El BBVA obtuvo un beneficio neto de 5.324 millones de euros en 2018, un 51,3% más que un año antes, gracias a la plusvalías por la venta de su negocio en Chile y pese a la caída de la lira turca y las dificultades en Argentina. Se trata de la mayor cifra desde 2007, cuando la crisis económica se desató. Con estos resultados, los primeros que presenta Carlos Torres Vila como presidente, tras salida de Francisco González a finales de diciembre, el banco propondrá el pago en abril de un dividendo complementario de los beneficios de 2018 de 0,16 euros brutos por acción.
El impulso de los ingresos recurrentes, la contención de gastos y los menores saneamientos contribuyeron también al alza de los beneficios, en línea con las previsiones del mercado, según la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Sólo en el último trimestre del año, BBVA ganó 1.001 millones de euros, casi quince veces más que un año antes, cuando su beneficio fue de 70 millones tras asumir un fuerte deterioro de su participación en Telefónica.
El nuevo presidente de la entidad considera que en un entorno complejo, BBVA ha obtenido unos "muy buenos resultados y una rentabilidad de doble dígito", al tiempo que ha logrado "importantes avances en el proceso de transformación".
"Estamos especialmente orgullosos de haber alcanzado un significativo hito en la digitalización de nuestro negocio. A diciembre, más de la mitad de los clientes usan canales digitales, y en 2019 nuestro objetivo es también superar el umbral del 50% de clientes que usan el móvil para relacionarse con el banco", ha añadido. BBVA, que ha anunciado que propondrá el pago en abril de un dividendo complementario de los beneficios de 2018 de 0,16 euros brutos por acción, ha destacado que la morosidad descendió al 3,9% en 2018, 61 puntos básicos menos, mientras que la tasa de cobertura alcanzó el 73%.
El margen de intereses alcanzó los 17.591 millones, con un descenso del 0,9%. Las comisiones se redujeron un 0,8% hasta 4.879 millones y llevaron la cifra de ingresos totales de 23.747 millones, un 6% menos. Sin el tipo de cambio, hubiese registrado un alza del 4,3%.
Por su parte, los gastos disminuyeron un 6,4%, hasta 11.702 millones de euros y a tasa de eficiencia -mejor cuanto más baja- mejora ligeramente frente al año pasando y se sitúa en el 49,3%.
La rentabilidad sobre el capital (ROE) del banco alcanza el 11,6%, frente al 7,4% de 2017 y supera el costes de fondos propios de alrededor del 10%.
México, motor de las cuentas
En 2018, el banco continuó la disminución de riesgos dudosos, gracias al favorable comportamiento de España. El importe destinado a saneamientos, de cerca de 4.000 millones, se redujo un 12%. Por áreas geográficas, México siguió siendo el motor de las cuentas de BBVA, con un beneficio neto de 2.384 millones de euros, mientras que la actividad bancaria en España generó 1.522 millones, a lo que hay que restar las pérdidas de 78 millones de su área inmobiliaria (Non Core Real Estate). Así, el resultado atribuido en España en 2018 -actividad bancaria y Non Core Real Estate- ascendió a 1.445 millones de euros, un 63,4 % más.
El banco ha explicado que en el área de Non Core Real Estate destaca la significativa reducción de la exposición neta inmobiliaria hasta mínimos históricos, especialmente gracias al cierre en octubre de la operación de traspaso del negocio inmobiliario de BBVA en España a Cerberus. Asimismo, se cerró un acuerdo con el fondo Canada Pension Plan Investment Board para la venta de una cartera de créditos dudosos y fallidos al sector promotor, por un importe de 1.000 millones. A cierre de 2018, la exposición inmobiliaria neta se situó en 2.498 millones, el 61,1 % menos. Por su parte, en EEUU BBVA ganó 735 millones, un 51,3 % más, mientras que en Turquía el beneficio fue de 569 millones, el 31 % menos.
En América del Sur, el resultado atribuido fue de 591 millones, el 31,3% menos. "Esta evolución del resultado atribuido está afectada por el impacto de la hiperinflación en Argentina (266 millones de euros) y por el cambio de perímetro derivado de la venta de BBVA Chile, ha explicado el banco. El grupo BBVA cerró 2018 con un ratio CET 1 fully-loaded del 11,3%, aunque el banco ha explicado que "para estar mejor preparado ante los futuros requerimientos regulatorios ha aumentado su objetivo de capital a un rango de entre el 11,5% y el 12%, por lo que espera situarse en ese nivel a finales de 2019.
Y ello, manteniendo su política actual de remuneración al accionista, con un pay-out (porcentaje del beneficio que se destina a dividendo) efectivo de entre el 35% y el 40%. El margen de intereses alcanzó 17.591 millones de euros en 2018, el 0,9% menos, mientras que los ingresos por comisiones netas fueron de 4.879 millones, un 0,8% menos. El margen bruto alcanzó los 23.747 millones, el 6% inferior, en tanto que el neto fue de 12.045 millones, el 5,7% menos.
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