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Más de un millón de hogares recibirán hasta 100€ en 'cheques ayuda' para la calefacción

El Gobierno iniciará en febrero el reparto de las ayudas mediante transferencias bancarias del nuevo bono social térmico para 1,4 millones de familias vulnerables.

Calefacción de gas natural. | Flickr | Marcus Mailov

 

El Gobierno ultima la puesta en marcha del nuevo programa de ayudas para la calefacción para hogares pobres. El nuevo bono social térmico consiste en ayudas directas –una suerte de cheque- que empezarán a repartirse en febrero para financiar el gasto en energía para calefacción, agua caliente y cocina de consumidores vulnerables.

A lo largo de las próximas semanas, el Ministerio para la Transición Ecológica realizará transferencias bancarias a los entorno a 1,4 millones hogares beneficiarios. Las ayudas se materializarán que oscilarán entre un mínimo de 25 euros y finalmente un máximo de 100 euros, según confirman a El Independiente fuentes ministeriales.

El importe mínimo de 25 euros estaba fijado desde el principio, pero la cantidad máxima dependía del número final de hogares con derecho a la ayuda y del montante de la partida que para este fin se incluyera en los Presupuestos Generales del Estado. Un tope que ahora el Ejecutivo ha establecido en 100 euros para los beneficiarios de la ayuda máxima.

En el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019 presentado por el Gobierno se recoge una partida de 80 millones de euros destinada al nuevo bono social térmico. Los PGE, en caso de que el Ejecutivo consiga los apoyos parlamentarios necesarios, no se aprobarían hasta abril. Pero el reparto de ayudas a la calefacción para hogares pobres no esperará hasta entonces, y se hará efectivo ya.

De hecho, el Ministerio para la Transición Ecológica ya había decidido garantizar la puesta en marcha de las ayudas con o sin presupuestos a vulnerables. El Ministerio utilizará partidas presupuestarias no ejecutadas en 2018 y las destinará para sufragar el nuevo bono social térmico, según adelantó El Independiente.

¿Quién recibe las ayudas?

Para recibir el nuevo bono social térmico se ha de estar percibiendo el bono social eléctrico (descuentos en el recibo de la luz para hogares vulnerables) o haber completado la solicitud de éste antes del 31 de diciembre pasado.

A cierre de 2018, las comercializadoras eléctricas habían tramitado un total de 1.403.588 solicitudes completas, y desde el Ministerio se da por hecho que la práctica totalidad de las mismas serán aprobadas. Hasta ahora, son un total de 1.115.000 familias las que ya tienen aprobada su condición de perceptores del bono social eléctrico formalmente.

La cuantía de la ayuda para calefacción y agua caliente que recibirán cada uno de los hogares dependerá de su grado de vulnerabilidad, de la zona climática es que esté situada la vivienda y del número total de beneficiarios apuntados. La ayuda mínima será de 25 euros para un hogar vulnerable situado en una zona con un clima suave, y el máximo para un hogar con vulnerabilidad severa y ubicado en la peor de las zonas climáticas será de 100 euros.

En el real decreto con el que el Gobierno articuló el plan de choque para frenar la subida de la luz y para paliar los efectos del encarecimiento en colectivos vulnerables se estableció que las transferencias a los ciudadanos las realizarán las comunidades autónomas, aunque es el Ministerio de Transición Ecológica el que aportará los fondos necesarios para desarrollar el programa vía presupuestos generales del Estado.

Ésa será la fórmula a través de la que se canalizarán las ayudas con carácter general, pero el Gobierno ha buscado un atajo este año para garantizar que las transferencias llegan a tiempo a los beneficiarios y evitar retrasos administrativos que aplacen los pagos más allá del invierno. Con carácter excepcional y por razones de urgencia, el Ministerio para la Transición Ecológica se saltará este año a las comunidades autónomas y realizará directamente los pagos a las familias.

El Ejecutivo no quiere que eventuales problemas organizativos de las administraciones regionales den al traste con el reparto de las ayudas durante el invierno, cuando es precisamente el periodo en que la factura de calefacción se dispara y cuando se hace más necesario ese respaldo público a los hogares vulnerables.

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