Ni rastro de la inteligencia artificial. El documento fundamental que traza la hoja de ruta económica del Gobierno y desgrana las principales partidas de ingresos y gastos del Estado tiene una importante partida dedicada a la innovación. Aumenta la investigación científica un importante 9,8% y los créditos para las subvenciones y ayudas de los proyectos de I+D+i hasta un 8%. Este avance contrasta con la ausencia de mención alguna a la Inteligencia Artificial (IA) como elemento estratégico en el que este Gobierno ha prometido un avance sustancial. Tiene su explicación.
Sí que hablan los Presupuestos Generales del Estado de innovación tecnológica y de ese término tan del siglo XX que es la Sociedad de la Información con el que todavía acostumbra la Administración a referirse a estas partidas presupuestarias. Sin embargo, se nota mucho en estos Presupuestos que España sigue sin tener una estrategia que orqueste el reto que supone la inteligencia artificial para las empresas y la sociedad española.
Es cuestión de pocos meses. A finales de diciembre el Gobierno planteó la nueva estrategia española de Ciencia, Tecnología e Innovación en la que se marcaron los tres ejes estratégicos del plan: Implementación del Programa Marco de I+D+I de la UE Horizonte Europa, Economía Azul e Inteligencia Artificial. El ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, fue el encargado de presentar las iniciativas en este sentido en las que trabaja su departamento. Incluye un Plan Estatal a corto plazo (2021-2024 y otro a medio (2021-2028).
Entre tanto, España sigue sin un Libro Blanco de la Inteligencia Artificial, en la nevera desde el precipitado cambio de Gobierno. La falta de estrategia de país se hace más patente en la presentación de unos PGE porque evidencia la falta de un plan a la altura de los principales países europeos. El compromiso con la Unión Europea es que la estrategia de Inteligencia Artificial esté lista antes de junio de 2019 y en el grupo interministerial trabajan contrarreloj para conseguirla en primavera.
Como aún no se ha publicado la estrategia, los PGE no pueden concretar qué partida presupuestaria será la dedicada a la IA. Al fin y al cabo, las cantidades se detallan por centros y por convocatorias de las agencias. Cabe deducir por tanto que la mayor parte del presupuesto dedicado a la Inteligencia Artificial estará integrado dentro de otras partidas, como la de Tecnologías del Lenguaje, y también en CSIC, CNIO y en aquellas universidades donde se está haciendo investigación en IA. También en el Plan de Industria 4.0. De momento, sin embargo, solo se puede especular con los números.
701 millones para Agenda Digital
Para el año 2019, el Gobierno de Pedro Sánchez prevé destinar 701 millones de euros para la Agenda Digital. Es un avance, sin duda. Estos programas de innovación tecnológica de las Telecomunicaciones y de Investigación y Desarrollo, de aprobarse estas cuentas, estarían dotados con unos créditos de, respectivamente, 556 y 145 millones de euros, "tanto en el ámbito empresarial como en el de la administración electrónica y la ciudadanía, así como las líneas estratégicas de la Agenda Digital".
Este enfoque suena más tradicional de lo que algunos expertos en innovación esperaban de estos PGE que, lleguen o no a aprobarse, son el escaparate perfecto para mostrar los planes del Gobierno de Sánchez en una materia tan crucial como la innovación para un presidente que tanto presume de ser del siglo XXI.
Detalla el Gobierno que el objetivo de la Agenda Digital para España "es trazar el rumbo que permita maximizar el potencial económico y social de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), y en particular de internet". También añade que Internet será un "soporte esencial de la actividad económica y social". La inteligencia artificial tendrá que esperar a que termine su estrategia el grupo interministerial.
En el discurso de creación de "nación emprendedora" que Sánchez promete desde que llegó al Ejecutivo destaca el Programa Innvierte del CDTI, que duplican las aportaciones hasta los 200 millones de euros para alentar la creación de nuevas startups.
Le siguen unas partidas presupuestarias que suenan tan necesarias como poco originales. Desde la partida para la "mejora de las redes de telecomunicaciones" (España ya es el país con mayor despliegue de fibra en la Unión Europea y podría tener 100% de cobertura en 2020, unos 6,7 millones de hogares conectados según los últimos datos de la CNMC); a la "extensión de la cultura de la seguridad de la información entre la ciudadanía y las empresas"; y el esfuerzo del Gobierno para "el uso avanzado de servicios digitales por la ciudadanía y la extensión del uso de soluciones TIC de negocio en la empresa".
En el apartado de la política industrial y la industria conectada 4.0, los PGE se concreta también una partida de 818 millones de euros para el Programa de Apoyo a la Inversión Industrial Productiva. Una industria productiva que pueda competir internacionalmente solo lo logrará si incorpora urgentemente la inteligencia artificial en sus procesos. Una vez más, se evidencia la urgencia de una estrategia nacional al respecto.
Buenas noticias para la ciencia
Cifras muy celebradas en el sector de la innovación han sido el aumento de un 5,6% de la partida destinada a I+D+i (investigación, desarrollo e innovación), respecto a los presupuestos vigentes hasta 2018. La cifra total de inversión prometida en los PGE asciende a 6.729 millones de euros ( 357 millones más desde los últimos presupuestos de Rajoy).
La I+D+i pasa en estos PGE a representar un 1,8% del presupuesto total (365.520 millones de euros), frente al 1,6% que suponía la partida para I+D+i en 2016. Más cerca de la media europea que ronda el 2%, pero todavía una cuenta pendiente para la economía española.
La mayor parte de la inversión en investigación civil en I+D+i se la lleva el Ministerio de Pedro Duque de Ciencia, Innovación y Universidades (5.586 millones), seguido de la cartera de Economía y Empresa (639 millones) e Industria, y Comercio y Turismo (420 millones).
Un avance, sin duda, importante aunque nebuloso hasta que se aclare cuál es el marco global de la nueva estrategia española de Ciencia, Tecnología e Innovación. La colaboración interministerial es fundamental para que los cambios en el sector energético, científico e industrial garanticen desde la transición justa al bienestar social.
En todos estos cambios que nos esperan, de la industria a la sanidad, del cambio climático al coche del futuro, juega un papel fundamental la inteligencia artificial. Dos palabras esenciales para la economía del país tristemente ausentes de los Presupuestos. Toca esperar a que se materialice en la estrategia de país en los próximos meses. Veremos si el futuro es compatible con tantas campañas electorales que vuelven a correr el riesgo de eclipsar los cambios realmente importantes que reclaman la ciencia, la industria y las empresas.
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