con vulnerabilidad severa y ubicado en la peor de las zonas climáticas rondará los 130 euros. La horquilla final se determinará en función del número total de consumidores que finalmente perciban el cheque.

En el real decreto con el que el Gobierno articuló el plan de choque para frenar la subida de la luz y para paliar los efectos del encarecimiento en colectivos vulnerables se estableció que las transferencias a los ciudadanos las realizarán las comunidades autónomas, aunque es el Ministerio de Transición Ecológica el que aportará los fondos necesarios para desarrollar el programa vía presupuestos generales del Estado.

Ésa será la fórmula a través de la que se canalizarán las ayudas con carácter general, pero el Gobierno ha buscado un atajo este año para garantizar que las transferencias llegan a tiempo a los beneficiarios y evitar retrasos administrativos que aplacen los pagos más allá del invierno. Con carácter excepcional y por razones de urgencia, el Ministerio para la Transición Ecológica se saltará este año a las comunidades autónomas y realizará directamente los pagos a las familias.

El Ejecutivo no quiere que eventuales problemas organizativos de las administraciones regionales den al traste con el reparto de las ayudas durante el invierno, cuando es precisamente el periodo en que la factura de calefacción se dispara y cuando se hace más necesario ese respaldo público a los hogares vulnerables.

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